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Inédito libro reúne evaluación de científicos sobre Patagonia chilena para conservar sus ecosistemas CULTURA|CIENCIA

Inédito libro reúne evaluación de científicos sobre Patagonia chilena para conservar sus ecosistemas

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Más de 70 expertos participaron en el libro que sintetiza en 18 capítulos las necesidades y atributos más sobresalientes para la conservación de los ecosistemas terrestres, dulceacuícolas y marinos de la Patagonia chilena.


Un inédito libro reúne la evaluación de científicos sobre la Patagonia chilena para conservar sus ecosistemas.

La obra, “Conservación en la Patagonia Chilena: evaluación del conocimiento, oportunidades y desafíos”, es producto de un trabajo colaborativo de casi tres años entre el Programa Austral Patagonia de la Universidad Austral de Chile (UACh), y un equipo de científicos del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB).

Junto a más de 70 autores revisaron y analizaron evidencia científica relacionada a la conservación de los ecosistemas y biodiversidad terrestre, dulceacuícola y marina de la Patagonia chilena. Este esfuerzo contó con el apoyo financiero de la organización internacional The Pew Charitable Trusts.

Se trata de la evaluación más completa hasta la fecha del conocimiento científico en la Patagonia chilena que aborda las brechas de conocimiento y las necesidades para la conservación de esta enorme región comprendida geográficamente entre el seno de Reloncaví, por el norte, hasta las australes islas Diego Ramírez.

“La Patagonia chilena por su carácter remoto y por la existencia de grandes áreas protegidas es una de las regiones mejor conservadas del mundo, pero el libro nos muestra que las presiones sobre los ecosistemas avanzan aceleradamente y se necesita generar una nueva fase de conservación basada en información actualizada y con mayor coordinación entre los actores para resguardar su futuro.”, comenta David Tecklin, codirector del Programa Austral Patagonia-UACh, autor y coautor en el libro.

Patagonia única

La Patagonia chilena es única. Posee una inmensa línea de costa que se extiende por 100 mil km, lo que genera un interfaz terrestre-marino de gran diversidad y abundancia de formas de vida. Además, posee uno de los estuarios más grandes del mundo donde confluyen las aguas marinas y el agua de los ríos patagónicos entre los archipiélagos de más de 40 mil islas.

Dos de sus ecosistemas más destacables que contribuyen a la mitigación del cambio climático, son los bosques primarios, que se extienden por 6,6 millones de hectáreas en cuencas sin explotación y las turberas, que abarcan 4,5 millones de hectáreas.

A pesar de su importancia, la Patagonia chilena no está libre de amenazas; la proyección del clima futuro señala que la temperatura media anual podría aumentar desde 0,9º C hasta 1,4 º C en promedio y que la precipitación podría disminuir entre 5,5 y 116 mm en promedio. Otra de las amenazas, es el aumento de especies invasoras, en particular acuáticas, la expansión industrial como la acuicultura y los impactos derivados de la pesca extractiva.

Para los autores, la Patagonia chilena tiene un legado importante de áreas protegidas establecidas que es clave consolidar, como son los parques y reservas nacionales que actualmente cubren el 55% del área terrestre, pero con grandes déficits históricos en la gestión. Y en cuanto a la protección en el mar, el libro documenta que el 41% de la superficie costero-marina está incluida oficialmente en alguna figura de protección, pero en su gran mayoría esta protección no ha sido realizada en la práctica y se encuentra amenazada por el avance de la salmonicultura. El llamado es a consolidar la efectiva protección de estas áreas marinas y terrestres y así asegurar su riqueza biológica y cultural para el futuro.

“El libro entrega una visión científica, basada en los aportes de más de 70 investigadores especializados y revisores científicos para alimentar las políticas públicas con información y análisis actualizados”, comenta el doctor en Biología Marina Juan Carlos Castilla, quien es editor del libro junto al doctor en Botánica y Fisiología Vegetal, Juan Armesto y María José Martínez-Harms, doctora en Ciencias de la Conservación de la Biodiversidad.

Esta última señala que “la investigación en la Patagonia ha crecido en las últimas décadas, pero está dispersa y fragmentada, lo que es una limitante para su uso en la toma de decisiones. Aquí hicimos un esfuerzo colaborativo para sintetizar la información disponible para consolidar los esfuerzos históricos de conservación y avanzar hacia nuevas figuras que incluyan el bienestar de las comunidades”.

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