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Festival de Rotterdam premia cinta argentina que cuestiona masculinidad CULTURA|OPINIÓN

Festival de Rotterdam premia cinta argentina que cuestiona masculinidad

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El premio Big Screen, que permite hacer una distribución en salas en Holanda se le otorgó a la directora Argentina Ana Katz, por su cinta «El Perro que no Calla». En la cinta, un ambiguo joven, iniciando su vida adulta, es encargado por los vecinos en hacer callar un perro que no los deja dormir, y el vacilante protagonista busca razones para no hacerlo. Filmada en blanco y negro, en cinco escenarios diferentes, cada uno mostrando como el protagonista fracasa en distintos intentos de asumir su papel de varón. También resultó premiado un corto cubano, «Terranova».


Con la exhibición de Poupelle, de la ciudad de chimeneas, una cinta de animación japonesa, concluyó la segunda parte de la 50 edición del Festival Internacional de Film Rotterdam (IFFR).

Esta cinta ciencia ficción de animación por el director Hirota K. Suyu cuenta la historia de la Ciudad de las Chimeneas, que tiene el cielo cubierto de humo, por lo que los habitantes no pueden ver el cielo ni las estrellas, hasta que un monstruo hecho de basura(Poupelle) con la ayuda de un niño limpiachimeneas logran despejarlo.

La cinta inaugural fue El Mundo por Venir de Mona Fastvold, directora noruega que trabaja en Estados Unidos, que narra la historia de atracción y luego romance que surge entre Abigail y Tallie, mujeres de granjeros vecinos en la ruda frontera de Estados Unidos a mediados del siglo XIX.

La disparidad entre ambas cintas es una muestra de la variedad de cine que se muestra en Rotterdam, lo que puede verse en las películas que ganaron las diversas competencias de esta edición de medio siglo.

Los premios fueron asignados en febrero, fecha habitual del festival, que no pudo tener participación de público por las restricciones de corona. Por esa razón el festival decidió organizar una segunda parte híbrida, en parte online, donde el público puede ver las cintas online y también con proyecciones y sesiones de discusión presenciales en salas de cine en Rotterdam.

Premios

El Tigre de Rotterdam, el premio principal se otorgó a Pebbles (piedrecillas), film hindú del director Vinothraj P.S,otorgado por ser, en su humilde producción, “una lección de cine puro”. La cinta, filmada en blanco y negro cuenta la historia de un matón alcohólico de una aldea minúscula en una zona al sur de India azotada por sequía permanente, que va a buscar a su esposa que lo abandonó por malos tratos a pueblo vecino, acompañado de su hijo niño de ocho años, caminando la decena de kilómetros que separan los pueblos por paisaje desértico; para paliar la sed, el niño va chupando piedras, sin perder al animo ni el humor.

El jurado de los Tigres entrega dos premios especiales: uno fue para Verano Corso, primera cinta del director italiano Pascal Tagnati, notable por estar filmada en planos fijos (no hay movimiento de cámara): una serie de episodios desconectados van mostrando facetas de la vida en un pequeño pueblo en Córcega: algunos quieren abandonarlo, otros vuelven, viejas historias se reviven. El espectador debe armar por sí mismo esta historia colectiva de la que se le entregan sólo retazos.

El segundo premio especial fue para Cuidando a Venera, film de la directora kosovar Norika Sefa, la historia de Venera, joven adolescente que se inicia a la vida adulta, bajo la mirada atenta y vigilante de su familia y vecinos: ella debe mantener el honor de la familia. Acompañada por su rebelde amiga Dorina, que ya tiene pareja buscan la manera de eludir el estricto control y tienen claro que no quieren ser como sus madres.

El premio Big Screen, que permite hacer una distribución en salas en Holanda se le otorgó a la directora Argentina Ana Katz, por su cinta «El Perro que no Calla», una cinta en el que esta directora feminista explora la masculinidad: un ambiguo joven, iniciando su vida adulta, es encargado por los vecinos en hacer callar un perro que no los deja dormir, pero el vacilante protagonista busca razones para no hacerlo. Filmada en blanco y negro, en cinco escenarios diferentes, cada uno mostrando como el protagonista fracasa en distintos intentos de asumir su papel de varón.

