Así funciona el cerebro de las personas creativas según Roger Beaty, experto en neurociencia cognitiva de la Universidad de Harvard
Pero sin llegar a esas alturas, las personas que generan ideas originales en su vida cotidiana tienen un cerebro distinto a los demás, según una investigación liderada por Roger Beaty, experto en neurociencia cognitiva de la Universidad de Harvard.
Igual que la inteligencia, la creatividad puede ser considerada como un talento que todas las personas tienen en mayor o menor medida. De hecho, cuando hay que pagar deudas, irse de vacaciones o mentir, es necesario tener ideas ingeniosas.
Poco a poco los científicos han comenzado a descubrir cuáles son las zonas del cerebro que se relacionan con la creatividad y a identificar procesos como las ideas espontáneas y el pensamiento controlado, aquel que permite determinar si esas «ideas locas» pueden llegar a funcionar en la vida real.
«Medimos la actividad del cerebro cuando las personas estaban trabajando en una tarea que requiere pensamiento creativo y descubrimos que los que tienen ideas más originales, mostraron un patrón distinto en sus conexiones cerebrales», dice Roger Beaty, en conversación con BBC Mundo.
Beaty estudió el comportamiento de las distintas redes neuronales utilizando una resonancia magnética funcional (fMRI, por su nomenclatura en inglés), una técnica que permite obtener imágenes de la actividad del cerebro.
«Pudimos predecir -modestamente- la habilidad creativa de una persona a partir de la fuerza de sus conexiones neuronales al interior de una misma red», comenta el científico.
«En general, las personas con conexiones más fuertes, tuvieron mejores ideas».
Durante la investigación, publicada en la revista científica estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences (más conocida como PNAS), Beaty encontró que el pensamiento creativo ocurre al interior de tres redes.
Estas redes son: la red neuronal por defecto, que se utiliza cuando el cerebro está imaginando; la red de control ejecutivo, que se activa para tomar decisiones; y la red de prominencia, utilizada para discernir la importancia de una cosa y que funciona como un interruptor entre las otras dos redes.
La red de prominencia tiene una función clave para alternar entre el mecanismo de generación de ideas y el de evaluación de las mismas.
Normalmente estas redes no se activan al mismo tiempo. Por ejemplo, cuando se activa la red de control ejecutivo, la red neuronal por defecto se desactiva.
Pero la investigación sugiere que «las personas creativas tienen una mayor habilidad para coactivar redes neuronalesque habitualmente trabajan por separado«, explica Beaty.
«El cerebro creativo está conectado de una manera diferente y las personas creativas son más capaces de activar sistemas cerebrales que típicamente no funcionan juntos».
Esas conclusiones van en la misma línea de otros estudios realizados con artistas como músicos de jazz, poetas y artistas visuales.
El investigador dice que es posible entrenar el cerebro en áreas determinadas para estimular ideas originales.
«El entrenamiento en distintos campos, como la escritura creativa, puede funcionar -en parte- para mejorar la conectividad neuronal dentro de una misma red», señala.
«Otros entrenamientos cognitivos y estimulaciones cerebrales no invasivas también podrían ser útiles para facilitar los pensamientos creativos», agrega.
Pero otra cosa es un «cerebro creativo» que activa en paralelo varios circuitos cerebrales y cuyas conexiones son más fuertes.