Con ocasión de labores profesionales en un órgano del Estado a cuyo servicio estuve, me toco asistir a un comparendo en la Localidad de Buin, en el llevamos como testigo a un destacada arqueólogo de la Plaza quien antes de prestar juramento propio de quien testifica, me había contado en privado que la antena de telefonía celular que motivaba el pleito no se localizaba en terreno neutral, sino que en terreno Incaico. Efectivamente, según me relato, la generación de ondas electromagnéticas que hacen posible la telecomunicaciones inalámbricas se situaba sobre un Pucara Inca y más precisamente en Cerro Collipeumo, Sector de Champa, Región Metropolitana. Allí el intendente Inca de la época Michimalonco habría decidido aselar la recientemente fundada Santiago- un 11 de septiembre de 1542- en circunstancias que el hidalgo y Adelantado Pedro De Valdivia se encentraba en el Sur de Chile. El motivo real habría sido la promesa incumplida de entregarle tierras al sur de la Mapucho. Años más tarde, el mismo testigo hoy a punto de jubilarse, encontró vestigios, luego de que el terremoto de 27 de febrero devolviera a la superficie, importantes documentos donde consta que la Ciudad fundada por Valdivia no fue fundada por él, sino que la Plaza de Armas a su llegada estaba poblada por los Incas a tevés de los orejones. Es esta y no otra la historia que se reescribe nueva y renovadamente.
Daniel Benoit M. Experto en Medio Ambiente y Recurso Naturales. Ex Presidente de la Asociación Chilena de Derecho Ambiental