Un frío y tradicional edificio de cemento ubicado en pleno centro de la ciudad, hace unas semanas protagonizó lo impensable: se transformó en el lienzo gigante que los reconocidos muralistas Javier Barriga, Francisco Maturana y Giovani Zamorano, usaron para desplegar su última creación.
Gigantescos muros con retratos neorrealistas que bien podrían ser fotografías, pero inmensas, que reflejan escenas de la vida cotidiana: Se ve un niño que toma once con marraqueta y té junto a su mamá. También, un señor de cotona azul marina sentado en su local de quesos y miel o una mujer que vende guantes y bufandas, que concentrada trabaja en un tejido con la tan típica lana de oveja sureña.
Así cambiaron los muros grises del tradicional Mercado de Osorno hace solo unas semanas, luego que la Corporación Cultural de Osorno se aliara con la agrupación de reconocidos artistas dedicados a la gestión, ejecución y producción de intervenciones en el espacio público, de La Pluma, para levantar un rescate patrimonial a través de una, impensable y ambiciosa, intervención visual de la fachada del tradicional edificio.
Así, los reconocidos artistas visuales nacionales, Javier Barriga (@Grasosobremagro), Francisco Maturana (@franciscomaturanau) y Giovani Zamora (@Giova.Streetart) partieron el 25 de abril pintando 50 murales del Mercado de Osorno. Dándole así otra versión a punta de colores y experiencia estética, a esta tradicional zona de la ciudad.
Rosana Faúndez, directora ejecutiva de la Corporación Cultural de Osorno, cuenta que la iniciativa partió desde la propia gente.
“La Municipalidad nos encargó mejorar la estética del Mercado ya que su materialidad, el cemento, transmitía frialdad. Tras el trabajo de La Pluma el cambio fue inmediato. Gracias a la intervención artística, este tradicional lugar de Osorno se ha transformado en una gran galería de arte al aire libre, posibilitando el acceso democrático y la apreciación artística de las artes visuales a transeúntes”.
En la otra vereda, el alcalde de Osorno, Emeterio Carrillo, añade que las intervenciones del mercado podrían, además, abrir nuevas posibilidades para los comerciantes del lugar.
“Confiamos en que la intervención artística contribuya a mejorar el ingreso económico de los locatarios del mercado, al aumentar la circulación de personas y turistas atraídos por los murales, los que, por su calidad artística, ya son altamente valorados”, señaló.
Según los artistas de La Pluma, cuando les hicieron el encargo de crear 50 diseños del mercado de Osorno, un sitio central, cerca de la estación de buses y colegios, quisieron plasmar la vida del mercado en los muros. De allí, entrevistaron a muchos locatarios y a muchos de los transeúntes para crear la estética de los murales.
Javier Barriga, uno de los artistas, detalla que su propósito era vincular a las personas con el mercado.
“Quisimos hacer un retrato que tuviera que ver con la identidad de Osorno y la vida del comerciante desde lo más doméstico y cotidiano y que tiene que ver con el comerciante, el hogar, la familia, esos ritos del día a día. Esa fue nuestra inspiración”, añade.
Durante el mes que pasaron prácticamente haciendo de nuevo la fachada del mercado, los artistas aprovecharon de compartir con escolares, de hacer talleres para otros artistas visuales y contaron con el apoyo de los muralistas locales, Constanza Jauregui y Carlos Nuñez. Además, la empresa de pinturas Construmart, también participó de la obra inaugurada el 27 de mayo pasado, quienes, interesados en aportar con la resignificación de los espacios públicos de la ciudad, decidieron aportar con materiales para los murales.
—¿Cómo crees que la vida cotidiana de los osorninos dialoga con la obra que acaban de inaugurar?
—Quisimos aportar con una sensación similar a lo que genera un álbum de fotos familiar antiguo. Queremos que estas obras se puedan vincular con la comunidad como un recuerdo, con melancolía y ternura. Quisimos articular escenas amables, familiares, una memoria de la vida íntima de la ciudad – explica el muralista Javier Barriga.