La Fundación Juan Luis Martínez interpuso una querella criminal por supuesta violación de la Ley de Propiedad Intelectual en contra de Cristián Warnken, en su calidad de editor, y contra el académico Jorge Polanco, que escribió el libro «Juan Luis Martínez, poeta apocalíptico». «Las medidas y acciones impulsadas por la Fundación contradicen la que debieran ser su misión, toda vez que el trabajo de Polanco busca justamente promover el conocimiento y la lectura de la obra de Juan Luis Martínez, tratándose además de un ensayo sustentado en una larga investigación, cuyo valor literario y rigor académico han sido ampliamente reconocidos», señala una carta pública que pide cesar la acción criminal. Con casi 350 firmantes, cuenta con el apoyo de figuras como la poeta Carmen Berenguer, el académico Sergio Villalobos-Ruminott y la escritora Pía Barros.
Una fuerte polémica recorre al mundo literario, luego que la Fundación Juan Luis Martínez interpusiera una querella criminal por supuesta violación de la Ley de Propiedad Intelectual en contra de Cristián Warnken y del académico Jorge Polanco, con amenaza de cárcel y multas.
La Fundación, que defiende el legado del poeta homónimo, está enzarzada hace dos años en una disputa con la editorial de la Universidad de Valparaíso, dirigida por Warnken, por la publicación del libro Juan Luis Martínez, poeta apocalíptico (2019), escrito por Polanco, por supuestamente reproducir textos del vate sin autorización.
Hace dos años, la Fundación interpuso una demanda civil en el Quinto Juzgado Civil de Valparaíso contra la editorial, lo que conllevó el retiro de todos los ejemplares de las librerías apenas unos días después de su llegada al público, mientras se habla de una indemnización de 400 millones de pesos.
Ahora, a la demanda civil se suma una acusación penal, mediante el abogado Juan Peirano, presentada en diciembre, en contra de los dos ya citados, además del editor Ernesto Pfeiffer y el diseñador Felipe Cabrera. La PDI confirmó que el 21 de enero recibió la orden de investigar por parte de la Fiscalía de Valparaíso.
Sin embargo, un grupo de escritoras y escritores salió en defensa del autor, mediante una carta pública.
«Ninguna disputa en torno a los procedimientos y formas válidas de reproducción y preservación de la obra de un artista puede implicar que se conculque el derecho a la libertad de creación e investigación sobre la obra de otro artista», señala la misiva.
«Las medidas y acciones impulsadas por la Fundación Juan Luis Martínez contradicen la que debieran ser su misión, toda vez que el trabajo de Polanco busca justamente promover el conocimiento y la lectura de la obra de Juan Luis Martínez, tratándose además de un ensayo sustentado en una larga investigación, cuyo valor literario y rigor académico han sido ampliamente reconocidos», agrega.
«No es admisible ninguna situación de esta índole», continúa la carta. «Ninguna disputa patrimonial o económica puede justifica la persecución penal de un escritor, cuya participación en la edición objetada se limitó a la escritura de un texto que demuestra su interés, sostenido durante años, y su admiración por la obra del poeta».
Por eso, los firmantes exigen «el cese inmediato y la anulación de las acciones penales». La misiva, que ya lleva 350 firmas en un petitorio online, es firmada entre otros por la poeta Carmen Berenguer, la escritora Pía Barros, el académico de la U. de Michigan Sergio Villalobos-Ruminott y el historiador Pablo Chiuminatto, entre otros.
«Ma parece paradójico que la Fundación Juan Luis Martínez, que busca difundir la obra del poeta que en vida se destacó por una obra rupturista que incluyó el plagio como forma de trabajo, especialmente en el libro Poemas del otro (UDP, 2003), donde Juan Luis Martínez presenta los poemas de un poeta llamado como él, como si fueran su propia obra, y juega con eso como una nueva forma de creación, de comunicación entre la poesía, sin importar la propiedad intelectual ni los derechos ni todo lo que rodea al mercado, que está muy lejos de la creación poética, lleve adelante una persecución contra personas que hacen uso del trabajo del poeta, cuando todavía lo están mencionando y citando», afirmó uno de los firmantes, el escritor y editor Galo Ghigliotto.
«Juan Luis Martínez además trabajaba la idea de la desaparición del autor y de las anonimias, lo que hace aún más paradójico que se persiga a alguien justamente por cosas por las cuales Juan Luis Martínez no hubiese perseguido a nadie», agregó.
