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Exposición «Topografía del alma» de Paula Swinburn: develando la materia del trabajo pictórico CULTURA Fragmento de obra de Paula Swinburn

Exposición «Topografía del alma» de Paula Swinburn: develando la materia del trabajo pictórico

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Se trata de ocho transparencias (acrílico) de gran formato y esculturas en acrílico, en el Centro Cultural de Las Condes. «Lo que me interesa rescatar y dar a conocer, es esa pintura que no se ve, no sólo lo que va sucediendo y voy experimentado al momento de pintar, sino también lo que no sabía que estaba sucediendo, lo que está detrás de mi pintura, lo que quedó oculto entre la superficie pintada y el soporte», explica la artista.


Hace algunos años, Paula Swinburn asombró al público con sus investigaciones sobre la mancha. Es decir, con obras que a simple vista podrían relacionarse con el action painting, pero que en profundidad denotan un absoluto control, sólo posible de encontrar en autores con eximio rigor y oficio.

Hoy vuelve a sorprender con Topografía del alma, que se presenta en el Centro Cultural Las Condes (Apoquindo 6570. Metro Manquehue), porque sus investigaciones la llevan a eliminar el soporte e instalar sus manchas en superficies translúcidas, descubriendo el “revés de la trama”. Es decir, su pintura, literalmente, se vuelve bidimensional y entrega aún mayores significados.

Se trata de ocho transparencias (acrílico) de gran formato y esculturas en acrílico.

«Lo que me interesa rescatar y dar a conocer, es esa pintura que no se ve, no sólo lo que va sucediendo y voy experimentado al momento de pintar, sino también lo que no sabía que estaba sucediendo, lo que está detrás de mi pintura, lo que quedó oculto entre la superficie pintada y el soporte», explica la artista.

Anverso y reverso

Como explica el artista visual Cristián Silva, las obras poseen literalmente dos caras: un verso y un anverso. En términos expresivos se mueven en dos flancos: el de la espiritualidad, la intuición y los sentimientos, por un lado, y el de la materia y la fisicalidad, por el otro.

«Anverso y reverso, es el doble origen en cada una de mis creaciones», confirma Swinburn. «Me di cuenta que una manera de lograr dar a conocer ese misterio o doble obra era trabajar sobre transparencias, mostrando así el anverso, que es lo que pinto, y el reverso que vendría ser lo desconocido para todos».

«El trabajar sobre transparencias me hace ahora estar consciente no sólo del anverso sino también de que existe un reverso, pero lo interesante y lo que me fascina es que no tengo como influir en cada reverso», dice. «Es esa nueva obra que se va gestando en cada una de mis pinturas a medida que voy pintando y que es total y completamente diferente a la que estoy viendo al pintar. Es completamente honesta, muestra un mundo interno total y completamente desconocido para mí y que no tengo manejo sobre él».

Saturaciones

Más allá de su presencia exuberante y generosa, de la seducción ejercida por sus superficies y coreografías de texturas, saturaciones, transparencias, brillos y opacidades, más allá de la oscilación lúdica entre lo micro y lo macro, cada pintura de Paula Swinburn constituye una especie de gran santuario de alusiones, señala Silva.

Y agrega: “Como si fuesen cortes geológicos (de un espacio diferente al nuestro), éste es un arte de opulencia, de opalescencia, de iridiscencia, de espectros, apariciones y alucinaciones, de energía cósmica, de infiltraciones expansivas, de leche de las galaxias y sangre de dragón, del sendero sagrado que la diosa Iris va dejando a su paso”.

Obra de Paula Swinburn

Para él, Swinburn se une de este modo a una larga ascendencia de destacadas artistas que en décadas recientes han investigado la pintura desde la mancha: Helen Frankenthaler, Pat Steir, Lynda Benglis, Katharina Grosse, Carrie Moyer o Francisca Sutil, por nombrar sólo unas pocas, y la relación de todas ellas con el azar controlado, el azar con limitaciones, el azar que brinda regalos; libertad y confianza en las voces interiores que van guiando el proceso mismo y su posterior revelación en el mundo real.

Larga trayectoria

Swinburn (1964) es Licenciada en Artes de la Universidad de Chile. Se perfeccionó en un curso de Estética de la Universidad Católica. Tomó cursos de pintura con Teresa Gacitúa y más tarde profundizó en la escultura con Francisco Gacitúa y en la fotografía con Luis Poirot.

«Mi trabajo transita y habita en lo abstracto, ya que esta es la forma en la que mejor logro expresar aquel mundo interior que devora mi mundo creativo y que resuelve, espontáneamente y en el momento indicado, los desafíos plásticos de cada una de mis obras», dice. «Mi pintura nace desde un espacio interno del vacío, luego de una pequeña meditación o conexión me lanzo a la experiencia de pintar, es como respirar, va sucediendo a medida que estoy viviendo la experiencia, con los colores y el fluir espontáneo del material».

Ha exhibido en el Instituto Chileno Norteamericano de Cultura, en Galería Artespacio, Centro Cultural Estación Mapocho, Universidad de Talca y en Centro Cultural Las Condes. Fue seleccionada en el concurso «Artistas Siglo XXI» de la Universidad Católica, 2007 y 2008, y por la Asociación de Críticos de Arte de Chile en la muestra “13 x 13 Voces Emergentes”.

Gesto pictórico

«En cuanto al gesto pictórico que he desarrollado, destaco la armonía, precisión y equilibrio con el que trabajo en cada una de mis obras, creando pequeños universos en los que compacto una vorágine de sentimientos. Mi gesto pictórico tiene que ver con la necesidad de vivir la pintura de una manera corporal, emocional, mental y espiritual a la vez. Es la necesidad de mi esencia, es mi forma de ser, de darle vida a la obra y de vivir el presente», expresa Swinburn.

Obra de Paula Swinburn

Ella elige los colores, la mayoría de las veces, de acuerdo a su necesidad. «Conecto con cada uno y veo cuáles, en ese momento, podrían dialogar mejor para expresar lo que deseo transmitir. Preparo los colores y me lanzo a la experiencia. Además, el movimiento y el dar una sensación de volumen en mi obra, es fundamental para mí, como si necesitara salir del soporte, liberarme de este y así ingresar en la tridimensionalidad».

«Cuando estoy imbuido en el proceso creativo mis obras adquieren vida propia postergándome a segundo plano, diciéndome que hacer qué pasó seguir, que color incluir que giró tomar, haciendo de esta una experiencia única», concluye. «Esta exposición, está oportunidad nuevamente ha sido un regalo del universo creativo y no puedo sino estar tremendamente agradecida».

 

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