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Científico chileno explica porque es importante respetar los horarios de nuestro reloj interno Luis Larrondo será parte del festival Puerto de Ideas Antofagasta

Científico chileno explica porque es importante respetar los horarios de nuestro reloj interno

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En 2017, el Premio Nobel de Medicina fue otorgado a tres científicos estadounidenses que estudian este elemento, que además tiene otras aplicaciones. «Hay estudios muy interesantes que muestran como ‘ordenando’ de forma temporal el consumo de alimentos es posible disminuir la posibilidad de trastornos metabólicos y hasta se puede perder peso», resalta.


Una exposición sobre los «relojes circadianos» – aquellos que en nuestro cuerpo regulan nuestro estado de alerta, metabolismo y mucho más- hará el bioquímico chileno Luis Larrondo, en el marco del Festival Puerto de Ideas de Antofagasta, que parte este viernes y se realizará todo el fin de semana.

Larrondo expondrá el sábado a las 10:30 horas en la Biblioteca Regional de la ciudad nortina, con una ponencia titulada «Relojes circadianos: ritmos biológicos que regulan nuestra vida».

«La charla se concentrará en explicar de forma simple como funcionan los relojes circadianos, el porqué hubo un Nobel el 2017 por sus estudios, como ellos regulan rítmicamente una serie de procesos en nosotros, y como también afectan a microorganismos», adelanta Larrondo a El Mostrador.

«Mostraremos además como el estudio de los relojes, y la capacidad de los organismos de detectar luz, puede manipularse para inesperadas expresiones de arte».

Trabajo con hongos

Actualmente Larrondo trabaja en los relojes de los hongos y su trabajo fue recientemente reconocido por la prestigiosa fundación científica internacional Howard Hughes Medical Institute.

Bioquímico y doctor en Ciencias Biológicas de la U. Católica con postdoctorado en fotobiología y relojes circadianos en Dartmouth Medical School, de Estados Unidos, Larrondo es profesor asociado de la Facultad de Ciencias Biológicas de la PUC.

Es experto en ritmos circadianos y fotobiología; genética y genómica funcional de hongos. Es director del Millennium Institute for Integrative Systems and Synthetic Biology, y del Howard Hughes del Medical Institute International Research Scholar. Posee la medalla Hermán Niemeyer de la Sociedad Chilena de Biología (2002), entre otras distinciones.

¿Qué son los relojes circadianos?

¿Pero qué son los relojes circadianos? «Son maquinarias moleculares que les permiten a los organismos optimizar su funcionamiento adaptándose a los constantes cambios de día y noche, día tras día», responde.

«Son los responsables que queramos dormir de noche y despertar en las mañanas. Y, aunque uno pueda enojarse porque su ‘reloj circadiano’ lo despertó temprano un día feriado, tenemos que agradecerles porque ayudan a que nuestro cuerpo coordine una serie de procesos de forma ordenada a lo largo de 24 horas, cada día», destaca.

Larrondo explica que, a nivel molecular, dentro de las células, los relojes se pueden comparar como un circuito (basados en genes y proteínas) que llevan a que se genere una señal de prendido y apagado rítmico, algo así como un marcapaso, que marca un ritmo de 24 horas.

«En los humanos, uno puede comparar al reloj circadiano a un director de orquesta (situado en una parte del cerebro llamado núcleo supraquiasmático). Desde allí este director dirige una sinfonía que dura 24 horas, y le indica a los distintos instrumentos en que momento tocar ciertas notas: entra el cello, ahora el violin, luego el piano con una melodía intensa, etc».

«Así, la analogía de los instrumentos sirve para explicar como este ‘director’ va coordinando que distintos órganos tengan un máximo de actividad a cierta hora, que cierta hormona alcance un peak en la mañana -y no en la noche-, o que nuestra capacidad de procesar alimentos sea más alto a ciertas horas, que nuestro mínimo de temperatura corporal se alcance hacia el final de la noche, etc».

La importancia del reloj

El científico destaca que este elemento es clave para el funcionamiento de nuestro organismo. Y dice que hay una serie de estudios que muestran que en individuos que están constantemente alterando su regulación circadiana (jetlag crónico, trabajo en turnos, etc), se pueden apreciar mayor incidencias de diversos trastornos fisiológicos.

«Por otra parte, hay estudios muy interesantes que muestran como ‘ordenando’ de forma temporal el consumo de alimentos es posible disminuir la posibilidad de trastornos metabólicos y hasta se puede perder peso», resalta.

¿Pero considera que en la actualidad, con las exigencias diarias, es posible respetar el ritmos natural de nuestro organismo?

«¡Cuesta!», admite Larrondo. «Jornadas laborales intensas, tiempos de traslados excesivos hacen que cueste irse a la cama temprano a la cama y obligan a levantarse temprano también».

Sin embargo, cree que es posible y es recomendable. Mayor cantidad de luz a la hora de levantarse (horario de invierno) es algo que ayuda, dice.

Premio Nobel

Una prueba de la actualidad de este tema es que el Premio Nobel de Medicina 2017 fue otorgado a Michael W. Young (Universidad Rockefeller), Michael Rosbash y Jeffrey C. Hall (U. Brandeis), tres científicos estadounidenses que estudiaron los relojes circadianos. ¿Cuáles son los aportes de las investigaciones de estos científicos que les permitieron obtener este reconocimiento?

«Ellos ayudaron, junto a otros colegas, a identificar y entender cuales son los engranajes moleculares que hacen que los relojes circadianos funciones dentro de cada célula», responde Larrondo.

Agrega que lo notable es que esto lo hicieron estudiando una mosca llamada drosophila (mientras otros avances similares ocurrían casi en paralelo eran en un hongo llamado neurospora).

«Eso gráfica la importancia del uso de ‘organismos modelos’ para el estudio de procesos complejos. Pasaron varios años hasta que estos avances, liderados por Rosbash, Young y Hall, permitieron poder identificar los genes que codificaban para dichos engranajes del reloj circadiano ratones y luego en humanos».

 

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