Por primera vez el mayor evento del mundo dedicado a la creación y la investigación de la música con computadores tendrá su sede en una ciudad sudamericana. El encuentro se realizará en forma virtual, desde el 25 al 31 de julio. Más de 280 expositores de 40 países darán a conocer sus más recientes investigaciones y también sus obras. Habrá actividades para el público general: habrá 22 conciertos digitales, salas de escucha con 200 obras musicales, 18 instalaciones sonoras y 10 obras para realidad virtual.
La Pontificia Universidad Católica de Chile, la Facultad de Artes UC y el Instituto de Música UC organizan la Conferencia Internacional de Música con Computadores 2020-2021. Es la primera vez que la ICMC, por sus siglas en inglés se realiza en una ciudad sudamericana. Debido a la pandemia, el encuentro será virtual, desde el domingo 25 al sábado 31 de agosto.
“Cuando se organizó por primera vez esta conferencia, en 1974, recién se estaba vislumbrando que las computadoras eran un camino posible para la música. Es el evento más importante a nivel mundial que reúne a la gente que hace música por computador”, asegura el compositor e ingeniero eléctrico Rodrigo Cádiz, coordinador de este evento y académico del Instituto de Música UC y de la Facultad de Ingeniería UC.
El encuentro tiene, además, una programación atractiva para público general. Habrá 22 conciertos digitales, salas de escucha con 200 composiciones en línea y 21 instalaciones sonoras. Esta panorámica musical reúne los más variados formatos y lenguajes: desde música para parlantes o audífonos y obras audiovisuales hasta registros de intérpretes con instrumentos tradicionales y también recién inventados, con electrónica, así como live electronics.
Una novedad absoluta representa, además, una selección de 10 obras especialmente compuestas para realidad virtual.
“Se presentarán a través de la plataforma Mozzila Hubs. Se puede usar casco o no; tú entras al navegador y vas recorriendo un mundo 3D, interactuando como si fuera un videojuego. Era una deuda que teníamos; esta música existe hace quizás una década, pero será muy novedoso para el público, porque no hay todavía conciertos de realidad virtual masivos”, explica el profesor Cádiz.
La ICMC 2020-2021 tiene como tema “El computador virtuoso: re-definiendo límites”, en homenaje al famoso disco homónimo de José Vicente Asuar, compositor chileno y un pionero a nivel latinoamericano: él creó el primer computador chileno dedicado completamente a la creación de música y compuso la obra Variaciones espectrales, en 1959, con la cual se dará inicio a la conferencia.
Además, habrá una sala de escucha donde estarán disponibles siete obras fundamentales de los pioneros chilenos de la electroacústica, entre ellas, Nacimiento (1956) de León Schidlowsky, Los Peces (1957) de Juan Amenábar y El Túnel (a Ernesto Sábato) (1970) de Gabriel Brncic.
Estas obras fueron publicadas por el sello Pueblo Nuevo en la edición triple «50 Años de Música Electroacústica en Chile”, curada por Federico Schumacher. En el concierto de cierre, en tanto, se presentará una selección latinoamericana del XV Festival de Música Electroacústica UC, que se realizó en abril de 2021.
El pase que da acceso a todas las actividades de la ICMC cuesta US$ 85, para público general y US$ 40 para estudiantes. También existe un pase diario de US$ 20.
La ICMC contará con tres oradores principales, que ofrecerán charlas magistrales. La compositora electroacústica estadounidense Elainie Lillios (1968) es una figura muy destacada en Norteamérica y trabaja con intérpretes especialistas en el Instituto Splice, en su charla abordará qué es lo que define al trabajo creativo en la música con computadores.
El portugués João Pedro Oliveira (1959) enseña en la Universidad de Santa Barbara, en California, y ha obtenido más de 50 premios internacionales.
