Crítica musical
La cantante se convirtió en uno de los referentes obligados para la nueva música chilena, luego de su explosión mediática a nivel mundial. Es cosa de ver como se comporta su público, que cruza transversalmente todas las edades, desde niños que no superaban los 6 años hasta adultos que pasaban los 70, la fanaticada más fiera de la viñamarina, que el lunes incluso durmió en los accesos del recinto del Parque O’Higgins.
Norma Monserrat Bustamante Laferte es, hoy por hoy, la cantante nacional con mayor popularidad y proyección internacional que tiene Chile, una auténtica joya que el mercado mexicano supo canalizar y proyectar de forma impecable a nivel mundial.
Por eso no es de extrañar que el “Amárrame Tour” tuviera ese gusto a concierto de mega estrella internacional y por ende, los resguardos y precauciones de una súper estrella. Pero era lo mínimo para una producción en el Movistar Arena, que sabía hace ocho meses atrás que tenía 15 mil entradas vendidas.
Esas que se vieron reflejadas en miles de hombres, mujeres y niños que entraban con flores rojas en sus cabellos o globos blancos para lanzar al aire al momento de terminar la canción “El Cristal”, canción que la cantante escribiera en memoria a su fallecida abuela, quien además es la artífice de su canción “La trenza”, que es aparte el nombre de su último disco.
La banda de Mon Laferte tuvo un desempeño impecable.
Pero si tuviéramos que resumir todo el camino que tuvo que hacer Laferte para llegar a este nivel, en un país que como ella misma señaló en algún momento en el concierto y es muy sabido para todos aquellos músicos que no provienen de las escuelas de canto o las élites, no le da oportunidades al arte o lo encarece para hacerlo inaccesible, a ser quien es en la actualidad, es tan simple como escuchar con detención la historia que narra “La trenza”. Esa lucha de una mujer pobre por querer ver los talentos de su hija-nieta no perderse en una población por no contar con las oportunidades de poder desarrollar su virtuosismo.
Afortunadamente para nosotros, los consejos de la abuela de la cantante se volvieron su bandera de lucha y hoy la podemos ver en gloria y majestad como una de las figuras más importantes a nivel latinoamericano. Uno de los referentes obligados para la nueva música chilena, luego de su explosión mediática a nivel mundial y el reconocimiento de la comunidad internacional al hacerla ganadora de un Grammy Latino a la mejor canción alternativa, para el tema que interpreta con el colombiano Juanes, «Amárrame», que da el nombre además a este tour.
Un verdadero lujo poder verla moverse en el escenario, el poder interactuar con toda esa masa de gente que se desmaya, grita e inclusa llora con sus interpretaciones. Gente que se sabe su vida mejor que la propia y que en su mayoría la sigue desde que se presentara en el programa “Rojo, fama contra fama” y que contrario a todas las proyecciones de ese panel de “expertos”, que terminaron rescatando a muchos cantantes que sin ser malos no eran los con mayor proyección internacional, dio un giro a su destino. Y se volvió lo que es hoy, una mega estrella que no deja indiferente absolutamente a nadie. Ya sea para bien o sea por mal.
