Publicidad
Estudiarán microorganismos y contaminantes de acción humana que llegan hasta la Antártica CULTURA | CIENCIA

Estudiarán microorganismos y contaminantes de acción humana que llegan hasta la Antártica

Publicidad

Proyecto seleccionado en Anillos de Investigación en Ciencia Antártica, liderado por Eduardo Castro de la Universidad Andrés Bello, busca revelar cómo estos elementos son transportados por el aire y permean el Continente Blanco.


Un total de doce proyectos de investigación asociativa fueron adjudicados en el marco de la convocatoria para nuevos Anillos de Investigación en Ciencia y Tecnología y de Investigación en Ciencia Antártica que realiza la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT), a través de su Programa de Investigación Asociativa.

Los Anillos en Investigación en Ciencia Antártica cuentan con el respaldo del Instituto Antártico Chileno (INACH) en su ejecución, brindando apoyo al desarrollo e implementación de las actividades de los proyectos que se realizan en territorio antártico a partir del verano polar 2020-2021, integrando la LVII Expedición Científica Antártica (ECA 57).

El proyecto que fue seleccionado en esta línea se denomina “Transporte de largo alcance de xenobióticos y microorganismos: teleconexiones e influencia en los ecosistemas territoriales” (“Long-range transport of xenobiotics and microorganisms: Teleconnections and influence on territorial ecosystems” en inglés), de Eduardo Castro Nallar, profesor asociado en el Centro de Bioinformática y Biología Integrativa de la Universidad Andrés Bello. En tanto, este estudio recibirá la colaboración de investigadores de la Universidad de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidad de Talca y Universidad Mayor.

El objetivo principal de este proyecto es entender cómo los microorganismos y contaminantes de acción humana de distintas partes del mundo son transportados por las corrientes de aire hacia la Antártica, además de poder indagar cuál sería el potencial impacto de estos sobre la biota terrestre, utilizando como modelo las dos plantas vasculares nativas del Continente Blanco Deschampsia antarctica y Colobanthus quitensis.

“Queremos saber de dónde vienen esos microorganismos, qué propiedades metabólicas tienen, y si es que se correlacionan con la ocurrencia de contaminantes orgánicos que se han detectado en la Antártica. Además, queremos desarrollar modelos que no solo nos permitan entender cómo migran estos contaminantes y microorganismos, sino que también cómo el cambio climático va a afectar estos patrones de migración. Por ejemplo, nos gustaría entender si es que los flujos de microorganismos van a aumentar o disminuir, si es que los microorganismos que migran van a ser más de un tipo que de otro, y si esto va a ser diferente o no bajo tres escenarios de cambio climático de acuerdo a las proyecciones del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático)”, comenta Castro.

La novedad de esta propuesta radica en abordar el problema de forma multidisciplinaria, desde biología molecular, hasta biogeoquímica, pasando por climatología, genómica y metagenómica, botánica y ecología microbiana. Con utilización de técnicas experimentales y computacionales para entender las causas y consecuencias de la diversidad genética microbiana, empleando secuenciación de alto rendimiento y bioinformática para avanzar en el entendimiento de problemas ambientales. El grupo investigativo contempla igualmente la formación de estudiantes de pregrado y doctorado, e investigadores postdoctorales, además de la realización de acciones de divulgación y comunicación de la ciencia.

De igual manera, el investigador se dedica a estudiar las comunidades microbianas en la columna de agua en fiordos de la Patagonia, con énfasis en posibles vínculos con la acuicultura, además de trabajar en el desarrollo y evaluación de métodos para análisis de comunidades microbianas y filogenética.

Publicidad

Tendencias