Los equipos realizadores de «Río sagrado» tomaron la decisión «desde la reflexión y la espiritualidad que nos puede enseñar la cosmovisión mapuche en estos momentos cruciales para nuestro país».
Río Sagrado es un documental chileno que relata la visión del agua como elemento sagrado para los mapuches y muestra el viaje de un grupo de kayakistas por el río Wazalafken (San Pedro) en la Región de Los Ríos, que atraviesa los lagos Neltume, Panguipulli y Riñuhue, de cordillera a mar, y que ahora ha sido liberado por sus creadores.
El documental fue estrenado en festivales de cine en América Norte (Maine Outdoor Film Fest) y Europa (Italian Adventure Outdoor Fest) igual en América Latina por National Geographic a través de su canal, y en varias instancias de encuentros ambientales en Chile, donde mas de 20 territorios realizaron noches de cine, conversatorios, festivales, lugares de contemplación sobre la conexión entre el espíritu humano y la naturaleza.
«Río Sagrado es una oportunidad para poner en debate un conflicto que está asociado a un modelo económico que choca con formas distintas de percibir y habitar los espacios», afirma el productor Paulo Urrutia.
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Hasta la fecha, solamente gente conectada con el territorio tenia la oportunidad de verlo, y ahora llega el momento donde cualquier amante de la naturaleza o de los seres humanos pueda verlo y compartirlo, señalan lo creadores.
«La idea siempre ha sido invitar a realizar una conversación profunda sobre nuestro saber y ética ambiental, sobre todo ahora cuando hay tantos países en crisis por cambios profundos al sistema en que hemos estado viviendo», dicen.
Para los mapuche, el agua tiene un significado particular. «Sentimos que los ríos son entidades vivas, tienen su newen y tienen su Püllū (espíritu), por ello forman parte del equilibrio del Itro Fill Monguen (la vida toda) y estos espacios sagrados son fundamenles para el Kume Monguen (buen vivir)», explica el poeta Javier Milanka, cuyos versos son parte del documental.
«El agua, como la tierra, el viento las abejas y demás seres vivos de la tierra, son tan importantes para la vida mapuche y ello se puede explicar desde la práctica cultural como desde la filosofía de la gente de la tierra. En la práctica cultural y educativa hay cuentos, consejos, ceremonias que enseñan a los niños a cuidar el agua, respetarla y a convivir con ella», complementa Elisa Loncon, académica de la U. de Santiago.
«Cuando llegas a un río, arroyo, cascada, debes pedir permiso para contactar con el agua, dar las gracias y comprometerte de no abusar de su fuerza; el no hacerlo puede violentar, trastrocar las leyes del azmapu o ‘vida mapuche de la convivencia con la madre naturaleza’. Desde la filosofía, el agua, como los seres vivos, tiene espíritu, vida y fuerza, dueño y siente», añade.
Por eso, en su poema «Ko Ni Zugun» («Palabras del agua»), la poeta María Teresa Panchillo, escribe: «Ojalá que llueva/ para que se recupere/ el agua de mi pozo/ dicen mis hermanas./ Mientras giro en nubes/d el Wenukolle arriba/ y el remolino se dirige a tu casa/con mensajes de agua».