Tras ganar en el año pasado el Premio Pulsar al Mejor Artista de Música de Raíz chilena, la banda que arma su carnaval en cualquier lugar que se presenta, animó la fiesta junto a Chico Trujillo y Juana Fe en un show lleno de color y fantasía. Con casi 20 músicos en escena, la banda agitó la audiencia hasta las 04:00 y anunció su cuarto álbum, con un sonido marcadamente negroide.
A lo largo de su historia, la Banda Conmoción ha lanzado tres discos, un DVD y conmovido a miles de fanáticos en Chile y Latinoamérica. Desde su creación en 2001, las canciones del grupo se han tornado en uno de los símbolos culturales del folclore latinoamericano.
Fue en abril el mes en que la banda cumplió los 15 años , pero en esa época estaban de gira por América Latina, de modo que decidieron postergar la fecha de celebración para este 23 de diciembre como fecha de fiesta previa de Navidad y que se llevó a cabo en la Cúpula del Parque O’Higgins, donde el público desbordó entusiasmo desde que abrió sus puertas.
«Esta presentación surgió de la idea y necesidad de remarcar y compartir los hitos de nuestra agrupación», cuenta Italo Osses, uno de los trompetistas del grupo. «Mantener un proyecto de esta envergadura, que involucre a un equipo de más de 20 personas es muy difícil, creemos que es un gran desafío y un gran logro. Como cualquier otro aniversario, este nos produce una alegría tremenda y queremos compartirlas con nuestros seguidores, con quienes nos han acompañado a lo largo de todos estos años».
“Quisimos recordar los tiempos del Galpón Víctor Jara en Plaza Brasil, desde ahí nació la iniciativa de hacerlo con compañeros que siempre nos han acompañado a lo largo de la historia de la banda como Juana Fe y Chico Trujillo. Preparamos un espectáculo bien romántico, con hartos clásicos del pasado, invitados especiales que para nosotros son muy significativos para nuestra como compañeros que la formación original, y también con músicos invitados como Olga Carrasco con su chinchín en una presentación bien bonita de ver y algo de porro colombiano que dará ese saborcito de 15 años de la historia que tenemos”, contó Herbert Kendall, saxo tenor de la banda, antes de comenzara el show.
Inicio teatral
Los orígenes de la banda están en el teatro. Osses recuerda que Teatro Mendicantes, la compañía donde se incuba Banda Conmoción, «en algún momento entró en receso y en ese momento, músicos, actores y bailarines de la compañía decidimos continuar nuestro trabajo desde el ala musical».
«En ese momento los desafíos fueron integrarnos todos alas distintas áreas artísticas que conformábamos, los músicos ser más ‘escénicos’ y los actores y bailarines más músicos», dice.
En sus inicios, la banda Conmoción empezó como una propuesta bien folclórica que sumó la intervención artística callejera para reinterpretar la fiesta latinoamericana con muchos colores y teatralidad. La idea fue traspasar el espíritu de las manifestaciones tradicionales para conquistar a una audiencia transversal.
“Tenemos un recorrido amplio en estos 15 años, hemos tenido hartos viajes, hartas felicidades, hartas tristezas, hemos crecido mucho, llegamos ahora conociendo mucha gente, amigos que ha pasado por la banda y que ha renovado esa agrupación. Lo lindo es que la esencia sigue, la banda arma su carnaval cada vez que toca», cuenta Carlos Flores, clarinete de la agrupación y parte de la formación original.
«El público de la banda es muy transversal, hay abuelitos, niños y jóvenes. Es como la banda misma, muy diversa, somos 19 músicos en escena y evocamos el pueblo, pasa lo mismo con la gente; hay una cercanía que se siente desde que nosotros comenzamos a tocas”.
El objetivo, eso sí, sigue siendo el mismo: «conectar con la gente, generar un espacio de retroalimentación, originar el espacio mágico y rebelde de la fiesta, el carnaval», en palabra de Osses. «En un plano más general pretendemos compartir el sentido de la fiesta, sus fundamentos, presentando y reinterpretando la tradición y su alegría insurrecta».
El esperado concierto fue precedido por Juana Fe y Chico Trujillo, quienes animaron el público hasta que fue el turno de la Banda Conmoción que agitó la Cúpula hasta las 4 de la madrugada. Los músicos señalan que desde que empezaron tienen una relación cercana a las dos bandas y explican que la leve diferencia de estilos musicales no es obstáculo para que el público se identifique con las tres agrupaciones.
“En la historia de la banda siempre estuvimos juntos con ellos, somos amigos y la gente siempre también relaciona Juana Fe, con Chico Trujillo y con la Banda Conmoción. Chico Trujillo es mucho más ligado a pachanga y Conmoción mucho más al folclore latinoamericano, pero en lo que se junta con Juana Fe, los tres grupos en su melodía siguen en general una vertiente de la cumbia chilena. Pero un poco más allá, los grupos también hacen una mezcla de ritmos, algo más afro junto investigaciones latinoamericanas que hace que se exploren sonoridades en un tipo de música más compleja”, añade Kendall.
Para el próximo año la Banda Conmoción anunció el lanzamiento de su cuarto álbum, Festejos, el que reflejará el resultado de la investigación de los ritmos latinos que conocieron durante la de este año.
“Serán puros temas de autoría de la banda, un disco muy afro, muy negroide y hartas cosas que fuimos experimentando en nuestros pasos por Latinoamérica. Hay elementos de la música de Colombia, de Perú, hacemos investigaciones acá también con la música de los chinchineros y así vamos explorando”, explica Flores.
A modo de conclusión, Osses celebra el panorama musical actual, que ve «de los más variado y nutrido, con propuestas muy interesantes, como las de Negros de Harvar, Santiago Down Beat o bandas emergentes como Insultanes. Hace unos pocos días la banda de bronces Rim Bam Bum lanzó su primer disco. Generalmente todo este trabajo es muy a pulso».
«Creemos que el problema es la falta de espacios, sobre oferta de propuestas artísticas y pocos espacios, sobre todo para las bandas nuevas, que están emergiendo. Algunos locatarios se aprovechan de la situación ofreciendo condiciones y tratos pésimos. Las autoridades están al debe, abandonando a nuestros artistas a la suerte del mercado en contraposición a su discurso pro desarrollo cultural», concluye.