Critican que la reforma los excluye deliberadamente en la toma de decisiones referidas al manejo, control y protección del patrimonio paleontológico nacional del futuro Consejo Nacional, los Consejos Regionales y las Secretarías Técnicas Regionales. La Asociación Chilena de Paleontología presentó, durante el Día del Patrimonio, un reporte con sus principales investigaciones, algunas de las cuales fueron publicadas a nivel internacional en revistas de enorme prestigio, como Nature. La autoridad aseguró que próximamente acogerá sus planteamientos. «Los fósiles son importantes, porque son parte de nuestra historia», además de ayudar a entender los efectos de procesos como los cambios climáticos, un fenómeno de gran actualidad, y dar herramientas para enfrentar el futuro y otorgar identidad a las personas que habitan los territorios, pudiendo incluso apuntalar la economía local gracias al turismo. Por eso, la paleontología es un motor de desarrollo intelectual, cultural e incluso económico, según Ana Abarzúa, la presidenta de la asociación que los agrupa.
La Asociación Chilena de Paleontología (AChP) ha planteado un duro reclamo al Ministerio de las Culturas, debido a lo que consideran su exclusión de la cuestionada reforma a la Ley del Patrimonio.
Las críticas se suman a las realizadas a mitad de este mes por el Frente del Patrimonio, que acusó al Ministerio de aprovechar la pandemia para actuaciones contrarias a los intereses de los pueblos originarios, especialmente en relación con la no celebración de la consulta respectiva.
«Nuestra preocupación se une a otras opiniones similares expresadas por cuerpos colegiados, como las asociaciones de antropólogos, arqueólogos y otras ramas vinculadas al patrimonio nacional, en lo que respecta a la falta de participación pública en la construcción de este nuevo marco legal», señaló AChP en un comunicado público, a pesar de numerosas reuniones de sus miembros con las autoridades del ministerio, como el subsecretario Emilio de la Cerda.
Ante una consulta de este medio, sin embargo, De la Cerda aseguró que está considerado realizar algunas modificaciones que incorporen las inquietudes de la AChP.
El proyecto fue ingresado al Congreso Nacional en junio de 2019 y busca actualizar la Ley N°17.288 de Monumentos Nacionales, que data de 1970, y a la vez consolidar una normativa de 1925, no habiéndose experimentado cambios sustanciales en la materia en un periodo de casi 100 años.
La asociación presentó, durante el Día del Patrimonio, un reporte con sus principales investigaciones, algunas de las cuales fueron publicadas a nivel internacional en revistas de enorme prestigio, como Nature.
Los trabajos abarcan temas como los mamíferos fósiles en el Altiplano de Arica; mamíferos pleistocenos en Pampa del Tamarugal y Quebrada Mani, Región de Tarapacá; pelícanos gigantes en Antofagasta; Copiapó y sus plantas fósiles; Coquimbo como área de crianza de tiburones del pasado; las coquinas y fósiles en Tongoy; los amonites del Cajón del Maipo; y la Antigua Laguna de Tagua Tagua.
Otras se refieren a las hojas fósiles del Río San Pedro y el primigenio bosque valdiviano, los carnívoros de Pilauco, maderas fósiles en Chiloe, Sierra Baguales y 65 millones de años de historia en la Patagonia; el fin de la era de los dinosaurios y los hallazgos de Cerro Guido y del Valle del río de Las Chinas, ictiosaurios del Parque Nacional Torres del Paine; y la protección del patrimonio paleontológico en la Región de Atacama.
«Todos estos hallazgos son sumamente relevantes», expresa Ana Abarzúa, presidenta de la AChP. «Algunos por su abundancia, por la gran cantidad de registro de fósil que se encuentra en el lugar, y otros por un estado de preservación impresionante. En otros casos han sido el primer registro de una especie en el territorio nacional. Cada hallazgo es relevante per se«.
«Los fósiles son importantes porque son parte de nuestra historia», además de ayudar a entender los efectos de procesos como los cambios climáticos, un fenómeno de gran actualidad, y dar herramientas para enfrentar el futuro y otorgar identidad a las personas que habitan los territorios, pudiendo incluso apuntalar la economía local gracias al turismo. Por eso, la paleontología es un motor de desarrollo intelectual, cultural e incluso económico.
Las investigaciones frecuentemente se realizan en estrecha relación con la comunidad. Un ejemplo es el caso de Caleta Cocholgüe, una pequeña caleta de pescadores artesanales, que está ubicada en la comuna de Tomé, Región de Biobío.
En esta zona se han realizado diversos hallazgos fosilíferos de grandes reptiles marinos, moluscos y hojas entre otros. Son los mismos vecinos quienes han defendido los hallazgos, evitando el robo y daño de estos en varias ocasiones. Su sentido de pertenencia es tan grande que anhelan la construcción de una sala museográfica o un museo de sitio para resaltar el valor de los hallazgos y que todo el mundo sepa que en Caleta Cocholgüe hay fósiles muy importantes para la ciencia, los cuales se encuentran resguardados y protegidos por los vecinos del sector, subrayan desde AChP.
