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Proyecto transmedia saca a la luz el drama de los migrantes climáticos en Chile CULTURA

Proyecto transmedia saca a la luz el drama de los migrantes climáticos en Chile

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Marco Fajardo Caballero
Por : Marco Fajardo Caballero Periodista de ciencia, cultura y medio ambiente de El Mostrador
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El sitio web, dirigido por la periodista María José Jarpa, incluye textos, fotos y videos de una problemática que afecta especialmente a la Región de Coquimbo. «Creo que es muy importante saber qué medidas se tomarán específicamente desde las políticas públicas, el empresariado y en las mismas comunidades que piden ser escuchadas y participar en los planes de acción para evitar el abandono de sus territorios», precisó la profesional. Según proyecciones del Banco Mundial, de aquí al año 2050, unos 17 millones de habitantes de América Latina se podrían ver forzados a migrar debido al cambio climático.


Aurora Godoy vive en el sector de Coyuntagua Sur, Illapel. Es madre de nueve hijos y fue criancera, tuvo ovejas, alrededor de 50 cabras y con la leche de estas últimas se dedicó a la fabricación de queso.

“Vendíamos poco queso, pero se vendía. Después los animales se empezaron a morir, hasta quedar sin nada”, contó Godoy.

Su historia es parte de Migrantes Climáticos, un proyecto transmedia que incluye textos y videos con los que revela esta cruda realidad. Liderado por la periodista María José Jarpa, el sitio se centra en la migración desde localidades rurales de la Región de Coquimbo, producto de las sequías y, también, como resultado de la gestión de los recursos hídricos en esas zonas.

Aurora Godoy perdió todas sus cabras por la sequía. Crédito: Migrantes Climaticos/Sebastián Palma.

Según el glosario de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la migración por motivos climáticos es el “movimiento de una persona o grupo de personas que, principalmente debido a un cambio repentino o gradual en el medio ambiente como consecuencia del cambio climático, se ven obligadas a abandonar su lugar de residencia habitual o deciden hacerlo con carácter temporal o permanente dentro de un país o a través de una frontera internacional”.

La situación en Chile refleja algunas de estas dificultades al cuantificar las migraciones climáticas, ya que existen evidencias obvias del impacto de la megasequía en zonas del país, que afectan a la producción agrícola y a los medios de vida, según la OIM.

La entidad llevó a cabo un estudio en 2017 que evidenció migraciones climáticas en la Región de Coquimbo. «Sin embargo, los migrantes no solo migran por la sequía, sino también por dificultades en acceder a fuentes de ingresos y empleo, falta de acceso a servicios y otros motivos. Por lo tanto, es complicado identificar cuántos migrantes climáticos hay en Chile, pero sí es posible afirmar que la sequía está afectando a los medios de vida en regiones especificas y fomentando procesos migratorios», precisó el especialista de la OIM, Pablo Escribano.

Hilo conductor

El testimonio de Aurora Godoy es solo uno de varios que ayudan al visitante del sitio a hacerse una idea de la situación. «Como equipo nos planteamos como objetivo central mostrar el fenómeno de la migración ambiental desde la mirada de los afectados, que sus historias fueran el hilo conductor del reportaje, fundamentando el trabajo con entrevistas a especialistas, autoridades y documentación», comentó Jarpa.

«Quisimos hacer un reportaje transmedia para que fuera más atractivo para el público, considerando los nuevos desafíos para el periodismo en términos de lectoría. En nuestro caso, desarrollamos una página web con crónicas audiovisuales y escritas, infografías, fotografías y textos informativos. En el sitio los lectores pueden escoger qué contenido quieren leer o ver, pero teniendo siempre como hilo conductor el tema central que es la migración climática», agregó la periodista.

Su equipo está conformado por seis personas: dos periodistas (Jarpa y María Paz Byers), el comunicador audiovisual Sebastián Palma, la artista visual Amanda Rodríguez (quien se encargó de la producción), el diseñador web Sergio Palma y el músico y compositor Sergio Sauvalle, quien aportó con piezas inéditas para el proyecto.

La agricultora Julieta Cortés es de una zona donde antiguamente había trigo y cebada. Crédito: Migrantes Climáticos/Sebastián Palma/María Paz Byers.

Otra de las historias que relata el sitio es de Julieta Cortés, casada y con dos hijos. Proviene de la Comunidad Agrícola de Carquindaño, en la comuna de Canela, provincia de Choapa, donde antiguamente se sembraba trigo y cebada. «Antes, todos nos abastecíamos de pozos o de norias, de pequeñas vertientes. Hoy, la mayoría de familias dependen de camiones aljibe que les entregan, tal vez, 500 litros de agua a la semana. Imagínese lo que significa eso para un grupo de cuatro personas», relató.

Ella explicó que a lo largo de estos años de sequía una importante cantidad de población rural ha migrado hacia los centros más urbanos o cambió de actividad económica para poder sobrevivir. Los primeros que se van son los jóvenes. Emigran de la comuna para trabajar de temporeros, a la gran minería del norte y otros al comercio.

«Creo que el factor principal de la migración es la sequía. También hay otras causas, pero todo al final confluye en este tema. Si aquí tuviéramos agua, el trabajo sería la producción agrícola y caprina, existiría absorción de mano de obra, pero como no hay agua, no hay trabajo», se lamentó Julieta Cortés.

