Científicos de la Universidad Autónoma de España en el año 2016, dilucidaron a nivel cerebral el receptor involucrado en los efectos visuales de la ayahuasca. Bajo los efectos de la planta, se analizaron los cambios en las ondas cerebrales y los efectos subjetivos en sujetos voluntarios, para comprender cómo se producen algunos de los efectos psicoactivos que se han asociado por años a la polémica ayahuasca.
No podemos olvidar el trágico suceso ocurrido en Colliguay el año 2013, cuando se descubrió que los integrantes de una secta, conocida como secta de Colliguay, liderada por Ramón Castillo Gaete o “Antares de la Luz” quemaron a un recién nacido en medio de un rito satánico. Luego de la detención de sus integrantes, se dio a conocer que el horrible acto cometido había sido llevado a cabo bajo los efectos de la ayahuasca, lo que desató una gran polémica frente a este hecho.
En las tribus amazónicas el uso de la ayahuasca está permitido, pero en Chile es considerada ilegal ya que está calificada como una droga alucinógena que puede llevar a la pérdida del control, distorsión de la realidad y estados alterados de la conciencia, en los que se observan cambios en el sentido del tiempo, des-realización, en donde el individuo se siente extraño con el mundo exterior e irreal, despersonalización, es decir, las personas se sienten extrañas con su cuerpo y con el medio ambiente, y disolución del ego. Otros efectos entre quienes la consumen destacan alucinaciones, euforia, ansiedad, taquicardia, sudoración y sinestesia, es decir, la atribución de una sensación a un sentido que no corresponde, por ejemplo: “se oye la luz” “se ven sonidos” o “se escuchan colores”, entre otros. Su abuso puede estimular delirios y psicosis en personas susceptibles, y estos síntomas pueden agravarse en quienes presentan un historial siquiátrico. Sin embargo, sus efectos no se producen de igual forma en todas las personas, ya que dependerá de las dosis ingeridas, de la susceptibilidad de cada individuo, si es que ha consumido otras drogas previamente o si, en su uso, ha mezclado dosis de ayahuasca en sinergia con otras drogas como alcohol y marihuana, por ejemplo.
Actualmente ha estado de moda el uso recreacional de la ayahuasca debido a los efectos considerados positivos que esta planta produce, como sinestesia y percepciones visuales, incluso uno puede encontrarse con diversos anuncios para su consumo en algunas redes sociales. Sin embargo, no es tan simple consumir ayahuasca ya que para iniciar una experiencia con esta droga es necesario limpiar o depurar el cuerpo al menos dos semanas con una dieta especial, que incluye adquirir hábitos saludables como dejar el café, el té, el tabaco y el alcohol, entre otros. Otro aspecto importante para vivir la experiencia, es que en el momento del ritual la persona debe insertarse en el Amazonas para interiorizarse con la naturaleza y conectarse con el espíritu de la ayahuasca, ya que esta planta alucinógena se ha usado en un contexto espiritual para obtener sanación del cuerpo y del espíritu, en donde su acción trasciende a una dimensión mágica- religiosa, lo irracional es racional y lo invisible es visible. Se cree que es un portal hacia la interrelación con los seres superiores que habitan en el bosque, un regalo de los dioses para interactuar con ellos y con nosotros.
En la cuenca Amazónica existen aproximadamente 700 formas de preparar la ayahuasca y cada cultura indígena tiene su forma de prepararla. Su uso tiene una antigüedad aproximada de 5000 años. La preparación más común, consiste en un brebaje que resulta de la combinación de dos plantas esenciales: Banisteriopsis caapi y Psychotria viridis. La planta Psychotria viridis contiene el DMT (N,N-dimetiltriptamina), el cual es un potente psicotrópico e ilegal en Chile, que al ser ingerido por vía oral es rápidamente degradado sin generar efectos psicodélicos. La Banisteriopsis caapi es un purgante poderoso y contiene sustancias capaces de evitar la inactivación del psicotrópico DMT. La mezcla entre estas dos plantas permite que la ayahuasca sea un brebaje cuyos efectos pueden durar horas.
Los curanderos, sanadores o chamanes son quienes dan la ayahuasca y guían las ceremonias. Estos chamanes recolectan las plantas de ayahuasca con cantos y rezos, sahumando la planta con tabaco. Luego trituran o machacan la corteza y las hacen hervir por dos a tres horas. Mientras dura el proceso continúan con los rezos y los cantos, para obtener finalmente la “esencia” del hervor, que es un líquido acuoso color marrón, éste es el brebaje. Al tomarlo, sus consumidores relatan experiencias en donde el cuerpo se adormece y experimenta una sensación de mareo. Comienzan las visiones, las formas y los colores, se puede obtener una sensación de frío o de calor. Los sentidos aumentan y la conciencia se expande. Algunas personas pueden vomitar o incluso defecar debido a las propiedades purgantes de una de sus plantas. Aumenta el estado de alerta, las capacidades visuales, auditivas y táctiles. Estas sensaciones pueden perdurar hasta 3 horas. Es en esta instancia donde se cree que la planta cura, en donde el espíritu de la naturaleza o los dioses te hablan y te aconsejan.