«Además, están dando la lucha para que el registro fosilífero de esta zona sea parte del currículo obligatorio para los estudiantes de Enseñanza Básica de la comuna. Siempre se ha dicho que la paleontología es solo una disciplina científica, pero es mucho más que eso. Paleontología es un motor de desarrollo intelectual, económico y cultural, que nos permite conectarnos con nuestro lugar de residencia», dice el reporte.
En este contexto, el día 14 de mayo de 2020, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio difundió, a través de su sitio web, una encuesta nacional orientada a presentar a la opinión pública un nuevo borrador con modificaciones sustanciales al proyecto de ley para el cuidado del patrimonio nacional, con cierre el 29 de mayo.
La encuesta forma parte de un proceso de “participación ciudadana” virtual, orientada a conocer la percepción ciudadana con respecto al nuevo proyecto que se estaría despachando al Congreso Nacional en los próximos días.
Sin embargo, según la AChP, el nuevo proyecto de ley «excluye deliberadamente la participación de paleontólogos y paleontólogas en la nueva institucionalidad propuesta, marginando completamente a los especialistas en la toma de decisiones referidas al manejo, control y protección del patrimonio paleontológico nacional».
Específicamente, los paleontólogos quedan fuera del futuro Consejo Nacional, los Consejos Regionales y las Secretarías Técnicas Regionales.
«Lamentamos que una consecuencia directa de este cambio en la ley nacional será el aumento en la pérdida de nuestros fósiles y un enorme daño sociocultural y científico a nuestro país», indica un comunicado.
Los científicos hicieron un un llamado al Gobierno a «actuar de manera transparente, demandando una explicación pública sobre los argumentos y decisiones que llevaron a este proceder injustificado y arbitrario. De igual forma solicitamos al Gobierno que realice cambios inmediatos en este nuevo borrador y genere un proceso de diálogo verdaderamente participativo, apoyando la inclusión de paleontólogos en todos los futuros organismos institucionales».
Según la presidenta de AChP, aunque los fósiles efectivamente están protegidos por ley, hay una serie de definiciones que «aún no son correctas», como «fósil», «yacimiento», las cuales deben estar bien definidas a la hora de establecer proyectos inmobiliarios, la construcción de carreteras o represas.
De la Cerda, en tanto, aseguró que la Asociación Chilena de Paleontología ha sido un actor relevante en este debate, con aportes importantes.
«Han surgido aportes muy valiosos en estos meses y muchos serán incorporados en la próxima indicación sustitutiva que ingresaremos y que enriquecerá el proyecto de ley original. Y seguiremos adelante promoviendo un debate constructivo. Recordemos que estamos recién en la primera etapa de discusión», apuntó.
En materia de patrimonio paleontológico, en la indicación sustitutiva se incorporará una serie de aportes para seguir enriqueciendo el proyecto de ley. Se propone la creación de una categoría propia para el patrimonio paleontológico, separado de lo arqueológico, «un avance relevante».
Asimismo, se reconocen a nivel legal las comisiones técnicas que apoyarán en materias específicas el trabajo del Consejo Nacional y sus estructuras regionales. Dentro de estas comisiones se incluye como figura permanente la Comisión de Patrimonio Natural, que incluye el componente paleontológico.
Además, se contemplan en el proyecto planes de gestión para los bienes patrimoniales, con lo cual se incorpora una mirada específica de manejo para el patrimonio paleontológico. En materia de fiscalización, el proyecto de ley robustece las normas, incorpora el delito de tráfico ilícito y se fortalece la supervigilancia sobre los bienes patrimoniales, incluido lo paleontológico. Y en línea con el eje de la descentralización, se dota de poder de decisión a las secretarías técnicas regionales del Consejo, órganos que son multidisciplinarios y que también pueden incorporar, y muchos incorporan, la mirada de paleontólogos en ese órgano profesional.
«Todos estos avances fortalecen y relevan el patrimonio paleontológico. Dicho eso, creemos que se puede avanzar aún más y en ese sentido valoramos las propuestas de la Asociación Chilena de Paleontología, las cuales están referidas principalmente a la manera en que estos importantes avances se reflejan en la representación de paleontólogos en los consejos que la ley propone. Este es un tema posible en la discusión. Estamos esperando el cierre de la encuesta online para canalizar estos y los nuevos planteamientos en la redacción del documento que entrará al Congreso con la indicación sustitutiva», aseguró la autoridad.
En los últimos años, Chile ha impactado al mundo con noticias paleontológicas. El notable aumento de especialistas está trayendo consigo una camada de ávidos investigadores explorando el vasto territorio nacional, desde el frío altiplano hasta la inhóspita Patagonia, detalla el reporte.
