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Constanza San Juan, constituyente: «Me gustaría una sesión en mi región que termine con una visita a los glaciares destruidos por Barrick Gold en Pascua Lama» NUEVA CONSTITUCIÓN

Constanza San Juan, constituyente: «Me gustaría una sesión en mi región que termine con una visita a los glaciares destruidos por Barrick Gold en Pascua Lama»

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Marco Fajardo Caballero
Por : Marco Fajardo Caballero Periodista de ciencia, cultura y medio ambiente de El Mostrador
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«Quisiera que los demás constituyentes vieran como el Tratado de Integración Minera entre Chile y Argentina ha permitido el cierre de la cordillera y la creación de un país virtual donde la soberanía está en manos de las trasnacionales», afirma la representante de la Lista del Pueblo de la región de Atacama. La constituyente y defensora medioambiental opina que las sesiones de la Convención deben ser descentralizadas y para que los demás constituyentes se armen de una idea clara de lo que es vivir en una zona de sacrificio propone que se pueda sesionar en todos los territorios de sacrificio de la región, con prioridad en Huasco contaminado por termoeléctricas y planta de pellet; Chañaral con su mar contaminado por los relaves lanzados directo al mar; Diego de Almagro con sus pozos de agua contaminados con metales pesados por la minería y Copiapó sin su río por la sobreexplotación agroindustrial y minera. «En el contexto de crisis ecológica y emergencia climática en el que estamos viviendo no podemos seguir haciendo las cosas como siempre. Tenemos un plazo de 10 años para cambiar el rumbo, cambiar nuestra forma de producir y consumir para salvaguardar la Tierra tal y como la conocemos, tanto para nosotros como para las futuras generaciones», advierte.


Una Constitución ecológica en medio de la crisis ambiental y calentamiento global, todo ello en medio de un debate con transparencia. Esto es lo que imagina la licenciada en Historia de la Universidad de Chile, Constanza San Juan, de 35 años, quien resultó electa convencional constituyente en la Lista del Pueblo por el distrito 14,m que congrega a Alto del Carmen, Caldera, Chañaral, Copiapó, Diego de Almagro, Vallenar, Freirina, Huasco y Tierra Amarilla, una zona con graves problemas de contaminación y siendo el puerto de Huasco un triste símbolo de las zonas de sacrificio.

La vocera de la Asamblea por el Agua de Guasco Alto, es integrante del Movimiento por el Agua y los Territorios (MAT) y de la Coordinación de Territorios por la Defensa de los Glaciares, y ha luchado durante varios años contra Pascua Lama, el proyecto de la minera canadiense Barrick Gold. Se trata de una mina de oro y plata a rajo abierto, ubicada a más de 4.000 metros de altura en la frontera de Chile con Argentina (entre los 3.800 y los 5.200 metros).

Encina y presidencia

Dentro de las primeras definiciones que deben llevarse a cabo este domingo, en el marco de la primera sesión de la Convención Constituyente, está la elección de quien hará de cabeza de la Mesa Directiva. En su opinión, San Juan asegura que «cada vez está más claro que debe ser un hito –a la vez concreto y simbólico– que muestre la ruta hacia transformaciones profundas y nuevas formas de relacionarnos».

«Más que centrarnos en figuras individuales, debemos buscar valores que encarnen la enorme diversidad geográfica, política, ecológica, social, cultural e identitaria de nuestro país. En esa línea, la presidencia debe ser rotativa y cumplir varios requisitos indispensables», señala.

Entre ellas, a su juicio, se cuentan «ser mujer, pues ellas son las grandes ganadoras y protagonistas de este curso político que consiguió el primer órgano paritario del mundo para redactar una Constitución», «provenir de una región que represente la postergación y las luchas territoriales silenciadas», «encarnar un proyecto transformador superador del neoliberalismo y que no represente los últimos 48 años, entre dictadura, derecha y Concertación, de instauración y administración de un modelo de muerte y lucro», y «tener compromiso con la defensa y la recuperación del medio ambiente y de los elementos vitales».

Asimismo, pide que sea «independiente de partidos políticos, es decir sin militancia partidista ni de listas asociadas a ellos», «tener base social y territorial comprobada, que encarne un proyecto político con un mandato colectivo y no individual», «encarnar la unidad de las luchas y las demandas de los distintos territorios, capaz de generar dialogo plural y diverso y que no ponga a competir a las comunidades y territorios», «no tener conflictos de interés, denuncias de abusos o violencia, ni vinculación con violaciones de derechos humanos» y «tener compromiso con la demanda de verdad, justicia y reparación para las víctimas de violaciones a los derechos humanos, la persecución penal de violadores de los derechos humanos y la libertad a los y las presas políticas de la revuelta».

CC y asambleas locales

Un punto central para San Juan además es la articulación entre la CC y las asambleas ciudadanas y movimientos sociales.

