EL destacado dramaturgo y Premio Nacional, autor de obras célebres como Los invasores (1963) y Flores de papel (1970) vivió sus últimos años dedicado a la acuarela en Calera de Tango. Sus dramas tratan temas sociales, políticos y existencialista tales como el conflicto entre clases sociales, las diferencias generacionales y la decadencia social; también critican los efectos negativos que algunas reglas sociales pueden causar en la existencia de los individuo.
A la muerte del Premio Nacional de Artes Escénicas, el dramaturgo Juan Radrigán, se suma el fallecimiento los 90 años de otro dramaturgo de gran envergadura y también Premio Nacional, Egon Wolff.. “Nuevamente un gran dramaturgo y premio nacional nos deja. Muchas gracias don Egon Wolff por el inmenso aporte al teatro chileno”, sostuvo el ministro de Cultura, Ernesto Ottone. Autor de “Los invasores” obra cumbre del teatro nacional. Un grande de nuestras tablas nos ha dejado. Todo nuestro cariño a su familia”.
De padre prusiano y madre de origen alemán-sueco, Egon Wolf sintió atracción por la escritura a muy temprana edad. A los 8 años, oculto de sus padres, comenzó a escribir poesía y a los 14 su padre lo matriculó en la Escuela Militar, intentando alejarlo así de sus tempranas manifestaciones artísticas.
En la adolescencia sufrió «su primer ataque de sombra al pulmón, enfermedad que lo mantuvo en reposo y que volvería a padecer dos veces más adelante. En su larga recuperación, se dedicó a leer vorazmente lo que trajo como resultado su primera novela», escrita a los 16 años: El ocaso.2
Estudió Ingeniería Química en la Universidad Católica, de la que tituló en 1949, pero luego se dedicaría al teatro. Su carrera empezó a tomar forma, como la de muchos de sus contemporáneos durante los años 1950, al alero de las compañías universitarias, tanto de su alma máater como del experimental de la Chile.
Se inició como dramaturgo después de ir a ver, en 1950, la actuación de su amigo Eugenio Guzmán en La muerte de un vendedor viajero, de Arthur Miller: «Esa obra despertó en mí el deseo de escribir teatro. Fui a verla como cinco veces porque me fascinó. Entonces me dije ‘Esto es lo que quiero hacer, quiero escribir teatro'», recordaría 63 años más tarde.4
Su primer gran éxito fue Parejas de trapo, pieza con la que ganó en 1959 el concurso del Teatro Experimental de la Universidad de Chile. Otra obras emblemáticas suyas son Los invasores (1963) y Flores de papel (1970). Hacia el año 2009, sus piezas se habían estrenado en una treintena de países y en decenas de idiomas.
Wolff se incorporó en 1979 como profesor titular de Dramaturgia en la Escuela de Teatro de la Universidad Católica, cargo que ejerció hasta 1991. Se convirtió en miembro de número de la Academia Chilena de la Lengua en 1983.
Sus dramas tratan temas sociales, políticos y existencialista tales como el conflicto entre clases sociales, las diferencias generacionales y la decadencia social; también critican los efectos negativos que algunas reglas sociales pueden causar en la existencia de los individuo.
En 2013 fue distinguido con el Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales de Chile. Vivió sus últimos años en Calera de Tango, al sur de Santiago, donde tenía su casa.
En 2013, Wolff obtuvo el Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales de Chile.