La pérdida de biodiversidad, que según Naciones Unidas afecta al 58 % de la superficie terrestre, por debajo del umbral sugerido como «seguro», es uno de los mayores enemigos de la supervivencia de la raza humana, que, en opinión del paleontólogo español Marc Furió, está abocada a la extinción.
«Existen nueve límites que el ser humano no debe superar» y la pérdida de biodiversidad «es la más preocupante por el ritmo de extinción de especies», señaló este investigador del Instituto Catalán de Palenteología Miquel Crusafont y profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Los paleontólogos «trabajamos con extinciones» y «aunque en el imaginario popular es inconcebible y es un tema tabú, la desaparición de la raza humana puede acontecer y la situación es más preocupante de lo que parece», aseguró.
En su opinión, «las cosas van más rápido que lo que nos creemos» y el bienestar humano «pasa por que haya muchas especies, que todas las relaciones ecológicas se mantengan para que unas contrarresten a las otras y todo esté en equilibrio (…). Si le quitamos muchos elementos a los ecosistemas, estos colapsan».
Y llega un momento en que «perdemos el control», como con el cambio climático, otro de los límites que, según este experto, «no se debería sobrepasar» y si ya no estamos a tiempo de detenerlo, «vamos a pensar qué hacer para minimizar sus efectos».
En el libro «La especie humana. Los caminos para evitar la extinción», editado por National Geographic, Marc Furió y Pere Figuerola, biólogo y divulgador científico, respectivamente, abordan los retos a los que se enfrenta el ser humano para su supervivencia en el tiempo.
El cambio climático es, según Furió, «lo suficientemente lento como para que no lo notemos de un día para otro, pero lo suficientemente rápido para que a la vida le cueste adaptarse al ritmo».
Y esto «nos va a hacer ver cosas que nunca hemos visto, no sabemos hasta dónde va a llegar, cómo se para y qué consecuencias tiene, desconocemos si la Tierra se recuperaría si ahora mismo se acabase con los combustibles fósiles o quedaría algún remanente del daño causado».
El científico apuntó también al uso excesivo de suelo para la agricultura o la contaminación química como algunos de los nueve límites planetarios determinados por la ciencia que no se deberían sobrepasar para garantizar la supervivencia del ser humano.
«No es una cosa que esté escrita, pero si uno no quiere morir antes de tiempo se tiene que empezar a cuidar», insistió Furió, quien matizó que el libro está escrito «en un tono optimista, pues no solo describe el problema, sino que da soluciones».
La más importante, «que no sale en el libro», es «llegar a un estado estacionario a nivel económico y poblacional y reducir el consumo sí o sí», subrayó.
«Somos muchos y consumimos mucho y un sistema desarrollado y sostenible pasa por volver al estilo de vida modesto de los años 50, en que se gastaba poco y se reutilizaba al máximo, lo que hoy en día nos parecería una pérdida de libertad», resaltó.
Hay que reconocer el problema y estar preparados para evitar sus consecuencias, agregó.
El libro «La especie humana. Los caminos para evitar la extinción» aborda aspectos sobre el origen de la especie humana, los cambios de la naturaleza, las grandes extinciones del pasado, la Tierra como una isla esférica en el universo y el comportamiento grupal como clave para la eternidad de la especie.