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Aumenta el uso de la bicicleta en Santiago pero no hay dónde estacionar En medio del crecimiento explosivo de este medio de transporte

Aumenta el uso de la bicicleta en Santiago pero no hay dónde estacionar

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Marco Fajardo Caballero
Por : Marco Fajardo Caballero Periodista de ciencia, cultura y medio ambiente de El Mostrador
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El Ministerio de Vivienda y Urbanismo decretó que tanto las construcciones públicas como privadas deben tener un estacionamiento de bicicletas por cada 10 de autos. Sin embargo, hoy esta norma no se cumple e incluso algunas oficinas decidieron retirar los estacionamientos que tenían destinados para los ciclistas.


Aunque el uso de la bicicleta en Santiago se ha incrementado en el último tiempo, varias voces critican que la infraestructura -como las ciclovías y los biciestacionamientos- no han crecido de manera acorde.

En el uso de este medio de transporte, Santiago es superada a nivel latinoamericano sólo por Bogotá, según el estudio «Ciclo-inclusión en América Latina y el Caribe: Guía para impulsar el uso de la bicicleta», del Banco Iberoamericano de Desarrollo, de 2015.

En 2016, la primera Encuesta Verde realizada por la Intendencia de Santiago y Bike Santiago reveló que un 50% de los encuestados dejó de usar el transporte público y un 13% dejó de utilizar su auto particular por la llegada del sistema de bicicletas públicas de Santiago.

Actualmente Santiago cuenta con 230 kilómetros de ciclovías y los viajes en bicicleta representan un 7% del total, con un millón de viajes diarios. Además se importaron 900.000 bicicletas el año 2016.

Demanda creciente

“Uno de los problemas para los ciclistas hoy en día es la falta de infraestructura. Si realmente queremos lograr una descongestión vehicular, hay que facilitar espacios y vías para ellos. La idea es que conducir una bicicleta sea realmente un beneficio y en Chile no lo es”, explica Jaime Sarrà, director general de la consultora inmobiliaria NAI Sarrà.

Hace un año el Ministerio de Obras Públicas comprometió en Santiago, la construcción de 70 Km de ciclovías para antes del 2017. De la mano con aquella inversión, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo decretó que tanto las construcciones públicas como privadas deben tener un estacionamiento de bicicletas por cada 2 de autos.

Según «Biciestacionamientos-Estudio ciudadano sobre cumplimiento de normativa en edificios públicos y privados de uso público», desarrollado por ADC Bicicultura, Asociación de Defensa del Consumidor, presentado el año pasado, «hoy ya resulta vital resolver la escasez de lugares seguros donde biciestacionar, para satisfacer la demanda creciente de la población».

Normas recientes

El estudio incluyó una encuesta a 1.441 personas y según el mismo menos de un tercio de los edificios reportados cuentan con algún tipo de biciestacionamientos. Sin embargo, menos del 5% de los edificios estudiados cuenta con biciestacionamientos que cumplan con la norma.

En general, los edificios que se encuentran más cerca de cumplir la norma son los educacionales, especialmente universitarios, según el documento. Los tipos de edificios analizados en esta consulta fueron habitacionales de altura, de oficinas, de gobierno y servicios públicos, educacionales y comerciales.

«Entre quienes reportan que en su edificio -ya sea de residencia, trabajo o estudios- sí hay biciestacionamientos, más del 83% indica que es necesario ampliar su capacidad. Incluso más del 65% piensa que hay que ampliar esta capacidad en un volumen relevante y un 40,08% cree que al menos hay que duplicar la capacidad instalada», agrega.

«Hay un déficit importante en los servicios públicos. En muchos casos tiene que ver con que son edificios patrimoniales, donde es difícil hacer intervenciones», señala Henry Herrera, coordinador del estudio y uno de sus autores.

«El 93,9% de quienes fueron encuestados cree que, de haber más biciestacionamientos en su comuna, se incrementaría el número de personas que usa la bicicleta como medio de transporte, ya que para los viajes de corta distancia podrían hacer trámites, compras o pagar cuentas de manera más segura», dice Herrera.

«Hoy tenemos 1,2 millones de viajes diarios en bici en Santiago y aumentando, por lo que se hace urgente que los municipios generen ordenanzas destinadas a este tema, como lo hizo Antofagasta el año pasado. Si los negocios locales tienen claras las reglas para instalar biciestacionamientos, estos se multiplicarán a través de la ciudad, facilitando la movilidad ciclista, sin presionar el limitado presupuesto comunal», asegura el especialista.

«De hecho, a fines de marzo en Bicicultura comenzaremos un curso de capacitación gratuito para dirigentes de organizaciones ciclistas de 6 ciudades, vía e-learning, llamado ‘Biciestacionar en mi comuna’, que aborda los aspectos normativos, técnicos y comunicacionales esenciales en este tema».

Camarines y lockers

Lamentablemente, hoy la norma no se cumple e incluso algunas oficinas decidieron retirar los estacionamientos que tenían destinados para los ciclistas, y dado que en los edificios de oficinas la seguridad aplica para todos los usuarios, entonces prohíben el ingreso de las bicicletas a los ascensores, señala la consultora NAI Sarrà.

«Existe una necesidad de adecuarnos a las tendencias y a los nuevos estilos de vida, por lo que deberíamos fomentar la construcción de estacionamientos de bicicletas para los ciudadanos que optan por este medio de transporte», dice Sarrà.

«Pero el lugar físico no es todo, una buena manera de cambiar la forma en que miramos el sistema de transporte público sería incluir también camarines, lockers y duchas en los espacios comunes de los subterráneos en los edificios de oficinas, para que así los usuarios puedan usar este medio de transporte para ir a sus trabajos con la comodidad que el uso de las bicicletas requiere”, dice.

Algunas ciudades en el mundo como Amsterdam o Berlín fomentan y facilitan el uso de las bicicletas como una forma de disminuir la congestión, y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

“En Alemania puedes poner hasta 7 bicicletas en el espacio de un auto a través de un sistema de palancas. Lo que demuestra que cuando los ciclistas reciben una buena prestación, incluso están dispuestos a pagar por un establecimiento que entregue el servicio de estacionamientos de bicicletas con todo lo que esto requiere”, concluye.

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