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CNED cede ante la presión y aprueba Filosofía pero da un portazo a Ciencias CULTURA

CNED cede ante la presión y aprueba Filosofía pero da un portazo a Ciencias

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Héctor Cossio López
Por : Héctor Cossio López Editor General de El Mostrador
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El 4 de abril, por unanimidad, el Consejo Nacional de Educación resolvió, después de varios meses de intensas críticas provenientes de la comunidad de filósofos, aceptar la inclusión de la asignatura de Filosofía para el plan común de 3° y 4° medios. El ramo de Ciencias no corrió la misma suerte. Uno de los argumentos para el rechazo fue que los profesores no tenían «necesariamente» las competencias para impartir una materia que integrara las ciencias con tecnología y ambiente. El mundo científico calificó la resolución como un despropósito. El tema será puesto en tabla en la Academia de Ciencias.


Durante el mes de febrero la comunidad de filósofos y científicos se lanzaron en picada contra el Consejo Nacional de Educación (CNED), que por esos días recomendó no incluir en el programa de plan común para los 3° y 4° medios las asignaturas de Filosofía y de Ciencias Naturales, comprendiendo por esto último a las ciencias integradas con tecnología, sociedad y ambiente.

Aunque el CNED salió rápidamente a enfrentar las críticas, asegurando que como Consejo ellos no tenían la potestad para eliminar ninguna asignatura, sino que se limitaban a aprobar o no las propuestas programáticas del Ministerio de Educación (Mineduc), los cierto es que los argumentos para no aprobar el currículo fueron cuestionados profusamente.

Los argumentos en esa oportunidad fueron que Ciencias Naturales y Filosofía eran necesarias y aportaban significativamente al desarrollo del pensamiento crítico, lógico y científico de los estudiantes, pero no existía acuerdo entre los consejeros acerca de la pertinencia de que formen parte de la Formación General Común para todos los estudiantes de 3° y 4° medios.

La anterior administración del Mineduc, conducida por Adriana Delpiano, envió nuevamente sus propuestas en que insistían en Filosofía y ciencias.

[cita tipo=»destaque»]»Me parece un desastre y de un paternalismo incomprensible. Necesitamos ciudadanos preparados para enfrentar un mundo en el que habitan ya desastres como los que emanan del cambio climático. Celebro y aplaudo que hayan aprobado Filosofía, pero que los alumnos no tengan una asignatura que relacione ciencia con medio ambiente, es privarlos de comprender el mundo en que viven», sostuvo Hidalgo.[/cita]

Se salva Filosofía

En virtud de las nuevas propuestas y de la presión mediática del mundo de la filosofía, el Consejo Nacional de Educación, presidido por el profesor de Ciencias Naturales y Química Pedro Montt, en la resolución del 4 de abril, retrocedió en su postura de cuestionar la pertinencia del ramo y acordó finalmente incorporar las horas de la asignatura de Filosofía a la sala de clases.

«La inclusión de una asignatura de Filosofía en la Formación General Común de 3° y 4° medios, principalmente por ser la única disciplina que se incluye en el currículo nacional vigente entre 1° básico y 2° medio, y por su contribución al desarrollo integral de los estudiantes, toda vez que ofrece la oportunidad de conocer diversas formas de responder a las preguntas sobre sentido de la existencia, la naturaleza de la realidad y del conocimiento humano tal como se señala en lo objetivos de aprendizaje», señala el informe que fue despachado a la oficina del ministro de Educación, Gerardo Varela.

A riesgo de ser impopular, el profesor de Filosofía de la Usach, Jaime Retamal, señaló que «el tema de las horas está bien como resultado de una negociación gremial, pero el asunto de fondo, vale decir, qué es lo que los profesores van a tener que enseñar en las aulas, es más importante para una sociedad abierta y plural como la nuestra, y ahí la CNED –como Pilatos– se lava las manos. La CNED se lava las manos porque dice en su última resolución ‘acepto las horas pero no acepto el contenido de la propuesta'».

En la resolución, el Consejo razona que, al que considerar que se trata de la primera vez que los estudiantes se ven desafiados por la disciplina, «las preguntas orientadoras sugeridas en la propuesta se consideran muy simples y poco consistentes con el desarrollo de las habilidades propuestas en los objetivos de aprendizaje».

