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Microbiólogos chilenos analizan el “paper” fundamental que anticipó la pandemia y que el mundo ignoró CULTURA|CIENCIA

Microbiólogos chilenos analizan el “paper” fundamental que anticipó la pandemia y que el mundo ignoró

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El 2007, cuatro microbiólogos de la U. de Hong Kong publicaron un estudio en que advertían que un nuevo tipo de coronavirus, encontrado en los murciélagos de herradura, que son comercializados en los mercados húmedos de China, eran “una bomba de tiempo”. El mundo político y la academia lo ignoraron. Trece años después, en medio de la pandemia global, el artículo ha sido consultado más de 76 mil veces, siendo la principal referencia para muchos científicos. La Sociedad de Microbiología de Chile –que analizó la publicación– sostiene que “tal como lo hemos visto incluso en estos días, las decisiones sobre la pandemia de SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19, son en muchos casos basadas en criterios políticos y económicos, más que en la evidencia científica”.


A raíz de la naturaleza explosiva del virus SARS-CoV que dio origen a la pandemia por “Síndrome Respiratorio Agudo Severo” en el 2003, cuatro científicos del Centro de Investigación de Infecciones e Inmunología de Universidad de Hong Kong iniciaron una investigación que consistía en revisar cerca de 4 mil papers sobre aspectos epidemiológicos, clínicos, patológicos, inmunológicos y virológicos de los coronavirus detectados en animales y en humanos.

Los hallazgos de la investigación, liderada por los microbiólogos Vincent C. C. Cheng, Susanna K. P. Lau, Patrick C. Wood y Kwok Yung Yuen y realizados en el Laboratorio de Enfermedades Infecciosas Emergentes de la U. Hong Kong, fueron publicados cuatro años más tarde (2007) en la Revista de Microbiología Clínica de la Sociedad Americana de Microbiología.

La investigación provocó un gran impacto entre los científicos del área, pero el mundo de la salud, la academia y los líderes políticos globales, ignoraron sus hallazgos. Dentro de las conclusiones del paper Severe Acute Respiratory Syndrome Coronavirus as an Agent of Emerging and Reemerging Infection, había una advertencia demoledora:

“Los coronavirus son bien conocidos por sufrir recombinación genética, lo que puede conducir a nuevos genotipos y brotes. La presencia de una gran reserva de virus similares al SARS-CoV en murciélagos de herradura, junto con la cultura de comer mamíferos exóticos en el sur de China, es una bomba de tiempo. La posibilidad de la reaparición del SARS y otros virus nuevos de animales o laboratorios y, por lo tanto, la necesidad de preparación no debe ignorarse”.

“Los hallazgos de que los murciélagos de herradura son el reservorio natural del virus similar al SARS-CoV y que las civetas son el anfitrión de la amplificación destacan la importancia de la vida silvestre y la bioseguridad en las granjas y los mercados húmedos, que pueden servir como fuente y centros de amplificación para infecciones emergentes”.

Sociedad de Microbiología Chilena

Para conocer los alcances de esta investigación que el mundo pasó por alto y que tiene hoy a toda la humanidad bajo la pandemia del COVID-19, El Mostrador contactó a un equipo de microbiólogos, entre los que destaca Claudia Saavedra, presidenta de la Sociedad de Microbiología de Chile (Somich) y académica del programa de Doctorado en Biociencias Moleculares y Biotecnología de la Universidad Andrés Bello; Aldo Gaggero, director del Programa de Virología del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile; y Susan Bueno, profesora asociada, P. Universidad Católica de Chile e investigadora asociada del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia (IMII), entre otros científicos y asesores de la Somich.

-En el paper de 2007 de los científicos de la U. de Hong Kong sorprende el grado de precisión con el que advierten –13 años antes– sobre el peligro para la salud mundial de virus emergentes de la especie SARS-CoV. ¿Cuál fue el valor científico que se le dio a este paper en su momento y qué grado de vigencia ha cobrado hoy?
-Pensamos que en este caso los números hablan por sí solos. Este artículo científico corresponde a una revisión de la literatura existente hasta ese momento, sobre el coronavirus SARS-CoV que emergió el año 2002 en China. Desde que fue publicado en octubre del 2007 hasta diciembre de 2019 (periodo de 12 años), la cantidad de usuarios que revisaron o descargaron el artículo completo fueron 18 mil. Sin embargo, desde enero de 2020 a la fecha (3 meses) la cantidad de visualizaciones y descargas ha sido de 76 mil.

Se hace evidente que en la época en que se publicó esta investigación no hubo gran interés de la comunidad científica en general, sino más bien solo de la comunidad más involucrada en el tema de virus emergentes. En cuanto a un impacto de la publicación en la sociedad en general, se produjo un bajo interés, el que puede deberse en parte a que al momento de la publicación ya habían pasado años desde la aparición del SARS y el miedo y preocupación ya habían desaparecido. Para evitar que esto vuelva a ocurrir, quizás debería existir un sistema de alerta para que este tipo de trabajo no pase inadvertido por la comunidad científica global.

