En un discurso emotivo, Allende, que subrayó su situación de extranjera a lo largo de toda su vida, calificó de un «honor no esperado» el galardón y agregó que lo aceptaba «con humildad, en nombre de millones de personas como yo que han venido a este país buscando una nueva vida».
Isabel Allende se ha convertido en la primera escritora en lengua española en recibir la medalla de honor del National Book Award (Premio Nacional de Literatura de EE.UU.), por su contribución al mundo de las letras estadounidenses.
«Ella es el primer autor en español en recibir por primera vez este premio y el segundo no nacido en EE.UU.», aseguró el escritor mexicano Luis Alberto Urrea, encargado de entregar el premio, durante una ceremonia celebrada en Nueva York.
En un discurso emotivo, Allende, que subrayó su situación de extranjera a lo largo de toda su vida, calificó de un «honor no esperado» el galardón y agregó que lo aceptaba «con humildad, en nombre de millones de personas como yo que han venido a este país buscando una nueva vida».
«Ser una desenraizada crónica me ha dado algunas ventajas. La mayoría de mis escritos vienen de la nostalgia, la pérdida y la separación, de mi deseo incurable de pertenecer a un lugar. Parezco chilena y sueño, cocino, hago el amor y escribo en español», dijo la escritora, que ha vendido más de 70 millones de copias de sus novelas.
En su discurso tras recibir el galardón anoche, Allende también advirtió contra los nacionalismos, el racismo, la crueldad y el fanatismo en «un tiempo en el que los valores y principios sostienen nuestra civilización están siendo asediados».
«Vivimos tiempos oscuros, amigos, tiempos de guerra en muchos lugares y una guerra potencial en todas partes», dijo la escritora, que lleva viviendo 30 años en Estados Unidos y que se identificó con la «diáspora» de la gente en todo el mundo que busca una nueva vida.
Allende, nacida en Perú y que también vivió 13 años en Venezuela tras el golpe de estado en Chile de 1973, también tuvo tiempo para reflexionar sobre la importancia de la literatura como un instrumento para no olvidar tragedias humanas y, en su caso, para dibujar «la vida de otra gente, especialmente de las fuertes y apasionadas mujeres que conozco en todas partes».
«Es un premio extraordinario, significa que, a lo mejor, después de todo no soy extranjera, que a lo mejor es tiempo de echar raíces y relajarme, que he encontrado un sitio al que puede que pertenezca pertenezco, que a lo mejor no me voy a ningún otro sitio nunca más.
Durante la ceremonia, el libro «The Friend» de Sigred Nunez recibió el premio nacional de novela de ficción y «The New Negro: The Life of Alain Locke», de Jeffrey C. Stewart, se impuso en la categoría de no ficción.
Mientras, el premio al mejor poemario recayó en Jostin Phillip Reed por su libro «Indecency».