En su caso, su candidatura fue impulsada por la Asamblea Constituyente Atacama (ACA), que ya cuenta con una articulación y un diseño de participación fundado en la práctica de las diversas organizaciones sociales, territoriales y asambleas ciudadanas que la componen.

«En las últimas tres semanas realizamos una gira por todo Atacama, en parte para agradecer que los electores nos hayan dado la primera mayoría, también para socializar nuestro mandato y, sobre todo, para invitar a la participación amplia. Nos reunimos con las asambleas que son parte de la ACA y que ya están funcionando, además de levantar asambleas comunales en otros lugares. Pudimos ver de primera mano el interés por ser parte del proceso», cuenta.

Por lo mismo, San Juan pretende seguir con esa práctica de visitas territoriales, con estrecha vinculación con cada asamblea, «pues son el espacio deliberativo ciudadano de este proceso con quienes daremos vida a una arquitectura de participación con vocerías de las asambleas territoriales quienes llevan la voz local a la instancia regional, con comisiones técnicas y temáticas, con todo lo cual iremos tomando las decisiones junto a la información que la Constituyente y su equipo entregarán en el espacio».

«Nuestro objetivo es que este proceso se parezca lo más posible a una Asamblea Constituyente. También desplegaremos otros medios cibernéticos de participación, en primera instancia buzones en donde recibiremos propuestas y comentarios de nuestro mandatos e ideas», remata.

Transparencia

Otro punto clave para ella es la transparencia, uno de los temas que ha causado polémica en el último tiempo. Ella lo tiene claro: «la Convención Constitucional debe tener paredes de vidrio».

A su juicio, la transparencia debe ser un principio fundamental para la convención, pues en su garantía subyace gran parte de la legitimidad del trabajo constituyente y su discusión.

«Todo lo que ahí se discuta debe ser conocido por la gente, tal como lo hemos hecho con el grupo de Constituyentes Autoconvocados, con un canal Youtube donde se pueden seguir en vivo las discusiones», afirma.

Dice que la Convención tiene que tener todos los medios y recursos posibles a su disposición para estos fines, siendo el ideal que existan medios digitales, radiales y televisivos que publiquen las actas y acciones dentro de la Convención, considerando todos los mecanismos de inclusión que sean necesarios.

«La transparencia también implica una actualización y profundización de lo que hoy plantea la ley del lobby, por lo que se deben dar a conocer los vínculos y patrimonios de los constituyentes, de sus familiares directos y de sus asesorías. La transparencia pierde sentido si no está vinculada a la participación; en ese sentido debemos crear mecanismos de rendición constante del trabajo constituyente hacia la ciudadanía de nuestros distritos. Más que una declaratoria de buenas costumbres, la transparencia debe ser una práctica permanente y garantizada por la convención», dice.

Proteger de la vida

En cuanto a su lucha personal, para San Juan lo más importante es tener una Constitución «post-neoliberalista», es decir, una Constitución que defienda y proteja los elementos vitales -mal llamados “recursos naturales”- y la vida en todas sus formas así como el bien común y el buen vivir.

«En el contexto de crisis ecológica y emergencia climática en el que estamos viviendo no podemos seguir haciendo las cosas como siempre.  Tenemos un plazo de 10 años para cambiar el rumbo, cambiar nuestra forma de producir y consumir para salvaguardar la Tierra tal y como la conocemos, tanto para nosotros como para las futuras generaciones», advierte.

«Yo no lo considero tanto un tema de lucha, sino de sentido común. Del mismo modo en que considero que tenemos que cambiar las formas de relacionarnos. Para ello necesitamos garantizar derechos sociales básicos para una vida digna en donde la felicidad y la tranquilidad sean un derecho y nos podamos desarrollar en todo nuestro potencial como seres humanos dejando de ser tan sólo deudores o consumidores, y profundizar la democracia para que la participación de los pueblos sea real y vinculante», asegura.

Eco-Constitución

En la misma línea, San Juan cree que debe haber «un consenso de que debemos lograr una Constitución ecológica».

«Es un mínimo en el contexto global de emergencia climática y crisis ecológica y su inclusión será sí o sí. La gran mayoría de los programas presentados por las listas independientes y de movimientos sociales lo incluye y de manera profunda. Por su parte, para los escaños reservados de pueblos originarios es parte de su cosmovisión y autodeterminación, que son temas que vienen a defender en la Convención. Todo ello presenta un escenario propicio para avanzar en aquella aspiración», explica.

Por otro lado, espera que en el transcurso de la Convención la mayoría de los convencionales tome conciencia de que este es un tema vital «y que estamos llamados a aprovechar esta posibilidad de repensarnos como sociedad para encontrar nuevos acuerdos y otro pacto con la naturaleza. Se trata de encontrar salidas al neoliberalismo y al extractivismo, no solo para Chile sino para el mundo, con la esperanza de lograr frenar la caída al abismo en la cual nos encontramos de manera planetaria».