“Es un referente en términos de creación; es un compositor súper completo, porque no hace sólo música por computadora, sino también música acústica, audiovisual e instrumental”, detalla Cádiz. En su charla, abordará el potencial semántico de la música visual, es decir, la que se expresa también a través de imágenes en movimiento.
Se suma Chris Chafe (1952), fundador y director del Center for Computer Research in Music and Acoustics (CCRMA) de la Universidad de Stanford.
“Este centro de investigación es el más prestigioso, lejos, en temáticas de la música por computadora”, apunta Cádiz.
El fuerte de este violonchelista suizo-estadounidense es la investigación vinculada a la práctica artística y en su conferencia analizará si el virtuosismo depende únicamente de la percepción auditiva o es posible generarlo a través de algoritmos.
Dos estudios en particular han hecho mundialmente famoso a Chafe. Uno tiene que ver con la sonificación, que consiste en usar el sonido para representar la data de algún fenómeno. Chafe convirtió en una obra musical el calentamiento global, a partir de 1.200 años de información.
“Cuando escuchas esa obra te das cuenta de que estamos perdidos, por cómo ha subido la curva de la temperatura en el último tiempo”, comenta Cádiz.
Además, Chafe desarrolló un estetoscopio que mide las ondas cerebrales y las convierte en música, herramienta que permite a los neurólogos detectar formas de epilepsia que no implican convulsiones.
Un total de 90 papers serán presentados por especialistas de 40 países de América, Europa y Asia, a través de conferencias, paneles y talleres.
“Naturalmente, la mayoría hace la siguiente asociación: algoritmos, programas y un computador que produce sonidos sintéticos. Sin embargo, el tema de música con computadores es gigante; hay por supuesto, papers sobre modelaciones de la música con matemática y de generación de sonido a través de redes neuronales, pero también sobre percepción musical y psicoacústica, que se hace a través del análisis computacional de la música. En el fondo, todo lo que implique usar computadores tanto en la producción como en el análisis musical cabe en esta conferencia”, indica Rodrigo Cádiz.
En la ICMC se comparará, por ejemplo, el potencial emotivo del violín y el erhu, y se analizarán cuáles son las características de la voz de tenor que determinan su emocionalidad. También se abordará la ecología acústica, campo de los paisajes sonoros que aborda cómo interactuamos con el mundo sonoro y cómo lo preservamos. Se destaca el Ensamble de Laptops de la Universidad Nacional de Lima de Perú, que será presentado por su director, José Ignacio López.
“En el fondo, es igual que una orquesta; el laptop juega el mismo rol que un instrumento en una sinfónica. Hay obras donde los intérpretes tocan el teclado; en otras, los instrumentos interactúan con los computadores, y a veces se utilizan los giroscopios para hacer música. A estas alturas, ya hay repertorio clásico de obras de los años 80 y 90 que una orquesta de laptops debiera tocar”, apunta Cádiz.
Se revisarán también tendencias culturales. Por ejemplo, el creciente activismo en el arte sonoro y la música electroacústica en América Latina, o cómo se pueden nutrir la creación música y la ciencia. Igualmente, habrá un panel sobre diversidad e inclusión, temática que toca fuertemente a nuestro país.
“Aunque en Chile y Argentina hay mucha actividad, en las conferencias uno se encuentra con dos o tres chilenos apenas, si tiene suerte, y eso es porque generalmente se hacen lejos y viajar es prohibitivo para mucha gente. En cambio, en esta edición tenemos a 15 chilenos participando. Es importante pensar cómo puede ser más diverso e inclusivo este mundo de la música por computadora, que parece bien elitista, porque los recursos y centros de investigación están en Estados Unidos y Europa”, cierra Rodrigo Cádiz.
Este contingente nacional incluye, entre otros, a Federico Schumacher, José Miguel Candela, Juan Parra, Antonio Carvallo, Tomás Koljatic, Felipe Otondo, Alejandro Albornoz, Víctor Poblete y Javier Jaimovich.