Alejandro Cortés, un agricultor de El Maitén, al interior de Monte Patria, contó que la sequía afecta a todas sus actividades productivas, algo que «ha sido agravado por las políticas públicas».

«El Código de Aguas fue hecho para favorecer a la megaagricultura, a las agroexportadoras, donde no existe un orden de prioridades en el uso del agua. El agua no puede estar subordinada a la oferta y demanda del mercado. El que tiene plata no tiene sequía, y el que no tiene, debe depender de la voluntad de un burócrata, pagado por nuestros impuestos, que define cuándo toma agua y cuando no (…). Si no cambiamos la fórmula, los resultados van a ser los mismos», advirtió.

17 millones de migrantes

Para Jarpa, el tema es un desafío importante para el país, en el sentido de cómo irá enfrentando como sociedad las consecuencias del cambio climático.

Según proyecciones del Banco Mundial, de aquí al año 2050 unos 17 millones de habitantes de América Latina se podrían ver forzados a migrar debido al cambio climático. «Creo que es muy importante saber qué medidas se tomarán específicamente desde las políticas públicas, el empresariado y en las mismas comunidades que piden ser escuchadas y participar en los planes de acción para evitar el abandono de sus territorios», reflexionó.

Actualmente se encuentra en trámite en el Congreso el proyecto de Ley Marco de Cambio Climático, el cual permitirá a Chile contar con un marco jurídico en ese tema. Jarpa comentó que no se hace mención a la migración climática puntualmente.

Al ser consultado al respecto el Ministerio del Medio Ambiente (MMA), aludió a la presentación el jueves 9 de abril de la actualización de su Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC), que son las metas intermedias al 2030 de disminución de gases de efecto invernadero (GEI) y amplias medidas para enfrentar el cambio climático.

Esta NDC establece metas ambiciosas en cuatro pilares: «mitigación, adaptación, integración y, por primera vez, un pilar social que permea los otros tres para encauzar nuestro desarrollo hacia uno bajo en emisiones y resiliente al clima, con foco en el impacto sobre la vida de las personas en sus territorios».

«La presentación de la actualización de la NDC de Chile, junto al proyecto de ley marco de cambio climático, nos entregan las metas de mediano y largo plazo que nos permiten enfocar nuestro camino para avanzar como país en el desarrollo sustentable, teniendo como objetivo la carbono neutralidad y, con ello, se alcanzarán beneficios para la población”, señaló una fuente del MMA.

Adicionalmente, durante el 2019, la Onemi lanzó una mesa de trabajo respecto a la migración climática en el país, la que volverá a reunirse para avanzar en el análisis de esta situación.

«Chile por ejemplo ha demostrado un gran liderazgo en materia de prevención del riesgo de desastres, lo que incide positivamente en la prevención del desplazamiento forzado. También ha adelantado acciones ambiciosas en materia de mitigación y adaptación al cambio climático, considerando los grandes desafíos que representa la gestión del agua en una situación de escasez», señaló Escribano.

Para el funcionario de la OIM, un elemento importante que debe ser considerado tanto en Chile como en muchos otros países, es la perspectiva de destino de la migración climática y son necesarios mayores esfuerzos, para conocer mejor a dónde van los migrantes climáticos, dónde se instalan, qué acceso tienen al mercado del empleo y a los servicios básicos.

Críticas

Sin embargo, la acción oficial ha sido criticada por grupos como el Movimiento de Defensa del Agua, la Tierra y la Protección del Medio Ambiente (Modatima). «No se ha abordado en sus orígenes, existiendo una gran dependencia de las industrias extractivas como la minería o la agroindustria con sus trabajos de temporada», señaló Víctor Álvarez, miembro de la agrupación.

«La zona rural en gran parte se ha proletarizado y quienes antes cultivaban sus tierras ahora no lo pueden hacer, así también con los cabreros, quienes además son indicados como generadores de la erosión de los suelos, existiendo un discurso que viene desde arriba para que cambien su rubro», agregó Álvarez.

Otro factor que tiene relación con la falta de oportunidad para las nuevas generaciones, lo constituyen quienes no encuentran alternativas a los trabajos del agro. «Muchos jóvenes que han salido a estudiar luego no vuelven, porque, si no es la agricultura, es poco lo que ofrecen las ciudades acá», explicó el dirigente de Modatima.

«Nosotros creemos que el tema de los embalses, por ejemplo, ha sido gatillante en esto, generando una especie de estancamiento, también en lo social, generando todo un circulo de degradación con trabajos precarios y temporales que hoy incluso son cubiertos por gente que ha llegado desde afuera y que está dispuesta a trabajar por menos», sentenció.

A eso se añade que en las zonas de Monte Patria y El Palqui también existe el problema de la pasta base. «Todo eso ha ido afectando en que la gente comience a emigrar y algunos que, con tierra pero sin agua, han comenzado a vender, lo mismo en las comunidades agrícolas. Ahora las sequías, pese a la recurrencia histórica, se siguen abordando como emergencia y la gente esperando como clientes a que llegue la ayuda», concluyó Álvarez.

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