Sin embargo, ¿qué opina la ciencia al respecto? ¿Existe alguna correlación científica que explique a nivel cerebral alguno de los efectos que produce la ayahuasca?
Aunque los efectos psicoactivos de la ayahuasca se han asociado a un efecto directo sobre el receptor de serotonina 5-HT2A, el blanco molecular de la mayoría de los psicodélicos clásicos, esto no ha sido probado experimentalmente. Este receptor ha estado implicado en trastornos mentales con etiologías complejas que aún no se comprenden claramente, en procesos como el aprendizaje, la memoria y la depresión. Es así como un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona en España, liderado por Jordi Riva, estudiaron la contribución de receptor de serotonina 5-HT2A a los efectos neurofisiológicos y psicológicos de la ayahuasca en humanos, en donde se midieron los cambios inducidos por drogas sobre las oscilaciones cerebrales medidas por medio de un electroencefalograma (EEG). Las oscilaciones cerebrales reflejan la actividad eléctrica de grupos de neuronas en diferentes regiones del cerebro, las que presentan diferentes ritmos o frecuencias conocidas como ondas cerebrales. Se conocen cinco tipos de ondas cerebrales que reciben el nombre de ondas gamma, beta, alfa, theta y delta. Las ondas gamma son las más rápidas en frecuencia (40-100Hz) y se asocian con una repentina introspección. Las ondas beta (14-40Hz) se producen cuando el cerebro está despierto e implicado en actividades mentales intensas. Las ondas alfa (7.5-14Hz) son ondas más lentas, representan un estado de escasa actividad cerebral y profunda relajación. Las ondas theta (4-7.5Hz) se alcanzan bajo un estado de profunda calma. Las ondas delta (0.5-4Hz) son las más lentas en frecuencia y se generan ante un estado de sueño profundo.
Además se midieron los efectos subjetivos a través de una serie de cuestionarios que reflejaron efectos somáticos, de percepción, cognición, des-realización y temor de disolución del ego, entre otros. Los efectos fueron controlados con placebo, que incluía la administración oral de ayahuasca más ketanserina, el cual es un antagonista del receptor de serotonina 5-HT2A. Un antagonista es un fármaco que actúa de manera contraria y opuesta a la activación del receptor.
En el estudio participaron doce usuarios sanos que ya habían experimentado con psicodélicos, los cuales participaron en cuatro sesiones experimentales en las que recibieron las siguientes combinaciones de fármacos: placebo + placebo, placebo + ayahuasca, ketanserina + placebo y ketanserina + ayahuasca. En el grupo que recibió placebo más ayahuasca, se observó que la ayahuasca disminuyó la potencia en las bandas de frecuencias delta, theta y alfa del EEG. Esta disminución en las frecuencias de la banda alfa, se correlacionó inversamente con la intensidad de las imágenes visuales inducidas por la ayahuasca. En palabras más simples, una disminución de las oscilaciones alfa provocada por la ayahuasca aumenta los efectos visuales. Sin embargo, cuando los investigadores administraron a los pacientes un pre-tratamiento con ketanserina, se inhibieron las modificaciones neurofisiológicas, se redujo la correlación entre los efectos alfa y visuales y se atenuó la intensidad de la experiencia subjetiva.
Los hallazgos sugieren que a pesar de la complejidad química de la ayahuasca, la activación del receptor 5-HT2A juega un papel clave en los efectos neurofisiológicos y visuales de la ayahuasca en los seres humanos. Por lo tanto, según los resultados observados, el receptor de serotonina podría estar implicado en los efectos espirituales que han sido asociados por años a la milagrosa y sanadora ayahuasca. Desde un punto de vista espiritual, la activación de este receptor podría ser tu dios interno, quien podría desencadenar tus profundos miedos, criticar tu estilo de vida o sanar tu espíritu abatido. Sin embargo, debemos tener la precaución de no estimular en exceso este receptor, ya que podría producir una disociación con la realidad si no tenemos cuidado con las dosis ingeridas y con las susceptibilidades individuales. Es importante en ese sentido que el consumo de ayahuasca sea bajo la supervisión de un guía especializado como un chamán, ya que su consumo sin una correcta preparación y sin un guía puede ser peligroso.
Artículo original: http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0924977X16300104