La publicación tiene como objetivo despertar la curiosidad por la ciencia, la tecnología y las humanidades en niños y niñas mediante conocimientos transmitidos por académicos y académicas de la Universidad de Santiago.
¿Qué hace un científico? ¿Cómo llegó el coronavirus a Chile? ¿Qué es la muerte? ¿Cómo observar un eclipse? Esas son algunas de las temáticas que se abordan en Cambalache, la primera revista de divulgación científica dirigida al público infanto-juvenil. A través de 40 páginas, la publicación realizada en conjunto por la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio de la Universidad de Santiago y la Editorial Usach, da cuenta de distintas áreas de las ciencias, como la biología y química, la astronomía y la física, y la manera en que estas se manifiestan en la vida diaria.
Orientada a un público lector de entre 10 a 14 años, la revista tiene una sección en la cual enseña de manera lúdica cómo hacer experimentos científicos en casa. En este primer número, por ejemplo, las niñas y los niños aprenderán a extraer el ADN de un plátano, a crear colores y a fabricar una masa loca en simples pasos. La publicación también contiene interesantes artículos relacionados al cine y la ciencia, así como también otro sobre los videojuegos y los libros.
Camila Ramos, directora de la revista, señala que “la última encuesta que hizo el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación sobre la percepción de la ciencia, reveló que la gente quiere y necesita conocer contenido científico, el problema es que no hay suficientes plataformas a disposición para que ese contenido sea comprendido en un lenguaje ciudadano. Creemos que despertar la curiosidad por las ciencias, las tecnologías y las humanidades a temprana edad puede producir cambios significativos en el futuro de niñas y niños”.
El contenido de los artículos fue escrito por investigadoras e investigadores de la Universidad de Santiago, mientras que el biólogo e ilustrador de Illustrative-science, Felipe Serrano, aportó con un artículo ilustrado sobre el virus causante del Covid-19: “La ilustración científica tiene como principio generar una representación de la realidad tal como se percibe. Sin embargo, por sí sola no es efectiva a la hora de transmitirla a un público no científico. Es por ello que necesita de otras herramientas mezcladas con el diseño gráfico y editorial para estimular el interés de un público lector infantil.
Con todos esos ingredientes la ilustración puede informar, educar, pero también fomentar la imaginación y la creatividad del público infantil, haciéndolo partícipe mediante la curiosidad y la búsqueda de información”, indica Serrano.
Esta será la primera de tres ediciones que se realizarán durante el 2020, con un tiraje de tres mil ejemplares, de los cuales 1.800 van a ser repartidos gratuitamente en bibliotecas públicas y colegios municipales de comunas que requieran material científico de apoyo. En su versión digital, la revista va a estar disponible de manera gratuita para lectura en línea en este link.