«Lo personal es político» fue el lema de la denominada segunda ola del feminismo, expresión que aún resuena en la actualidad. Poniendo por referencia el texto de Carol Hanisch que precisamente se titula así, María José Quesada y Sara Oportus comentan las implicancias de esta expresión, relacionándola con el movimiento de los años 70, pero también con el presente, partiendo por definir y diferenciar el feminismo radical del feminismo liberal. El primero, propone acabar de raíz el patriarcado como sistema de dominación, en cambio el segundo, desde una posición individualista, busca la igualdad entre los sexos y la integración de la mujer en el ámbito laboral, por ejemplo, garantizando ciertos mínimos pero sin poner en cuestión la estructura del sistema. Además, a partir de la lectura de Kate Millett, feminista radical, se despliegan una serie de pensamientos en torno a la lucha feminista, relacionando su época también con el presente, para rescatar lo que sería una «historia de conciencia feminista» (Gerda Lerner), a partir de Chile y Latinoamérica, desde las historias situadas y territorializadas de las mujeres hoy.