Los paleontólogos chilenos están liderando incluso expediciones en los lugares más lejanos del globo, como la Antártica. El sueño de ser paleontólogo ya no es una utopía en el país, incluso los museos están abriendo sus colecciones guardadas por décadas, incentivando el estudio de sus propios tesoros paleontológicos.
Antes, Atacamatitan, un gran dinosaurio herbívoro, solía acaparar buena parte de la atención. Hoy, existen hallazgos de tortugas extintas, mamíferos gigantes, reptiles que conquistaron el vuelo mucho antes que las aves, y algunos de los más raros dinosaurios que habitaron la región austral. Todos están ayudando a cambiar la forma de entender la evolución de nuestra geografía y la historia de las especies que ya no existen.
Por su parte, las rocas que ofrecen una ventana al océano de épocas pasadas, están también repletas de diversidad, ofreciendo oportunidades impensadas para estudiar los varamientos en masa de cetáceos, peces y anfibios de los cuales no se tenía noticia, incluso reptiles marinos parecidos a los delfines de hoy que desaparecieron hace millones de años sin dejar descendientes. Moluscos raros y singulares, que viven en ambientes tóxicos letales para muchos organismos, se cuentan también entre los recientes descubrimientos.
Las huellas fósiles están igualmente ganando su propio espacio en el medio científico. Algunas serían parte de los linajes más antiguos conocidos en el mundo, con edades que superan varias veces la antigüedad de los primeros dinosaurios. Las plantas fósiles, el polen y las esporas, contenidas en las rocas y los testigos de sedimento están cambiando nuestra comprensión del clima y los efectos del calentamiento global.
Cada año el reporte de nuevas especies crece de manera significativa, y la demanda por una protección de este patrimonio, con mejoras en nuestra legislación, es un tema que preocupa notablemente a la creciente comunidad de paleontólogos profesionales.
Sin embargo, estos científicos no solo desarrollan investigación. Durante la última década, una de las vías de desarrollo más importantes de la paleontología nacional se ha dado en el ámbito de la consultoría patrimonial, destaca el informe.
Esto abarca desde la implementación de medidas de rescate y protección del patrimonio paleontológico durante la construcción y ejecución de diversos proyectos de inversión, hasta la generación de informes de evaluación del potencial fosilífero de un área para el proceso de declaración o estudio de impacto ambiental.
Si bien inicialmente el componente paleontológico era incluido durante la evaluación del potencial impacto arqueológico de los proyectos, la paleontología es una ciencia con metodologías y objetivos muy diferentes, razón por la cual, hoy en día, este componente requiere de la participación de paleontólogos profesionales para su preparación.
Como resultado, muchos paleontólogos prestan servicios como consultores independientes o a través de consultoras, mientras que un número creciente de jóvenes geólogos ha comenzado a orientar sus estudios en paleontología para poder desarrollarse como consultores.
“Este proceso de evaluación y asesoría técnica es crucial para mitigar el impacto de cualquier proyecto que involucre excavaciones y/o movimientos de tierra, especialmente en áreas no urbanizadas y en regiones con abundantes depósitos fosilíferos, como es el caso de Atacama, Coquimbo y Magallanes”, explica Martín Chávez.
Esto ha permitido la identificación de sitios fosilíferos nuevos y la protección de otros ya conocidos, así como el rescate de fósiles en riesgo de pérdida, la generación de colecciones de referencia, materiales didácticos y estudios como parte de las medidas de compensación.
El paleontólogo Jorge Campos, quien cursó el Magíster en Paleontología de la Universidad Austral de Chile, se desempeña actualmente como gerente de una empresa consultora en paleontología, llamada THERIUM SPA.
Por medio de esta vía se ha desempeñado, junto a su equipo de trabajo, en el resguardo y aplicación correcta de los protocolos y obligaciones emanadas de la autoridad correspondiente (Consejo de Monumentos Nacionales) a diferentes proyectos de inversión a lo largo del territorio Nacional, velando así por el correcto resguardo del patrimonio paleontológico.
En este contexto, ha podido excavar sitios que, sin existir la legislación actual que rige a este tipo de patrimonio, no podrían haber sido descubiertos, ya que, dado que las empresas tienen la obligación de resguardar y tener un plan de manejo ante este tipo de hallazgo, se han podido estudiar yacimientos desconocidos a la fecha y que entregan información relevante sobre la la fauna que existió en el pasado.
Es así como hoy en día las investigaciones se centran tanto en el norte como en el centro del país, ya sea con fauna terrestre como acuática, lo cual permite vislumbrar que la consultoría, como tal, permite generar nueva información, siendo una arista más en el aporte de conocimiento para la paleontología nacional.
A lo anterior se suma lo correspondiente al patrimonio paleontológico, aunando metodologías de las ciencias sociales y paleontológicas en pro del resguardo de yacimientos fosilíferos, desde perspectivas endógenas, por lo que el trabajo con la comunidad y territorios pasa a ser fundamental para un correcto manejo y protección de los fósiles en zonas que actualmente se encuentran habitadas.