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Desde el Gaslight Café a la ceremonia del Premio Nobel: “A Hard Rain’s A-Gonna Fall” de Bob Dylan FT Weekend

Desde el Gaslight Café a la ceremonia del Premio Nobel: “A Hard Rain’s A-Gonna Fall” de Bob Dylan

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“Hard Rain” fue escrito, dicen las notas de la portada del álbum, “durante la crisis de misiles cubanos en octubre de 1962”. Pero, de hecho, la canción se había terminado de escribir semanas antes de la crisis.


Por David Cheal*

Interminablemente, los Dylanologistas investigaron profundamente su origen, su significado y su simbolismo lírico. Pero lo que sabemos acerca de “A Hard Rain’s A-Gonna Fall” (“Una fuerte lluvia va a caer”), es que fue escrita en 1962 en un cuarto arriba del Gaslight Café en el pueblo de Greenwich, usando una máquina de escribir que le pertenece al poeta Beat y activista conocido después como Wavy Gravy, y así fue como se convirtió en una de las canciones más populares de los años 60: un aullido de aborrecimiento ante… bueno, casi todo como la guerra, obviamente, pero también la pobreza, la ignorancia y el deseo.

Bob Dylan escribió “Hard Rain” (“Lluvia fuerte”) al estilo de una balada fronteriza escocesa de hace siglos llamada “Lord Randal”, con su formato de preguntas y respuestas: “Oh en dónde has estado, Lord Randal, mi hijo, Y en donde has estado mi precioso joven.” (La melodía de Dylan es similar a “Lord Randal” también, tal cual su uso de los tiempos 3/4) pero en vez de una historia de amor medieval, de traición y envenenamiento, el “Darling Young One” (“Mi Joven Querida”) de Dylan lleva la batuta de los poetas Beats, representado en un conjunto de imágenes crudas de siete minutos, una visión apocalíptica de martillos ensangrentados y ramas negras que gotean sangre. La cantó por primera vez poco tiempo después de escribirla, bajo las escaleras del Gaslight Café; una grabación pirata hecha oficial en el año 2005 demostró que casi no cambió la letra entre esa presentación y la grabación de estudio para su álbum “Freewheelin’ Bob Dylan”, a excepción de la siguiente línea, “Escuché el sonido de una persona que gritó, él era humano.”

“Hard Rain” fue escrito, dicen las notas de la portada del álbum, “durante la crisis de misiles cubanos en octubre de 1962”. Pero, de hecho, la canción se había terminado de escribir semanas antes de la crisis. Las letras de “Pellets of Poison” (“Perdigones de Veneno”) y “Hard Rain” no eran, como muchos suponían, referencias directas por consecuencias nucleares; Dylan luego dijo que los perdigones envenenados eran las mentiras dichas por los periódicos, mientras que “Hard Rain” en sí era más una premonición general de los terribles acontecimientos. Cosas malas van a suceder, decía Dylan.

Pasaron nueve años y Dylan era ahora una figura sombría que no había pisado los escenarios por dos años. Pero entonces, en el concierto de Bangladesh en el Madison Square Garden en Nueva York en 1971,  el organizador de este show pionero de ayuda, George Harrison, hizo un anuncio casual desde el escenario: “Tengo el agrado de traer a un amigo de todos nosotros: el señor Bob Dylan”. El público estalló de pie. La primera canción de Dylan fue oportuna, dado el contexto que motivó dicho concierto: “Hard Rain”, enérgica y acompañada por su propia guitarra, bajo y adornado por los gentiles deslizamientos de guitarra de Harrison. Dylan estaba nuevamente en el centro de atención.

Mientras tanto, su canción había tomado vida por sí sola. Joan Baez grabó  la primera de varias versiones acústicas y de guitarra eléctrica acoplada para formar un dulce fondo para su impresionante voz en su álbum de 1965, “Farewell, Angelina” (“Adiós, Angelina”). El pianista y cantante Leon Russell grabó la primera de varias versiones movidas en 1971. Una de las más audaces vino de parte de Bryan Ferry, quien inauguró su álbum solista “These Foolish Things” (“Estas cosas tontas”) en 1973 con su versión única de “Hard Rain”, reinventado como una escalofriante canción rockera de tres minutos con pianos y violines entrecortados, coros y efectos de sonidos (como relámpagos y risas) y la dramática entrega vocal de Ferry. Es una obra maestra.

Dylan ha continuado cantando “Hard Rain” a lo largo de los años, actualmente acompañado por una banda en la cual Dylan desafina, como es ahora su costumbre. Una grabación en vivo en YouTube es seguida por comentarios que,  generalmente, corresponden a una de dos categorías: Dylan es un Dios o simplemente “Bob, por favor, detente”.

Entonces quizás fue inteligente de parte de Dylan no aparecer en la ceremonia del Premio Nobel del año pasado en Estocolmo. Una feliz coincidencia. Patti Smith había sido elegida para presentarse en la ceremonia antes que anunciaran el premio de Literatura. Cuando ella supo que el premio iba dirigido a Dylan, decidió cantar “Hard Rain”. Su versión los hizo llorar, a pesar que tartamudeaba la letra y se disculpaba constantemente por la situación. Una vez que ella había vencido sus nervios, Smith manejó la canción con confianza, su voz rompiéndose emocionalmente; la audiencia de dignatarios y realeza se llenó de lágrimas. La orquesta agregó peso y dignidad. Como nos decía Dylan, todavía ocurren cosas malas.

* Traducido por Sofía Leiva Vea, Traducción Inglés Español Universidad Arturo Prat de Iquique (UNAP)

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