Martínez (1942-1993) publicó solo dos obras en vida, «en las cuales deconstruye el libro como objeto y sus implicaciones. La poesía chilena (1978) se centra en el hecho mismo de la poesía, expidiendo su certificado de defunción mediante la construcción de una obra que excede las posibilidades tradicionales de clasificación de un libro», señala el sitio Memoria Chile. El otro libro es La nueva novela (1977). Además hay varios libros publicados de manera póstuma.
Polanco, académico de la Universidad Austral de Chile, lo estudió y admiró, y por lo mismo está dolido por la situación, tomando en cuenta que se doctoró con una tesis en la obra de Martínez, que luego fue la semilla del libro en cuestión.
«Le puedo comentar que el ensayo formó parte de un trabajo de años. Comenzó el 2008, incluso antes, y terminó de escribirse en su primera versión el 2014. Luego fue solicitada por la editorial el 2015 o 2016, no recuerdo exactamente en estos momentos. Es un texto de filosofía que sorprendentemente terminó en esta situación», señaló a este medio.
«Hay una demanda civil entre la Fundación y la editorial; y ahora este juicio penal que me parece insólito. Como escritor, me resulta incomprensible que se busquen penas de cárcel y dinero. La editorial tendrá que ponerse de acuerdo en algún momento con la Fundación en los errores o malentendidos que cometieron entre ellos y el representante, conversaciones en las que no estuve. Los libros ya no se distribuyen, desaparecieron a la semana de publicarse».
«La he pasado muy mal con todo esto; además toda esta situación implica estar buscando abogados y un agobio tremendo, sorprendente para una escritura que quería ser un aporte al pensamiento poético y filosófico, en una tradición que se dice a sí misma poética. Hay familiares que están muy preocupados y, personalmente, me ha traído pésimas consecuencias en el ánimo y también físicamente. A veces da la impresión de que en Chile escribir fuera una condena», remató.
El propio Warnken, en tanto, manifestó:
«Admiro el trabajo académico de Jorge Polanco y lamento que un ensayo que tenía como único objetivo difundir la obra de Juan Luis Martínez termine en una demanda contra la universidad y una querella contra el autor del libro y el equipo editorial de un sello sin fines de lucro, de una universidad pública. La universidad hará una declaración y mostrará en tribunales el despropósito de esta querella», indicó.
En la editorial de la Universidad de Valparaíso también hay desconcierto con la situación, y lamentan que «la publicación del ensayo del destacado académico Jorge Polanco sobre la obra de Juan Luis Martínez, cuyo único objetivo era difundir la obra de ese autor, termine en una querella en tribunales».
«La universidad defenderá en todas las instancias su convicción de haber actuado correctamente. Reafirmamos nuestro orgullo por el trabajo de nuestra editorial, sin fines de lucro, en difundir la poesía y el pensamiento, trabajo que ha concitado la valoración de los lectores y el medio editorial en Chile e Hispanoamérica», expresó.
Alita Martínez, representante de la Fundación, aseguró a El Desconcierto que “nosotros queremos arreglar las cosas, no hay una guerra. El monto que se ha hablado, de $400 millones, lo define la ley, no nosotros».
«Esperamos llegar a un arreglo. Nos han insultado, nos han tratado súper mal y le están echando la culpa al empedrado. He recibido tanta mala onda hacia mi persona y la Fundación, y creo que hay una gran confusión, porque hay un trabajo de un ensayista que no es ningún problema, eso no está en cuestión. Aquí hubo cosas que se hicieron sin permiso. Y estamos tratando de hablar con ellos sobre eso”, indicó.
Finalmente, el propio Roberto Rivera, presidente de la Sociedad de Escritores de Chile, cree que la polémica es desproporcionada, y expresó su confianza en que las partes arreglen la situación.
«Polanco no puede ir a prisión por un error en el cual no hay dolo», expresó. «No se trata de una editora pirata publicando a la mala, sino de un error seguro por exceso de confianza entre las partes, en esas áreas poco definidas de la amistad, y que la ley pide permisos, documentos».
«Nos inclinamos por un acuerdo de las partes en el sentido que Polanco no procede con intención de dolo, sino por error y sin ánimo de dañar. Si la obra fue retirada de circulación además, es un reconocimiento implícito del error y no de dolo ni de intención aviesa», concluyó, agregando que «prisión para Polanco, por ningún motivo».