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“DARK” del Colectivo Zoológico: la descuartizada representación sobre una mujer llamada Juana Crítica de teatro

“DARK” del Colectivo Zoológico: la descuartizada representación sobre una mujer llamada Juana

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El Colectivo Zoológico (No tenemos que sacrificarnos por los que vendrán) pone en escena no una historia, sino varias, y a su vez, el problema de cómo reconstituir algo que ya es leyenda: aquí Juana de Arco. Y entonces como muñecas rusas una historia cabe dentro de otra y lo que vemos en “Dark” es una reinterpretación de la ya conocida obra de Bertolt Brecht “Santa Juana de los mataderos” (1931).


Con la versión Metal de Summer de Vivaldi, “Dark”, el último trabajo escénico del Colectivo Zoológico, abre la función de una temporada que termina el 12 de agosto en Matucana 100.

“El arte es mediación, entre el mundo y el espectador” dice Josette Féral para resaltar la idea de cómo siempre habrá una interposición entre el hombre y lo real, siendo ésta una interpretación caótica. Acaso la guitarra eléctrica de Alexi Laiho interpretando el cover de uno de los compositores clásicos universales más populares como Vivaldi, sirven para subrayar esta idea de “mediación”. Otra, es la del teatro, y con él, todas sus metáforas y deseos por comprender lo que nos rodea. Pero, ¿y qué sucede cuando esa comprensión anhela mirar el pasado, cuando lo que se quiere es mediar el presente con una realidad ya vista? En otras palabras, ¿cuando queremos replicar un acontecimiento para convertirlo en otro? Este, por qué no, es un acto de intrínseca violencia.

El Colectivo Zoológico (No tenemos que sacrificarnos por los que vendrán) pone en escena no una historia, sino varias, y a su vez, el problema de cómo reconstituir algo que ya es leyenda: aquí Juana de Arco. Y entonces como muñecas rusas una historia cabe dentro de otra y lo que vemos en “Dark” es una reinterpretación de la ya conocida obra de Bertolt Brecht “Santa Juana de los mataderos” (1931). Entonces, ¿cómo Nicolás Espinosa y Lauren Lemaitre, sus directores, abordan la representación de la heroína francesa y santa Juana d’Arc? “Centrarnos en una investigación relacionada con las características fenomenológicas del escenario (el espacio, el tiempo y la representación) más que con serle fiel a la historia” explican ellos, respecto a las improntas con las que trabajaron.

Así, ellos no solo se apropian de la historia para contarla de nuevo, sino que además hacen pedazos lo que sabemos de Juna y, literalmente, con sierra eléctrica y pala en mano cuentan una versión nueva: su propio “cover” de la histórica obra de Brecht, centrado más en “rescatar el ‘espíritu’ de ‘Santa Juana de los mataderos’ que sus ideas centrales”. Con falda escocesa y pasamontañas rojo, vemos aparecer a Juana en medio de innumerables muñequitas de porcelana. Un entorno que apunta a los años noventa, donde la anarquía y la ruptura de estereotipos –además del capitalismo como la principal batalla– cercan el contexto de “Dark”, donde el centro es una mujer.

Decenas de fotografías de quién fue Juana, un pequeño refrigerador donde guardan la cabeza del personaje descuartizado, una caja de herramientas con las que cercenaron su cuerpo, y un delantal de carnicero ensangrentado, además de otros elementos, conforman el espacio escénico que funciona como laboratorio para juntar las partes, y entonces contarnos, a nosotros, cómo fue que Juana fue asesinada.

No sabemos sino hasta el final las condiciones en las que dicho asesinato ocurrió, aunque advertimos que ese hecho es solo un pretexto que les sirve a los personajes para articular un relato de muerte. Porque para el Colectivo Zoológico el cómo narrar es también una estrategia, un modo que opera así, como cuerpo cercenado y desprovisto ya de todas sus miembros. El problema de lo que se representa y cómo articular lo que ya ha sido contado, avanza en paralelo a la ficción o “realidad” que su elenco construye.

Imposible no referirse a los registros audiovisuales con los que éste colectivo trabaja. La cámara, siempre en escena, funciona como un personaje más, donde “enfocar” aparece como símbolo y síntesis ante esa necesidad por asir la realidad, cualquiera sea esta. Es la cámara la que media y la que dispara. La sensación de vivir esta historia tan de cerca a causa del registro de imágenes simultáneas (todas en vivo), hacen que la interpelación hacia nosotros y su denuncia funcione casi como un llamado estridente sobre el rostro.

Podría decir que incluso esta es una obra que raya en lo pornográfico u obsceno, en cuanto a la exposición y administración de imágenes. En este sentido, las palabras de Baudrillard ayudan: “ya no es la obscenidad de lo oculto, reprimido, oscuro, sino la de lo visible, de lo demasiado visible, de lo más visible que lo visible, la obscenidad de lo que ya no tiene secreto”.

Como “personajes-pantalla” (la adjetivación es mía) se nos enrostra esta versión de la historia sin que nada quede en disimulo. Todo es expuesto, por lo tanto, denunciado, por lo tanto, visto. Juana es cuerpo muerto y vivo mil veces en tanto se representa y se hace mención a ella. La importancia de una obra donde la mujer toma posesión central de lo representado no es casual, y así lo confirman sus directores: “vivimos en una sociedad muy patriarcal y machista, característica que se expresa en todos los ámbitos de la realidad. Dentro del proceso, esto era algo ineludible. Nuestra opción fue no mirar directamente al femicidio, por ejemplo, pero sí profundizar en las diferentes dimensiones de la relación entre hombre/mujer. El ‘descuartizamiento’ constituye una de las imágenes más potentes que aparecieron durante el proceso de creación”.

Las actuaciones de José Miguel Neira, Viviana Nass, Juan Pablo Troncoso, José Miguel Aguirre y Germán Pinilla, otra vez, destacan por lo excelente. Quizás lo único que queda en deuda es haber encontrado un ajuste más preciso en cuanto a la combinación de trabajar con la figura icónica de Juana, en relación al juego de la representación dentro del teatro. Aún así, la sangre y el ojo, quizás las dos figuras más presentes tanto en el texto como en su representación, nos llevan a una experiencia estética cercana a las del cine gore y Dario Argento; y a otra muchísimo más grave: a historias como las de Nabila Rifo, la chilena de 28 años a quien le arrancaron los ojos. Y esto, para desesperanza nuestra, no es mediación, sino la más cruda y despiadada realidad.

“Dark”, del Colectivo Zoológico

Dirección: Nicolás Espinoza y Lauren Lemaitre.

Asesoría dramatúrgica: Juan Pablo Troncoso

Elenco: Viviana Nass, José Manuel Aguirre, José Miguel Neira, Germán Pinilla, y Juan Pablo Troncoso.

Producción: Paula Pavez

Diseño: Laurene Lemaitre.

Asistente de Vestuario: Josefina Iturrieta

Jefe Técnico y audiovisual: Pablo Mois

Se presentará hasta el viernes 12 de Agosto en Espacio Patricio Bunster de Matucana 100.

Jueves, viernes y sábados 20:30 hrs. Domingo 20:00 hrs.  

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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