El viernes Mostradoc estrenó el cortometraje de Nicolás Lara. Se trata de la exhibición del décimo quinto capítulo de «Mostradoc: Territorio del cine chileno», que cuenta la historia de un padre que aprovecha el cumpleaños de su hijo para invitarlo a pescar.
«Mostradoc», el primer programa de cine de la TV digital, presentó el viernes en su décimo quinto capítulo “Los tres pescadores” (2011), una animación stop motion que reflexiona sobre el respeto a la vida y la naturaleza.
Esta historia narra las aventuras de un pescador que aprovecha el cumpleaños de su hijo para invitarlo a pescar.
En la mar, el padre le enseña al niño las técnicas de pesca, pero este no tiene suerte, hasta que da con un pez enorme, el que termina devolviendo al mar, provocando la furia inicial tanto de su padre como de su abuelo.
“La animación es algo que siempre me gustó mucho, porque llega a todo el mundo”, explica Lara en el programa, entrevistada por el conductor de Mostradoc, Fernando Caro, al ser consultado sobre su carrera. «Visualmente es muy rico y te da la posibilidad de crear un mundo nuevo».
En cuanto al uso específico de stop motion, el realizador la prefiere porque «se parece un poco a la filmación de ficción. Me gusta la cámara, la iluminación, la fotografía. En el stop motion, a diferencia del dibujo o el 3D, se hacen maquetas, se ilumina, hay toda una puesta en escena bien análoga. Eso era lo que me interesaba».
Lara es autor de una trilogía que incluye «La niña de viento» y «La mujer de tierra», pronto a estrenarse, y destaca que en el stop motion además «todo lo que está adelante de la cámara es real. Tú pones lana y es lana, y se ven los pelitos, y eso es súper rico. No hay ninguna animación, incluso aunque el 3D esté muy evolucionado, que llegue a un nivel de textura tan significativo como la realidad».
Y aunque el film además es parte de la explosión que ha sufrido el género de la animación en nuestro país en los últimos años, el uso del stop motion sigue siendo reducido. «Todos nos conocemos, uno sabe las técnicas que trabajan y creo que hay un buen nivel en Chile. El ver a tus pares te hace darte cuenta el nivel en que estás, hay una retroalimentación y se genera más movimiento», explica.
El director cuenta que las texturas que usaron en la película intentaban evocar elementos del sur de Chile porque la historia era folclórica y se desarrolla en ese escenario.
«Me gusta el sur estéticamente y costumbrísticamente, el hecho de que la gente trabaja en su oficio», expresa. «Quería hacer una historia folclórica que se desarrollara en el sur de Chile, quería rescatar estas costumbres, y lo que encontraba interesante. Hoy puedes tener 30 o 35 años, entrar en confusión y no saber qué hacer. En este caso quise mostrar un personaje que con doce años ya se debía definir como persona, una realidad muy diferente pero tan clara», afirma.
Aún así, en sus palabras, se trata de un film con muy pocos conflictos, porque «esperaba que sucedieran fuera de la película. Que un oficinista viera la película y dijera, ‘qué fuerte y que clara, que un pescador a los doce años se define, y su madurez’, porque qué alargado tenemos nuestro proceso de maduración».
«Es una película más bien contemplativa, un poco lenta», admite.
Lara cita entre sus escenas favoritas aquella donde salta el pez y el abuelo lo celebra asombrado, o cuando el niño se imagina debajo del agua y saluda al animal, «y lo valoriza, no lo ve simplemente como un producto, sino como un compañero de ecosistema».
El film ganó en 2013 en la Competencia Regional de Cortometrajes como Mejor cortometraje en el Festival de Cine Chileno (FECICH).
Ficha Técnica
Dirección: Nicolás Lara
Guión: Nicolás Lara, Víctor Muñoz
Producción ejecutiva: Jetzabel Moreno
Producción: Jetzabel Moreno
Dirección de fotografía: Nicolás Lara
Dirección de arte: Pamela Barrios
Montaje: Nicolás Lara
Música: Pablo Palominos
Vestuario: Carolina Cornejo
Animación: Nicolás Lara, Pamela Barrios
