Las actividades se realizaron el pasado fin de semana
Durante 48 horas, Rancagua se convirtió en la capital de la música. Conciertos al aire libre, conferencias de críticos, músicos, compositores y científicos, así como puestas en escena en sitios patrimoniales, rompieron el paradigma de la región como zona alimentaria y minera, para transformarse en los acordes de un nuevo polo cultural.
Poco más de 48 horas le bastó a Toccata Rancagua para imprimir su sello cultural en la capital de la Región de O’Higgins; un sello que, por su impacto local, aspira a ser indeleble.
La segunda versión de este evento, que copó de actividades -la mayoría de ellas gratuitas- cada rincón patrimonial de Rancagua, trajo algo más que música. Siendo el llamado principal una invitación para transitar desde el Barroco al Jazz, la oferta cultural que inundó la ciudad confirmó que la idea de descentralizar la cultura no es solo un loable propósito en materia de gestión cultural, sino que más bien es un grito, una exigencia, un clamor, que por más que se diera en sordina, surge con intensidad desde lo profundo de la comunidad y que es imposible no escuchar.
Ese aullido fue lo que atendió Toccata Rancagua y que vio correspondido el esfuerzo por asistencias masivas a cada de uno de los eventos planificados: En Teatro Regional, en la casa de la Cultura, en el Museo, en la Iglesia San Francisco, en las ferias libres, en la cárcel y hasta en la Plaza de Armas, hasta donde llegó mucha gente a escuchar el concierto inaugural de la Orquesta Sinfónica Municipal Juvenil e Infantil de Rancagua, aún cuando la lluvia había dejado de ser amenazante para pasar a un aguacero sin piedad.
Durante la actividad, que fue presidida por Alejandra Kantor, directora Ejecutiva de Fundación Toccata Rancagua y por autoridades regionales y comunales y en el que el público se deleitó con interpretaciones de Händell, Diabelli, Offenbach, Mozart, Mascagni y Strauss, se llevó a cabo -bajo la dirección de Eduardo Díaz Rodríguez- el esperado estreno de la obra Surcos de la tierra, pieza creada especialmente para esta ocasión por el compositor René Silva como un homenaje a la ciudad de Rancagua.
El compositor nacional, cuyas creaciones han sido interpretadas en Francia, Estados Unidos y Japón, entre otros países, explicó que el objetivo de esta obra -inspirada en la canción El Arado de Víctor Jara- además de sentido homenaje, tuvo como propósito un fin pedagógico: «Realizar un acercamiento de los jóvenes músicos rancagüinos a la música contemporánea».
Pero así como este acto fue un viaje de lo clásico a lo contemporáneo, la experiencia vivida durante la noche anterior fue un auténtico tránsito por una máquina del tiempo. En poco más de una hora, la interpretación vocal y el garbo de la mezzosoprano Constanza Dörr, transportó al público a la Europa de entre guerras, convirtiendo el clásico bar de la ciudad, el Viejo Rancagua, en un cabaret alemán de los años 30.
Con canciones de Kurt Weill y textos de Berthold Brecht, el espectáculo presentado por Constanza Dörr, en un muy buen elegido escenario, el bar Viejo Rancagua, en el que se exhibe la evidencia del tiempo en afiches y propagandas comerciales del siglo pasado, celebra los 60 años de la muerte del compositor alemán con pasajes de la obra Los tres centavos, además de Youkali, Bilbao Song, Srabaya Johny y el dramático Je ne t’aime pas.
Constanza Dörr
«Weill y Brecht crearon un teatro político, progresista, pacifista y provocador, que se llamó Songspiel. Sus obras conjuntas siempre tienen misericordia, piedad y empatía con las prostitutas, los abandonados y perdedores del sistema capitalista», comenta Dörr, a quien bastó solo la primera canción para trasladar a todo el mundo a la época en que los nazis comenzaron a secuestrar el poder. Todo, claro, con elegancia, dramatismo y talento, bajo los acordes del piano de André Maupoint.
Antes de que el público y los traseúntes, que atraídos por el espectáculo del Cabaret, comenzaran a atestar los salones y salidas del bar hasta alcanzar el patrimonial paseo Estado, la emoción y los sueños estuvieron concentrados en el Teatro Regional de Rancagua, donde la compañía de Teatro Onirus, dirigida por Horacio Videla, presentó Alicia tras el Espejo, una obra que mezcla el cine con el teatro tradicional, y que ya se ha convertido en un clásico de las tablas infantiles del país.