-En el documento, los científicos advierten que los virus que saltan de animales exóticos a humanos, en los mercados húmedos de China, son “bomba de tiempo”. ¿Cuál es la contribución en términos científicos de esta investigación?
-Cabe resaltar que este artículo es una revisión de la literatura sobre el tema de los coronavirus, en especial el SARS. Teniendo esto en cuenta, la contribución del artículo radica en hacer un análisis exhaustivo de los coronavirus desde su composición molecular, epidemiología, la sintomatología clínica y el potencial zoonótico de estos virus. La revisión contribuye en ese sentido al enumerar a todos los mamíferos donde es posible observar infección y sintomatología en el marco de la investigación científica, lo que a su vez da luces del potencial del virus de saltar la barrera interespecies y así transformarse en un patógeno emergente.

-Qué tan importante es la reconversión genética de este tipo de coronavirus?
-En el caso de los coronavirus, así como de otros virus que contienen un genoma de ARN, tienen una tasa de mutación muy alta, del orden de 10⁻⁴ a 10⁻⁵ errores por nucleótido copiado. ¿Qué quiere decir esto? Que cada 10 mil nucleótidos, existe la posibilidad de que se cometa un error. Para el SARS-CoV-2 (el virus que produce la enfermedad COVID-19) su genoma tiene un tamaño de 29.900 nucleótidos aproximadamente, por lo cual existe la posibilidad de que cada vez que se copie un nuevo genoma esté presente entre 2 a 3 errores (mutaciones). Por lo tanto, se van a producir poblaciones virales que serán conjuntos heterogéneos de virus con mutaciones y solo algunos de ellos podrán infectar nuevas células.

-¿Como sociedad científica qué opinan de que los líderes mundiales siguen sin valorar en toda su magnitud la evidencia científica y siguen tomando las decisiones de acuerdo a parámetros económicos?
-Tal como lo hemos visto incluso en estos días, las decisiones sobre la pandemia de SARS-CoV2 son en muchos casos basadas en criterios políticos y económicos, más que en la evidencia científica. Ahora que esta situación de crisis de salud gatilló una crisis económica y social, el llamado es a la reflexión para entender que el costo de prevenir estos eventos, a través de la ciencia, es menor que el costo de tener que enfrentarlos sin estar preparados. Esperamos que esta pandemia global tenga como consecuencia positiva el posicionar a la ciencia y a los científicos como un referente importante a nivel de sociedad, que puede aportar soluciones en tiempos de crisis. Por otro lado, el llamado es también a la comunidad científica a acercarse a la sociedad con un lenguaje simple y cercano para poder dar a conocer nuestras investigaciones. Es probable que, en un futuro, vuelvan a ocurrir nuevos eventos de este tipo y esperamos que, cuando esto ocurra, nuestra sociedad esté mejor preparada.

-Hace unos días António Guterres, secretario general de la Naciones Unidas, advirtió que el cambio climático va a terminar matando más gente que el coronavirus. Como miembros de la comunidad científica, ¿consideran que con el cambio climático podría a la humanidad pasarle lo mismo que con el COVID-19?
-Así como el COVID-19 es considerado una amenaza (o problema) para la salud de la población a nivel mundial, el cambio climático constituye la mayor amenaza medioambiental para el planeta. Es así como el cambio climático ya ha generado un impacto económico y social, produciendo daños en cosechas y en la producción alimentaria, generando sequías, fenómenos meteorológicos extremos y riesgos en salud. Estos riesgos de salud, relacionados incluso con la aparición o reaparición de algún patógeno (virus o bacterias). Un ejemplo, producido por el cambio climático, es lo que ocurrió el año 2016 en una ciudad de Rusia: después de 75 años tuvieron un nuevo foco de ántrax. Esta ciudad se encontraba habitualmente bajo nieve y, debido a una ola de calor, quedó expuesto un cementerio de renos que habían muerto por ántrax. Luego que algunas personas tuvieran contacto con este cementerio se enfermaron, llegando a tener 20 personas que presentaron la enfermedad bacteriana (ántrax).

-Hay una corriente científica contemporánea que dice que, debido al impacto del cambio climático, a la globalización y a la expansión de la industria agroalimenticia intensiva, es necesario avanzar hacia una nueva forma de concebir la salud global, “Una Salud”, interespecie.
-El concepto de “Una salud” reconoce que la salud de las personas está íntimamente conectada con la salud de los animales y del ecosistema. Este concepto es muy amplio y reconoce profesiones como la Medicina Veterinaria con un rol relevante en la salud pública. Los desafíos de la humanidad, como el que enfrentamos hoy en día con el COVID-19, hacen que sea relevante poder avanzar hacia una salud integrada. En el mundo la Organización Mundial de la Salud, junto con la FAO y la OIE (Organización Mundial de Sanidad Animal) han promovido el concepto de “Una Salud” y Chile está integrando este concepto en sus programas de vigilancia de patógenos. Vale la pena mencionar que más del 60% de las enfermedades infecciosas son zoonóticas, o sea, se transfieren desde los animales a los seres humanos, por lo que cuidar la salud de los animales domésticos, de producción y vida silvestre es esencial para evitar las pandemias del futuro.

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