El premio de Audiencia, otorgado por el público fue otorgado a Quo Vadis, Aida de la directora bosnia Jasmila Žbanic, ficción basada en un episodio turbio de la participación de Holanda en la guerra en los Balcanes: la caída de la ciudad bosnia de Srebrenica en las manos de las tropas del general Mladic, protegida por las tropas del Dutchbat, compañía del ejército holandés desplegada para proteger a sus habitantes y que finalmente colaboró en el asesinato de más de ocho mil habitantes. Aida, una intérprete holandés-bosnio para el general Karremans a cargo de las tropas holandesas, debe traducir sus conversaciones con los habitantes, que ya han perdido toda confianza en esta misión de paz de la ONU.

El premio de Audiencia Juvenil, otorgado por jurado de cinco jóvenes de Rotterdam entre 16 y 20 años fue para La Noche de los Reyes, de Costa de Marfil, dirigida por Phillipe Lacoste, transcurre en la prisión La Maca, a la que llega un nuevo detenido, que es elegido por el jefe de los prisioneros para entretener a internos contando cuentos durante eclipse de luna: si falla en entretenerlos, es asesinado por los prisioneros.

El premio de crítica internacional FIPRESCI (Federación Internacional de prensa de cine) fue entregado a la film thailandés Al Borde del Amanecer del director Taiki SAKPISIT, también filmado en blanco y negro, historia de horror que transcurre en una vieja mansión embrujada donde habita una mujer acompañada de su hija muda y su criada, acechadas por animales embrujados y militares que ocultan secretos.

El premio de la crítica holandes (KNF) fue para el film noruego Manifesto de la directora Ane Hjort Guttu, cuenta como los integrantes de una escuela de arte trasladados a un campus regido por estrictas medidas de control, encuentran modo de resistir y poder crear a pesar de las restricciones y mentalidad burocrática, incompatible con el arte.

Cortometraje

Los tres premios AMMODO (Fundación holandesa de apoyo a artes y ciencias) por cortometraje fueron para la directora americana Maat Means Land de Fox Maxy, directora y artista visual de origen aborigen americano, muestra un caleidoscopio de acciones y situaciones ligadas al activismo por su pueblo originario.

El segundo fue para la cinta paquistaní Puestas de Sol, cada día del director y artista visual Basir Mahmood, filmada en estudio de cine en Lahore, donde él ha trabajado en “Lollywwod” industria de cine paquistaní. Una escena de violencia familiar es filmada repetidas veces, ocultando algo siniestro.

El tercer premiado es el corto cubano Terranova, del dúo Alejandro Pérez y Alejandro Estrella sobre una ciudad imaginaria, construida sobre premisa que las ciudades no se repiten, sino se transforman. Terranova está construida sobre el recuerdo de otras ciudades y visiones del futuro.

Tercer Mundo

Aunque en el espíritu original de Hubert Baals, IFFR debía ser puramente un punto de encuentro, conocimiento y difusión del cine, estos premios surgido a partir del primer Tigre en 1995 cubren distintas facetas del tipo de cine que es posible ver en Rotterdam y que sigue siendo un punto de referencia para el cine independiente, es especial de cineastas desconocidos, jóvenes y fuera de las grandes industrias de cine, en especial del tercer mundo.

Hay que recordar que aparte del festival mismo hay una serie de programas y actividades ligadas al festival, como el Fondo Hubert Baals para directores nuevos, Cinemart, mercado de coproducción que incluye Rotterdam Lab, programa de formación para productores con ambiciones internacionales.

Sea como sea, Rotterdam es y sigue siendo el lugar que puede servir de punto de partida a una carrera internacional, como ha sido el caso de la mayoría de nuevos directores chilenos que de una forma u otra han conseguido apoyo o difusión para sus proyectos.

A preparar los proyectos que quizá veamos en enero del 2022.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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