El cambio probablemente ocurra el primer trimestre de 2016
Aunque el traspaso no tiene fecha concreta, a la espera de la autorización de las autoridades, es el golpe de gracia a la entidad que transmitía sólo música nacional. La frecuencia ahora será controlada por el pastor Fernando Chaparro, que antes compró las radios Corporación y Portales.
La Radio UNO, ampliamente conocida por ser la primera en transmitir exclusivamente música chilena, finalmente desaparece y su frecuencia será arrendada a una emisora evangélica.
Aunque el traspaso depende de la autorización de un ente gubernamental, su concreción será el golpe de gracia a un proyecto que se había convertido desde su nacimiento en 2008 en la casa de muchos músicos locales, varios de los cuales ayer lamentaron el hecho.
“Si las frecuencias radiofónicas son públicas, ¿cómo puede un consorcio venderlas al mejor postor? Triste noticia”, comentó ayer el cantautor Nano Stern en su cuenta de Twitter, donde el tema se convirtió en trending topic.
Otros, como el músico Guillermo “Cuti” Aste, fueron más duros. “Qué mierda de noticia. Nada en contra de la comunidad evangélica, pero perder Radio UNO es una lástima y un daño irreparable”. “Te quise como un hijo”, lamentó también en la red social su legendario ex locutor Luis Hernández.
“Lo de Radio Uno muestra cómo funciona el mercado de las radiofrecuencias aquí. El Estado no se mete, salvo para allanar radios comunitarias”, sentenció en Twitter la Radio Villa Francia.
El cambio probablemente ocurra el primer trimestre de 2016, según señalaron al diario La Tercera fuentes de Ibero Americana Radio Chile (IARC), el propietario de la emisora. IARC es parte del consorcio español PRISA, dueño del diario El País. Radio UNO, eventualmente, podría empezar a transmitir digitalmente, según la misma fuente.
El proyecto de la radio ya había sufrido un duro golpe en junio, cuando salieron del aire todos los programas en vivo.
Todo esto en el año en que se aprobó la Ley de la Música Chilena, que obliga a todas las emisoras a transmitir al menos un 20% de temas locales. Según La Tercera, de hecho esta norma perjudicó a la radio, ya que su perfil dejó de ser novedoso.
El diario también apuntó a una baja sostenida de la audiencia y cita una encuesta Ipsos, según la cual la emisora obtuvo un 3,2% de alcance en el ranking general del cuatrimestre de enero a abril de este año, situándose luego en un 2,4% entre agosto y noviembre de la misma temporada. En los últimos meses se ubicó en el puesto 16 del listado global.
Con su desaparición, al menos en el dial abierto, Radio UNO sigue un camino similar a la legendaria Radio Umbral, que funcionó entre 1986 y 1993, y que se caracterizaba por emitir música chilena y latinoamericana. Curiosamente, Umbral pertenecía a otra entidad evangélica, la Corporación Metodista, lo que no impidió que desapareciera por falta de auspiciadores.
La frecuencia 97.1 de Radio UNO será tomado ahora por Radio Corporación, que hasta ahora operaba en 1380 AM. Esta emisora es parte del Ministerio Cristo tu Única Esperanza (CTUE) y propiedad del pastor Fernando Chaparro Soto, y actualmente emite desde San Joaquín. Está ligada a la Iglesia Evangélica Misión Poder Pentecostal.
Chaparro, que cultiva un bajo perfil, alejado de la prensa, invierte en bienes raíces desde los años 90. Compró Radio Portales de Santiago y Radio Corporación en 1996, y en 2002 apareció en la prensa porque también adquirió la famosa disco Broadway de la ruta 68.
El pastor además ha tenido problemas legales. En 2009, Chaparro, junto a otros nueve particulares y empresas, fue acusado por la Fiscalía Nacional Económica (FNE) de ejecutar hechos destinados “a eliminar la competencia entre los oferentes de diversos procesos de licitación para el otorgamiento de concesiones de radiodifusión sonora de frecuencia modulada”.
