CULTURA
«La idea de formar un partido en torno a la cultura viene gestándose hace al menos un año, pero durante mucho tiempo fue una idea algo utópica», reconoció su presidente. Habrá sido una utopía antes, pero después del 18 de octubre tomó forma y cuerpo. «Los que habíamos comentado esta posibilidad, nos dimos cuenta de que era el momento propicio por dar los primeros pasos concretos», agregó Milos. Ya hay unas 300 personas a nivel nacional trabajando en la etapa fundacional de esta nueva colectividad de independientes,
El estallido de octubre ha tenido múltiples efectos. Uno de ellos ha sido la constitución de Fuerza Cultural, una agrupación ligada al mundo de la cultura que se formó institucionalmente el lunes 13 de enero, cuando músicos, actores, bailarines, artistas, artesanos, audiovisuales, fotógrafos, gestores culturales y publicistas asistieron a la Notaría Ronchera de Santiago. «La idea de formar un partido en torno a la cultura viene gestándose hace al menos un año, pero durante mucho tiempo fue una idea algo utópica», reconoció su presidente, Sebastián Milos.
Habrá sido una utopía antes, pero a partir del estallido social la idea tomó forma y cuerpo. «Los que habíamos comentado esta posibilidad, nos dimos cuenta de que era el momento propicio por dar los primeros pasos concretos», agregó Milos.
La primera reunión de sus impulsores fue el 28 de noviembre, en el marco de un cabildo realizado en Matucana 100. En esa ocasión, citaron a una mesa de trabajo llamada “¿Un partido político de la Cultura?” y, desde entonces, han tenido 8 asambleas, han ido cumpliendo los pasos formales y ya son más de 300 personas a nivel nacional trabajando en esta etapa fundacional.
«El objetivo principal es acercar los valores de la cultura al ámbito de la política, los cuales actualmente parecieran vivir en mundos diferentes (…). La política, actualmente dominada por criterios económicos y jurídicos, debería integrar en forma mucho más activa los valores que representa la cultura en su más amplia expresión, y que estos puedan orientar las decisiones políticas, a todo nivel», precisó Milos.
Otro objetivo es que Fuerza Cultural tenga altos grados de iniciativa de sus miembros y participación interna. Para ello, han generado diversas instancias de comunicación y participación horizontal, como comisiones de trabajo, círculos temáticos y fuerzas territoriales.
Milos es director de PortalDisc, parte de la directiva de la Asociación Gremial Industria Musical Independiente de Chile (IMICHILE) y miembro del Consejo de la Música.
Actualmente, la directiva del partido en formación la componen Angélica Cancino Gándara (vicepresidenta), Loreto Caro Valdés (secretario general), Eduardo García Urzúa (secretario de finanzas) y Francisco Mena Molina (secretario de comunicación). Su Tribunal Supremo lo componen Eugenia Goldenberg, Rodrigo Cepeda Planas, Rocío Rencoret Palominos, Sebastián Pino Arriagada y Javiera Cerda Sandoval.
«En este período de construcción se ha formado un grupo humano muy potente y diverso en cuanto a ámbitos profesionales, géneros y territorios. Hay participantes de todo Chile, entre ellos, profesores, sociólogos, antropólogos, gestores culturales, abogados, músicos, actores, pintores, escritores, historiadores, entre muchos otros», recalcó.
En el sitio web de Fuerza Cultural, además, hay un listado de adherentes con una pequeña reseña de sus actividades y su comuna de origen, en donde se puede apreciar la gran diversidad que se ha sentido convocada a ser parte de esta iniciativa.
Milos destacó que, después del del 18 de octubre, la cultura está más viva que nunca. «El estallido social ha despertado nuevas formas de manifestaciones culturales y ha hecho muy evidente que la política está completamente alejada de la cultura, definida como la identidad de la sociedad. No hay un entendimiento de las necesidades sociales y culturales».
En ese sentido, su propuesta –explicó– es «dar expresión y fortalecer a las distintas manifestaciones culturales que enriquecen nuestro país. No queremos seguir esperando que eso suceda desde el mundo político, ya que lo natural es que este acercamiento surja desde la ciudadanía y desde el amplio espectro de la cultura».
En cuanto al desempeño de la carter de las Culturas, desde su rol como consejero, Milos consideró muy relevante que se haya creado el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, y la importancia de los consejos sectoriales como una forma de dar representatividad a la sociedad civil. «Sin duda era una deuda que tenía Chile y ha sido un cambio en general positivo», destacó.
Sin embargo, dijo que el rol del ministerio debería ser mucho más amplio y generar apoyos más estables en el tiempo, a iniciativas que generan un evidente aporte a la identidad y desarrollo cultural. También hizo presente la dificultad para facilitar y agilizar los procesos administrativos, jurídicos y comunicacionales que los distintos sectores de la cultura requieren.
«Creemos finalmente que el ministerio debería tener un rol mucho más activo en la defensa de los Derechos Humanos y en el apoyo a las diversas manifestaciones y movimientos culturales que han surgido a partir del estallido social», recalcó.
Para el presidente de Fuerza Cultural, el estallido social «era inevitable como consecuencia de las graves desigualdades, abusos y frustraciones que se han ido acumulando durante décadas en todos los ámbitos políticos, económicos, sociales y culturales. El modelo simplemente no funcionó».
Está confiado en que el país saldrá fortalecido a partir de esta crisis, con una sociedad más despierta, informada y empoderada sobre el rumbo de Chile. «Los que participamos en Fuerza Cultural estamos a favor de una nueva Constitución ciudadana, estamos disponibles para ser parte del proceso constituyente y apoyar activamente todos los procesos ciudadanos que se vienen. Además, tal como indican nuestros principios, consideramos los derechos culturales como derechos fundamentales que deben ser incluidos en la nueva Constitución».
