Aunque en sus obras son usuales las figuras de la cultura pop, como Marilyn Monroe, Jimi Hendrix o Alfred Hitchcock, la contingencia lo ha llevado a senderos más políticos, para incluir al Presidente Sebastián Piñera, su exministro Andrés Chadwick y la poeta Gabriela Mistral. Hoy sus obras ilustran varios muros de Santiago Centro, aunque antes ha llevado su arte a Argentina y China.
Si la crisis social ha transformado los muros del centro de Santiago en una verdadera galería de arte, sin duda uno de sus más ilustres representantes es Fab Ciraolo.
Aunque en sus obras son usuales las figuras de la cultura pop, como Marilyn Monroe, Jimi Hendrix o Alfred Hitchcock, la crisis social lo ha llevado a senderos más políticos, para incluir al Presidente Sebastián Piñera, su exministro Andrés Chadwick y la poeta Gabriela Mistral.
«Soy un artista de la contingencia», dice este creador, que ha llevado su arte a Argentina y China. «Mi arte expresa lo que me rodea, hoy en Chile se tienen que decir cosas y como artista debo referirme a ellas desde mi honestidad y manera de ver las cosas».
Ciraolo, de 38 años, estudió diseño publicitario, aunque no terminó y se dedicó a la ilustración.Usa el paste up, una técnica del arte urbano que se utiliza para pegatinas, grafitis y los murales de toda clase, y que consiste en pegar papel en la muralla hasta formar la imagen.
«Todo surge de lo que me rodea, mis experiencias y mi círculo social, me gusta trabajar ya con personajes que vengan con una carga intensa y reversionar a mi manera, darles un giro y poder comunicar otra cosa», explica.
«Mis ideas solo aparecen, trato de que sean frescas y rápidas de entender. Le doy mucha importancia al dibujo, dibujo desde que tengo memoria y paso la mayoría de mi tiempo dibujando. La idea de mi trabajo es entretención, que el espectador le cause un ‘algo'».
Para él es clave «celebrarme cada idea rara que me aparece», tomarla y desarrollarla hasta que tenga un lenguaje que lo haga sentir cómodo.
«Lo principal es que me tiene que gustar a mí», afirma.
Aunque su objetivo principal es la entretención, la inspiración viene muchas veces del pasado, como la cultura televisiva que consumió de niño.
«Quiero estar constantemente sorprendiendo a la gente que sigue mi trabajo, tocarles alguna fibra o simplemente sacarlos de su rutina diaria mientras caminan por la ciudad», dice.
Aunque su trabajo es solitario por esencia, en el último tiempo ha ido convocando público, como con los murales que hizo en los últimos días.
«Fue muy lindo ver cómo la gente se juntaba a ver lo que hacía, aplaudían, se sacaban fotos y les daba un golpe de energía. La interacción y la reacción de la gente es fundamental en lo que hago», señala.
Consultado sobre por qué cree que el arte gráfico ha tomado tanta relevancia desde el estallido social, responde que se debe a que «el arte gráfico es comunicación, es un grito de guerra y es una vía hermosa y armónica para manifestarse».
«Es el deber del artista hablar, mostrar y apoyar a su gente. ¿Cómo podemos ser ajenos a esta desigualdad gigante que sufre nuestra sociedad? Debemos mostrarle al mundo qué esta pasando y cómo sufre nuestra gente en estos momentos», expresa.
Sobre la crisis social actual, su opinión es clara.
«Ya nos cansamos, tenemos un país hermoso y debe ser nuestro, de la gente, de todos por igual. Estoy seguro que en esta vida no solo vinimos a trabajar, comer y dormir. Tenemos el derecho a vivir en un país digno. Que nos permita evolucionar y ser mejores para nosotros y el mundo, que nos permita cumplir nuestros sueños. Es momento hoy de ser más empáticos y quizás mirar más a la gente que nos rodea, preocuparnos más los unos de los otros».
Para los interesados, el artista actualmente brinda un curso en la plataforma Domestika.
«Hago un curso súper entretenido: muestro cómo trabajo mis ideas, cómo las desarrollo creando personajes, cómo abordo mi trabajo de la manera más simple y honesta, ¡es un curso súper dinámico! Termina con la creación de un mural con la técnica paste up, que es la misma técnica con lo que hago los murales en la calle. Explico paso a paso cada detalle del trabajo, te doy todos los materiales para que puedas armar tus propias obras, la idea es que la gente se anime y pueda generar su propio arte y dejarlo plasmado en la ciudad. ¡Todos pueden ser artistas!», sostiene.