Para la historiadora, así quedó demostrado también en la declaración que lanzaron más de 34 constituyentes el Día del Medio Ambiente, donde, entre otras cuestiones, expresaron la necesidad de la consagración de la naturaleza y sus elementos así como de los animales como sujetos de derechos, la desprivatización de todos los elementos vitales naturales, el bien común por sobre la propiedad privada, el buen vivir transitando a un nuevo modelo económico postneoliberal y post extractivista, la soberanía alimentaria, la prohibición de intervenir el ecosistema glaciar, un Estado plurinacional y descentralizado, la participación vinculante y democracia directa, el fin a las zonas y territorios de sacrificio, el Principio de Justicia Intergeneracional y climática y una sociedad libre de explotación de cuerpos y territorios.

No más zonas de sacrificio

Como representante del valle del Huasco, cuyo puerto es zona de sacrificio, la constituyente además espera que la nueva Constitución siente las bases para que nunca más haya lugares de este tipo.

«La Constitución actual es la menos ecológica que puede haber. Fue hecha para viabilizar un modelo neoliberal extremo que se ha expresado económicamente en un modelo extractivista sustentado en la privatización de todos los elementos vitales, entiéndase agua, mares, bosques, subsuelo», comenta.

«Este modelo los considera netamente como mercancía a explotar sin ningún límite, provocando la sobreexplotación, la sobreacumulación y el deterioro de los ecosistemas con resultados dramáticos de territorios de sacrificio con consecuencias lamentables que incluyen daño a la salud de las personas y perjuicios ecosistémicos irreparables», advierte.

En su caso personal, su lucha ha sido en una comunidad de la parte alta del Valle de Huasco que ha luchado más de 20 años contra el proyecto Pascua Lama.

«Mi propia candidatura surge de la constatación de que todas las aberraciones que cometen las megamineras en los territorios son posibles porque bajo la actual Constitución, son totalmente legales. Por eso tomé la decisión de aceptar cuando mi asamblea me propuso ir de candidata, porque entendí que necesitamos un cambio estructural, un nuevo modelo que no privilegie la propiedad privada por sobre la vida», dice.

Para ella, la actual Constitución permite a las megamineras destruir glaciares, contaminar ríos e intervenir comunidades puesto que entregan el subsuelo a perpetuidad sin ningún tipo de restricción.

«Para nosotros, en estos tristemente denominados ‘territorios de sacrificio’, está claro que la legislación ambiental no sirve, pues está hecha a la medida de las grandes empresas, solo para permitir la sobreexplotación de los recursos sin ninguna otra consideración aparte de las utilidades económicas, dejándole a las comunidades las ‘externalidades’ como les llaman a todas las calamidades que producen».

Por ello, estipula que su mandato impulsa cambios de raíz, entre ellos recuperar y desprivatizar todos los elementos vitales naturales (agua, bosques, mares, subsuelo,) declarándolos bienes comunes inapropiables los cuales deben ser gestionados por las comunidades; consagrar a la naturaleza como sujeto de derecho, logrando su efectiva preservación y conservación así como un nuevo paradigma donde el ser humano deja de ser el centro para comprender que esta indivisiblemente unido a la naturaleza y que sin ella no puede vivir.

No más extractivismo

En esos términos, su idea es transitar a un nuevo modelo económico postneoliberal y post extractivista que esté en armonía con la naturaleza y al servicio de la comunidad, por lo cual evita la proliferación de territorios de sacrificio y cuyos límites son los derechos humanos y de la naturaleza, una Constitución que se haga cargo del cambio climático y de la restauración de las zonas y territorios de sacrificio y que promueva la conservación y la restauración de los diferentes sistemas ecológicos dañados del país como una manera de reactivar el desarrollo de las comunidades en base a la biodiversidad de los territorios.

«También sostenemos la autodeterminación de los territorios y los pueblos originarios; son ellos quienes deben decidir si un proyecto se emplaza o no, y por lo mismo es imprescindible lograr un Estado plurinacional», añade.

En el debate sobre la regionalización de la CC, ella quisiera poder realizar una sesión en la comuna de Alto del Carmen «y que luego terminara con una visita a los glaciares destruidos por Barrick Gold en Pascua Lama».

«Quisiera que los demás constituyentes vieran como el Tratado de Integración Minera entre Chile y Argentina ha permitido el cierre de la cordillera y la creación de un país virtual donde la soberanía está en manos de las trasnacionales. Luego, podríamos sesionar en todos los territorios de sacrificio de la región, con prioridad en Huasco contaminado por termoeléctricas y planta de pellet y CAP Minería; Chañaral con su mar contaminado por los relaves lanzados directo al mar; Diego de Almagro con sus pozos de agua contaminados con metales pesados por la minería y Copiapó sin su río por la sobreexplotación agroindustrial y minera», concluye.

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