CULTURA|MEDIOAMBIENTE
La iniciativa quedó para la próxima legislatura. Surgió a través de una solicitud de más de 60 organizaciones locales, nacionales y extranjeras, junto con comunidades kawésqar, quienes pidieron legislar sobre la materia. Durante la jornada, el Senado además respaldó un informe de la Comisión Mixta, relativo a una ley para exigir la remoción de sedimentos a los titulares de concesiones de acuicultura para el cultivo de especies exóticas. Actualmente, un grupo de emprendedores se dedica a la recuperación del lecho marino, mediante la aplicación de tecnología de nanoburbujas.
Dos proyectos claves para el sector pesquero se vieron este miércoles en el Parlamento.
Por una parte, en la Cámara de Diputadas y Diputados, la Comisión de Pesca tenía previsto votar una norma para prohibir la operación de las empresas salmoneras en áreas protegidas. Sin embargo, por falta de apoyo, la votación fue aplazada hasta la próxima legislatura.
El Senado, en tanto, respaldó un informe de la Comisión Mixta relativo a una ley para exigir la remoción de sedimentos a los titulares de concesiones de acuicultura para el cultivo de especies exóticas.
A esto se suma que, actualmente, un grupo de emprendedores se dedica a la recuperación del lecho marino, mediante la aplicación de tecnología de nanoburbujas.
La tarde del miércoles, los integrantes de la Comisión de Pesca, Acuicultura e Intereses Marítimos de la Cámara Baja debían votar en general el proyecto de ley sobre exclusión de la actividad de cultivo de especies hidrobiológicas exóticas en áreas protegidas, que modifica la Ley N° 18.892, General de Pesca y Acuicultura.
La iniciativa busca prohibir el ingreso de nuevas solicitudes de concesiones salmoneras al interior de las áreas protegidas, así como también establecer un plazo de salida de dos años para las concesiones que actualmente se encuentran en las áreas de conservación, sin posibilidad de relocalización.
Además, busca establecer mayores estándares ambientales para el funcionamiento de las concesiones que en la actualidad se sitúan en el interior de estas áreas, de modo tal que permita conservar de mejor manera dichas áreas hasta que se cumpla el plazo de salida.
Uno de los autores del proyecto, el diputado y presidente de la Comisión de Pesca, Jorge Brito (RD), explicó con anterioridad que “la actividad salmonera ha venido acompañada de una degradación de los ecosistemas marinos y, en especial, de los fondos marinos”.
“Es por eso que es una contradicción que el Estado reconozca la fragilidad de algunos ecosistemas, como ocurre en la Patagonia austral, y al mismo tiempo autorice el funcionamiento de industrias que degradan los ecosistemas”, añadió.
En tanto, los diputados de la instancia legislativa que debían votar este proyecto, además de Brito (RD), eran Pedro Pablo Álvarez-Salamanca (RN), Bernardo Berger (RN), Miguel Ángel Calisto (DC), Javier Hernández (UDI), Pablo Prieto (IND-RN), Leonidas Romero (RN), Patricio Rosas (Unir), Alexis Sepúlveda (PR), Gabriel Ascencio (DC), Rubén Moraga (PC) y Daniella Cicardini (PS). Estos últimos cuatro respaldaron previamente la iniciativa.
Cabe recordar que el proyecto surge a través de una solicitud de más de 60 organizaciones locales, nacionales y extranjeras, junto con comunidades kawésqar, quienes pidieron legislar sobre la materia.
No fue el único tema relacionado con la pesca que se discutió esta semana en el Congreso. El miércoles, el Senado respaldó el informe de la Comisión Mixta constituida para resolver las divergencias suscitadas entre ambas Cámaras durante la tramitación del proyecto de ley que modifica la Ley 18.892, General de Pesca y Acuicultura, con el objeto de exigir la remoción de sedimentos a los titulares de concesiones de acuicultura para el cultivo de especies exóticas.
Con esto, el texto legal quedó en condiciones de convertirse en ley, luego que la Sala de la Cámara Baja visara previamente el informe.
Cabe recordar que la iniciativa impone al concesionario la obligación de mantener la limpieza y el equilibrio ecológico de la zona concedida, cuya alteración tenga como causa la actividad acuícola, de conformidad con los reglamentos, y así dar cumplimiento “a la conservación y el uso sustentable de los recursos hidrobiológicos, mediante la aplicación del enfoque precautorio, de un enfoque ecosistémico en la regulación pesquera y la salvaguarda de los ecosistemas marinos en que existan esos recursos”.
El senador Rabindranath Quinteros precisó que la Mixta propuso –entre otros temas– que, de producirse depósitos de desechos, deberá procederse a la limpieza de los mismos, dentro del plazo de seis meses, sin perjuicio de la aplicación de las sanciones procedentes.
El Plan de Recuperación del fondo marino tendrá por objeto establecer el uso de mecanismos físicos, químicos o biológicos tendientes a mejorar las condiciones del área de sedimentación, permitiendo que se acelere la incorporación de la materia orgánica al ambiente.
Asimismo, indicó que, de reiterarse la infracción, la sanción se duplicará.
ChucaoTec es una empresa que expuso por este tema en el Parlamento. Se dedica a la recuperación del lecho marino por la aplicación de tecnología de nanoburbujas.
Para la firma es relevante el tema de la fiscalización, porque el cumplimiento de la ley es lo que le va a dar mayor legitimidad a la actividad frente a las comunidades y ante los sectores que se oponen a la industria del salmón por su impacto medioambiental.
«Del mismo modo, una adecuada fiscalización entregará datos objetivos para evaluar el comportamiento de la industria frente a la normativa y que esto tiene un impacto positivo en el desarrollo de la actividad, porque la mitigación ambiental aporta a la sustentabilidad de los procesos», señalaron desde la empresa.
En otro plano, la firma cree que hay que avanzar hacia sistemas preventivos, es decir, no solo actuar sobre sedimentos degradados, sino que evitar también que el lecho marino llegue a ese estado.
ChucaoTec está pronta a recibir certificación para operar con sistemas permanentes que utilizan nanoburbujas para mantener el lecho marino en condiciones ambientalmente sustentables, mitigando el impacto que la actividad salmonera tiene sobre la columna de agua y sobre el lecho.
Las nanoburbujas poseen particularidades bien especiales: son muy estables; tienen una carga eléctrica que hace que se repelan entre ellas, por lo tanto, no se fusionan; tienen afinidad con algunos materiales, como metales y materia orgánica, lo que las hace muy efectivas; y se autodisuelven, lo que les permite transformarse en una muy buena reserva de oxígeno u otros gases.
La tecnología además tiene aplicabilidad en otras áreas, como la agricultura, por ejemplo, donde las nanoburbujas pueden aportar a mejorar los rendimientos.
