Los senadores Órdenes y Girardi exigieron tramitar con premura la iniciativa legal que prohíbe el uso de antibióticos de manera preventiva en la industria del salmón. Esto luego que un informe internacional recomendó no consumir este producto chileno por el excesivo uso de fármacos en su elaboración. Además lamentaron la muerte en los últimos días de dos buzos realizaban labores de limpieza en los fondos marinos de centros de cultivo de Los Lago y Aysén y enviaron condolencias a sus familias.
Los senadores Ximena Órdenes y Guido Girardi, autores del proyecto de ley que regula y transparente el uso de antibióticos en la salmonicultura, exigieron que se apruebe prontamente dicha iniciativa con el fin de evitar situaciones como el reporte de Seafood Watch que recomendó evitar el consumo del salmón chileno.
Órdenes y Girardi, jefa y subjefe de bancada del PPD, lamentaron la muerte en los últimos días de dos buzos realizaban labores de limpieza en los fondos marinos de centros de cultivo de Los Lago y Aysén y enviaron condolencias a sus familias.
El senador Girardi señaló que “la recomendación del informe de Seafood Watch, no consumir salmones chilenos por su alto contenido de antibióticos, pone en riesgo estrategias de desarrollo, miles de empleos y cuestiona la imagen de Chile como país exportador de alimentos”.
Girardi dijo que “además, tenemos una dramática floración de algas (bloom) que ha matado 200 mil salmones y va a generar una grave crisis sanitaria y, lamentablemente, fallecieron dos buzos cuando realizaban limpieza de fondos marinos”.
Recordó que “somos autores del proyecto de ley que busca regular el uso de antibióticos en la salmonicultura, pero ha tenido en contra un lobby gigantesco. No estamos por prohibir que se usen, pero que no sea de manera preventiva. No es lógico que si una persona enferma en la RM se les dé remedio a los 7 millones de habitantes. Eso ocurre con la salmonicultura y genera graves problemas de resistencia”.
Dijo que “la ley busca mejorar esto y por eso esperamos que se apruebe pronto, porque va en beneficio de la salmonicultura. Hay empresas serias que están reduciendo el uso de antibióticos. Planteamos que al vender sus productos puedan rotular si usan o no antibióticos. Los principales enemigos de la salmonicultura son las malas empresas que dañan la imagen de esta importante industria”.
Por su parte Ximena Órdenes señaló que “esta es una importante industria del país -el salmón es el segundo producto que se exporta- y no se puede dejar sólo a la autorregulación. Hay que avanzar en exigencias que además se adapten al cambio climático”.
Agregó que “nos preocupa que una industria de esta magnitud no se haga cargo de las externalidades negativas que genera a los ecosistemas marinos y en los territorios donde se desarrolla esta actividad”.
Llamó “a las entidades fiscalizadoras Senapesca, la Superintendencia de Medio Ambiente, a entregar información clara de la magnitud de esta nueva floración algal nociva, conocer cuáles son las plantas reductoras donde se están llevando las toneladas de salmones muertos y que se tomen las medidas necesarias”.
Concluyó señalando que “una industria de estas características debe tener mayor regulación, no se puede otorgar concesiones sin conocimiento de la capacidad de carga y el daño ambiental que está provocando si quieren subsistir a futuro”.