«Deja abierta la batalla por los contenidos», remarca Retamal. «Le deja abierto el campo a la derecha curricular y al Gobierno de Piñera para que decida qué es lo que quiere o no quiere enseñar en filosofía. Tiene –más hoy que ayer– todas las de ganar la que es la campeona de una visión conservadora y antiliberal en la enseñanza de la filosofía, como lo es la lobbista del CEP, Sylvia Eyzaguirre», sostiene.

«Ahora sí la batalla es entre cavernarios y liberales progresistas de derecha o de izquierda. ¿Qué quieres que se enseñe? ¿Metafísica o microfísica del poder?», remata el profesor de Filosofía.

Portazo a Ciencias Naturales

Una suerte muy distinta es la que corrió la asignatura de Ciencias Naturales, que en la propuesta del Mineduc, buscaba impartir un ramo integrado que relacionara las ciencias y la tecnología con la sociedad y el ambiente.

«El Consejo Nacional de Educación, en ejercicio de sus facultades legales, por unanimidad de sus miembros presentes acuerda No aprobar la inclusión de Ciencias Naturales en la formación general común», sostiene.

Dentro de los argumentos del rechazo, el CNED precisa que algunos de los objetivos de aprendizaje eran «excesivamente extensos y complejos de entender».

Cecilia Hidalgo, Premio Nacional de Ciencias Naturales, calificó como un error garrafal, un despropósito y un absurdo que no se incluya esta asignatura.

«Me parece un desastre y de un paternalismo incomprensible. Necesitamos ciudadanos preparados para enfrentar un mundo en el que habitan ya desastres como los que emanan del cambio climático. Celebro y aplaudo que hayan aprobado Filosofía, pero que los alumnos no tengan una asignatura que relacione ciencia con medio ambiente, es privarlos de comprender el mundo en que viven», sostuvo Hidalgo.

La científica señaló que es tal la preocupación por este tema, que lo pondrán en tabla en la próxima reunión de la Academia de Ciencias, y que agrupa a varios Premios Nacionales de Ciencias.

En el mismo sentido apunta el también Premio Nacional de Ciencias y director del Centro Interdisciplinario de Neurociencias de Valparaíso, Ramón Latorre, quien –según confiesa– ha perdido la capacidad de asombro, ya que «cada vez se toman peores decisiones».

«Esa decisión es absurda. Cuál es el problema que nuestros estudiantes tengan acceso a saber algo de Filosofía y Ciencias Naturales. Con la falta de Filosofía quedaban cojos de la pierna derecha. Ahora los dejan cojos de la izquierda. ¡Increíble manera de mejorar la educación en nuestro país!», exclama.

Jorge Babul, profesor de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, explica que si esa decisión queda a firme, el retroceso será irreparable. «No hay que olvidar que pasó lo mismo con Química. Pero tarde o temprano tendrán que reponer a las ciencias, nuestra fuerza y razón es grande y nos haremos escuchar», afirma.

Sin competencias en ciencias integradas

El argumento más de fondo, sin embargo, apunta a que los profesores de ciencias no tienen hoy las competencias para enfrentar el desafío de enseñar la materia de un modo integrado.

«Los profesores del sistema son expertos en una disciplina científica, no necesariamente poseen todas las competencias y la formación necesaria para favorecer el desarrollo de estos objetivos de aprendizaje de una asignatura que busca integrar las ciencias. Por otra parte, existen escasos programas académicos que forman este tipo de profesionales (bisdisciplinarios) y no existen proyectos de estándares pedagógicos y disciplinarios que definan qué se espera de los mismos», señalaron los miembros del Consejo.

Para Carlos Díaz Marchant, presidente regional metropolitano del Colegio de Profesores, aseverar esa falta de competencias de los profesores de ciencias, no solo es cuestionable porque se ponen en duda los conocimientos y las estrategias de los maestros, sino porque también critica la formación de las universidades.

«Es muy complicado y cuestionable demostrar eso. Además significa que las universidades no están cumpliendo con su labor de formación. Hay que tener muchos argumentos para sostenerlo. Es preocupante», apuntó.

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