La obra es un viaje por una realidad donde todo está invertido, siendo los aprendizajes más claros los que recibe de la Reina Blanca como «creer en lo imposible» y de la Reina Roja: «puedes si quieres».
Alicia tras el espejo. Teatro Onirus
Junto con los conciertos, que cubrieron prácticamente todos los sectores más emblemáticos de Rancagua, el programa fue acompañado de charlas que también tuvieron audiencias masivas.
Una de las conferencias más aplaudidas fue la del «Sonido del Universo», ofrecida por el físico y pianista, Francisco Claro Huneuss.
Luego de una introducción por Pitágoras y un paseo por la cosmovisión antigua que refería que el roce de los planetas producía música de las esferas, también llamada música celestial por el contacto entre los cuerpos celestes, el científico, quien el es hijo menor de la escritora Marcela Paz, revisó también los últimos hallazgos de la física moderna en especial la reciente detección en la tierra de las ondas gravitacionales que produjo un cataclismo de proporciones en el espacio sideral. Tal nivel de abstracción fue coronado por un concierto de piano que dio el propio científico con las partituras de Johann Sebastian Bach.
Científico Francisco Claro
Los aplausos también premiaron la conversación entre el crítico musical argentino, Diego Fischerman y la periodista y emblemática voz de radio Cooperativa, Cecilia Rovaretti.
Conocido como la «Oreja de Argetina», este erúdito crítico deambuló en sus reflexiones desde el recién concedido Premio Nobel de Literatura a Bob Dylan hasta la disquisición si la música es arte o espectáculo.
Otra de las conversación que generó valor a Toccata fue la mesa redonda «Quien le teme a la música clásica», integrada por el compositor Sebastián Errázuriz, el pianista André Maupoint, el director de orquesta Eduardo Browne y Fischerman.
Otros de los eventos esperados fue la participación de las orquestas juveniles e infantiles de la región. Si bien estos conciertos estaban originalmente pensados para realizarse en plazas públicas, la lluvia obligó a la producción de Toccata a trasladarlos hasta el Teatro Regional, donde los pequeños músicos cumplieron el sueño de tocar en un recinto profesional. Así fue como se presentó la Orquesta Sinfónica Infantil de Rengo y la Orquesta Sinfónica Infantil de Chimbarongo.
Uno de los momentos también brillantes que superó las expectativas con creces fue la presentación en la Iglesia San Francisco del «Dixit Dominus», Orquesta Barroca y Coro Nuevo Mundo.
Orquesta y coro Nuevo Mundo en Iglesia San Francisco
Después de participar en las óperas Don Giovanni de Mozart, las Indias Galantes de Rameau y Orfeo de Monteverdi, la orquesta y coro Nuevo Mundo se han ganado, con justicia, el reconocimiento patrimonio musical de la Región de O’Higgins.
Bajo la dirección de Paula Torres Ayala la orquesta y el coro lograron cautivar al público hasta el júbilo. Entre las voces destacó particularmente la de Elena Pérez.
Claramente uno de los eventos más esperados era el show de Manuel García, que se presentaría el sábado en horario estelar, como acto de cierre, junto al Emsable Musicactual, dirigido por director y compositor Sebastián Errázuriz.
Por motivos personales de García, el concierto Los Habitantes (bestiario) que sin ser estrictamente una cantata, dialoga con la tradición de las cantatas populares que surgen en Chile a partir de la década de los 70, se suspendió hasta el 9 de noviembre en que se retomará el concierto en el Teatro Regional de Rancagua.
Ese mismo día, se realizará también el recorrido patrimonial de Mapa Literario, actividad que fue suspendida por lluvia, y que conducirá a los participantes por un circuito por distintos puntos de la ciudad que han sido abordados por cuentos, novelas y poemas, partiendo por Óscar Castro y Los inútiles.
Así, Toccata Rancagua tendrá una segunda jornada, en unas semanas más, para cerrar el capítulo 2016 con la certeza de que la apuesta cultural se escuchó, más allá de la propia música.
