Ana María Loose, directora para Ecuador de Ecology Project International, cuyo trabajo se despliega en las Islas Galápagos, es una de las expositoras de la II Conferencia Internacional en Educación en Cambio Climático en Latinoamérica, que se desarrollará de manera gratuita -previa inscripción- entre el 23 y el 25 de junio de manera online, convocada por Universidad de Chile, en convenio con Mineduc Programa ICEC 2019-2021, a través del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia, del Centro de Investigación Avanzada en Educación y del Programa ECBI; por la Office for Climate Education (OCE), UNESCO y la Fundación Internacional Siemens Stiftung.
Formar de jóvenes activos en la conservación, a través de una experiencia educativa fuera del aula donde mejoran sus conocimientos y competencias y aumentan sus disposiciones favorables con el ambiente en un esfuerzo para vivir en armonía con la naturaleza, que es uno de los principios fundamentales del Plan Nacional del Buen Vivir del Ecuador. Ese es el horizonte de la sede en dicho país de Ecology Project International (EPI), encabezada por la comunicadora ambiental, Ana María Loose.
Ella junto a Justin Scoggin, director de la escuela Tomás de Berlanga de Galápagos; y al biólogo educador, Martín Narvaez, participarán en la jornada inaugural de la II Conferencia Internacional en Educación en Cambio Climático en Latinoamérica, encuentro que es completamente abierto y gratuito, previa inscripción; dirigido a profesoras y profesores, investigadores, tomadores de decisión en políticas públicas y público interesado de Chile, América Latina y el Caribe.
En su experiencia y considerando evidente despliegue de las consecuencias del cambio climático, ¿cuáles son algunas claves a compartir respecto a las metodologías educativas que ustedes aplican?
En un lugar tan mágico como son las Islas Galápagos, compartimos el desafío con todas las comunidades del planeta de cómo educar para enfrentar, para adaptarnos y para mitigar los efectos del cambio climático.
Entre las claves más importantes está trabajar bajo un enfoque de ver el cambio climático como una integralidad de lo que son nuestras acciones, nuestros hábitos. Creo que todo está conectado en los principios de sostenibilidad, pues no podemos simplemente separar todo como una serie contenidos que hablan de los impactos, sino que hay que abordarlo con la complejidad que esto requiere. Entonces nuestra acción en educación, más allá de abordar temas específicos de cambio climático -que los abordamos también-, es abordar el comportamiento ambiental o el comportamiento sostenible de las personas que habitan acá en las islas.
Nosotros estamos trabajando con estudiantes de todos los colegios de las Islas Galápagos, y ofrecemos unos cursos y campamentos tipo vivencial, donde los estudiantes por cinco días salen de su zona de confort, de sus casas, del trabajo en sus aulas, y vienen con nosotros a compartir vida al aire libre, donde se les enseña cómo convivir con la naturaleza a través de una metodología experiencial, utilizando la indagación y el proceso científico para que los chicos puedan observar y hacerse preguntas. Con ellos se van construyendo estas respuestas, donde llegan a profundizar realmente sobre sus acciones sobre sus entornos, qué están haciendo, qué necesitan motivar o movilizar al resto.
¿Qué impacto tiene el enfoque de indagación?
Yo creo que ha sido fundamental. No se puede generar el aprendizaje sin el primer paso que es despertar justamente esa curiosidad. ¿Cómo aprende el ser humano? El ser humano aprende a través de la observación y la experiencia.
Si tú observas en tu vida diaria algo que te está causando algo de ruido, algo que no está calzando bien con la forma de hacer las cosas, tú empiezas a hacer esas conclusiones a partir de la observación de algo real de lo que está sucediendo a tu alrededor, de algo cotidiano. A partir de esa observación que te genera una curiosidad, una necesidad, tú te empiezas a plantear preguntas: ¿cómo puedo cambiar esta situación?, ¿qué haría para mejorar esto de aquí?
¿Qué particularidades tiene este enfoque educativo en Galápagos y en Ecuador?
Uno de ellos es la necesidad de trabajar en redes, porque al ser una comunidad pequeña -tenemos cerca de 30 mil habitantes asentados en 4 islas-, hemos creado una red de educadores formales y no formales de educación ambiental. A través de este espacio tratamos de compartir las prácticas y de actualizar en este grupo de docentes las mejores prácticas pedagógicas, compartir lecciones que se aprenden para que podamos replicar.
La idea es poder llegar al mayor número de estudiantes y de población, pero si lo hacemos desde una institución nuestro alcance siempre va a ser limitado; por ello trabajar de manera organizada a través de una red, de un grupo de apoyo, que está trabajando para los mismos objetivos, está dando muy buenos resultados. Quizás no es algo específico, pero nosotros tomamos esta ventaja.
La otra es que en sitios como Galápagos se hacen más evidentes los impactos que ya está generando el cambio climático, entonces uno puede utilizar el ambiente como la clase al aire libre; que los estudiantes puedan ver la teoría en el aula, y nosotros complementar este aprendizaje experiencial a través de lo que está ocurriendo, por ejemplo, con el tema de escasez de agua, de sequías prolongadas o de lluvias más fuertes, que son evidentes porque son cosas que tú puedes ver acá más fácilmente que en la ciudad.
¿Qué esperan de la participación en este encuentro de intercambio de experiencias educativas?
Nosotros queremos aprender de las experiencias de otras partes, ver si compartimos los mismos desafíos, enriquecer nuestras prácticas, y también poner con mucha humildad las experiencias que nosotros podemos compartir de las Islas Galápagos.
Para este webinar invité a unos colegas. Uno es Justin Scoggin, él es director de una escuela modelo que justamente trabaja con estos principios de sostenibilidad. Además nos acompañará un biólogo educador que trabaja dentro de esta iniciativa, Martín Navaez, que nos contará un poco más del impacto del cambio climático en ecosistemas insulares. Creo que entre los tres vamos a hacer una gran combinación para compartir esta experiencia con la audiencia.
¿Cuál es la invitación a los docentes y a la comunidad en general que pueden sumarse a este encuentro virtual?
Les hago un llamado a todos. Creo firmemente en que la educación es un proceso innato y natural, que se da desde chiquiticos que estamos aprendiendo cosas. Los padres son nuestros primeros educadores.
Este es un taller que va dirigido no solo a educadores y docentes formales y no formales, sino a toda la comunidad internacional, de replantearnos la forma en que estamos interactuando con el planeta, con nuestros hijos y familiares, porque siempre puede haber una oportunidad, incluso un proceso de enseñanza aprendizaje, aunque no estemos en un espacio de docencia, aunque no estemos en un espacio formal educativo.
El hecho de que reflexionar nuestros hábitos cuando estemos enseñando a nuestros hijos, y el cómo utilizar los recursos que tenemos en casa; el simple hecho de decirles «apaga la luz», o «ahorremos agua». Ahí estamos haciendo educación para el cambio climático, entonces yo creo que son algunas directrices y pensamientos que todos los expositores van a compartir y que nos va a servir no sólo a quienes hacemos educación, sino que a toda la comunidad que pueda participar en este taller y creo que va a ser fundamental.
La II Conferencia Internacional Educación en Cambio Climático se realizará vía remota del 23 al 25 de junio y convocará a representantes de los gobiernos, la sociedad y expertos internacionales bajo el lema “Fortaleciendo Redes Para la Acción”. Toda la información, el programa e inscripciones en www.cr2.cl/ciecc2020/