Se trata de UVClinic, un equipo que entrega una solución desinfectante de alta efectividad a través de luz ultravioleta de tipo C (UVC), y que tiene gran operatividad en hospitales y clínicas donde este servicio requiere tiempos breves de aplicación y un mayor alcance
Ciro y Karina Cárdenas Eyzaguirre, ingeniero civil mecánico e ingeniera en computación, respectivamente, son dos hermanos magallánicos que egresaron de la Universidad de Magallanes a principios del 2000 y emigraron después a Santiago a hacer su vida laboral. Los mismo pasó con Consuelo Llanos González, quien se graduó de enfermera, pero proveniente de la capital. Y lo que los tres tienen en común, además de ser ex alumnos del plantel regional, es que sus profesiones se juntaron en el camino para ser parte de Ingefisic, empresa a través de la cual, junto a un grupo multidisciplinario de investigadores/as, ofrecen servicios de ingeniería asociados al ámbito radiológico.
Con una experiencia cercana ya a los 9 años en esta especialidad, este 2020 y con el afán de aportar de manera concreta en el combate a la pandemia del COVID-19, como equipo científico, desarrollaron un sistema de irradiación con luz UVC (ultravioleta de tipo C) para desinfección de ambientes y superficies, eliminando de forma efectiva virus y bacterias en distintos tipos de instalaciones, “una tecnología que no había sido implementada en Chile aún”, comenta Ciro, director técnico de Ingefisic. El equipo se llama UVClinic y fue presentado, recientemente, en las instalaciones de la compañía en Santiago para difundir su funcionamiento, campo de aplicación y las ventajas de su operatividad en lugares como hospitales, clínicas, aeropuertos, metros, bancos, farmacias y otros lugares de alta afluencia de público.
Es un dispositivo que integra un sistema de tubos emisores de luz ultravioleta en el rango de luz UVC, con longitud de onda de 254 nanómetros, capaz de realizar desinfección de aire y superficies en aplicaciones de pocos minutos. Así, el sistema emite una luz cuya longitud de onda es absorbida por los ácidos nucleicos, dañando el material genético de virus y bacterias, resultando en un efecto desinfectante. A su vez, el equipo cuenta con sistemas de seguridad redundantes que facultan su operación por una cantidad de tiempo que es seteada por el operador, ya que, de acuerdo enfatiza Cárdenas, “debemos contar y contamos con altos estándares de seguridad al ser la luz UVC dañina para los ojos y la piel, por lo tanto, nos aseguramos de hacer las mediciones de todos los parámetros necesarios para dar garantías de seguridad y efectividad del equipo”.
Al respecto, Karina Cárdenas, agrega que “lo que hacemos, básicamente, es asegurarnos que el equipo pueda ser operado en forma remota y con herramientas tecnológicas que también aseguren la inocuidad de esta tecnología”. En ese sentido, subraya que cuentan con operadores certificados y que manejan a cabalidad los alcances de este sistema. Independiente de ello, comenta que próximamente incorporarán la robotización del equipo para minimizar aún más el tiempo en que se realizan estas acciones, porque así “estamos aumentando la efectividad y la productividad de los establecimientos que nos soliciten el servicio, sobre todo en las clínicas y hospitales donde los tiempos son más críticos en el contexto del COVID”.
Según informó el ex alumno de la UMAG, el servicio prestado por Ingefisic ya empezó a operar en 4 regiones de nuestro país, incluida Magallanes, donde la próxima semana arribarán 2 de estos equipos para su utilización en bancos y farmacias. “También estamos en conversaciones con plantas industriales y pesqueras”, agregó, haciendo hincapié en que están abiertos a generar alianzas con el ámbito público y/o privado para colaborar con este desarrollo “desde el rol social que también tenemos”, expresó.
En su rol de coordinadora del servicio en el área clínica, Consuelo Llanos, se refiere a las ventajas de aplicar desinfección a través de este sistema desarrollado por Ingefisic.
“Estamos convencidos que este tipo de tecnologías va a generar un gran impacto del punto de vista del personal clínico que está, en este momento, en la primera línea. Lógicamente, es un método que viene a complementar idealmente, para que así se puedan alcanzar niveles muchos más altos de efectividad de la eliminación e inactivación de virus y bacterias y tiene también un efecto en la protección del personal, porque si esta metodología se aplica previo al ingreso al personal de aseo, de una unidad de paciente con Covid, por ejemplo, estamos protegiendo al personal de una exposición porque se disminuye la carga que va a haber en el ambiente y también en la superficie”, afirmó.
Consultada sobre las diferencias con los demás métodos de desinfección comúnmente utilizados como el amonio cuaternario y el cloro, la profesional señaló que la irradiación con UVC es una técnica en seco que no deja residuos y no es “operador-dependiente” al funcionar de manera remota. Pero desde el punto de vista clínico, la ventaja que más destacó es el tiempo, con una duración entre 10 a 20 minutos la aplicación en espacios grandes.
“Hay áreas que son muy críticas en relación al flujo de pacientes que necesitamos tenerlas operativas en el momento más breve posible para que ingrese otro nuevo paciente. Es decir, mientras antes quede operativa esa unidad es mucho mejor, por la demanda de atención”, indicó.
En conversación con los tres ex alumnos, el vicerrector de Vinculación con el Medio de la UMAG, Manuel Manríquez Figueroa, manifestó, en nombre de la institución, sentirse orgulloso de este logro alcanzado por profesionales formados en la región, ya que ello es signo de las capacidades que pudieron desarrollar en sus procesos formativos en pos de la ciencia desde una zona tan extrema como Magallanes.