Busca conocer los documentos de creación de artistas chilenos que fueron significativos para el desarrollo de las artes escénicas de ambos países y que han fallecido en las últimas décadas: Bélgica Castro y Alejandro Sieveking (en la foto) con Teatro del Ángel, Sara Astica, Carmen Bunster y Marcelo Gaete con compañías como Teatro Carpa y Arlequín.
El Colectivo Arde de Chile y LaMAE de Costa Rica, presentan su nuevo proyecto “Huellas de Exilio”, un trabajo de archivo que explora la producción teatral de importantes creadores escénicos chilenos que vivieron su exilio político en Costa Rica en la década de los 70 y 80´s.
Ambos grupos crearon un archivo digital abierto y gratuito compuesto por documentos de artistas como Bélgica Castro, Alejandro Sieveking, Sara Astica y Marcelo Gaete. La colección se encuentra de manera física en San José de Costa Rica y gracias a este proyecto se puede acceder online.
El año 2020 en plena pandemia y confinamiento, el equipo de LaMAE (Fundación Memoria Artes Escénicas de Costa Rica) contactó a Arde para conocerse a través de Zoom. Ambas son organizaciones que trabajan en torno a las memorias de las artes y son archivos independientes y autogestionados.
En esa reunión LaMAE relata que dentro de su archivo físico tienen documentos de creadores escénicos chilenos que vivieron su exilio en Costa Rica. Afiches, programas de mano y fotografías de grandes maestras y maestros del teatro chileno se encontraban en ese momento resguardados en San José, pero sin catalogación, digitalización ni posibilidades de difusión.
Es así, como a través de Fondart con su Convocatoria 2021, se adjudicaron un proyecto para poder conocer y exhibir estos materiales a través de una colección digital. El objetivo es aportar a resguardar y poner a disposición pública documentos de profundo valor estético e histórico, que permiten reflexionar sobre los procesos creativos realizados en contextos sociopolíticos como el exilio.
“Teníamos un pendiente con la activación de los archivos de la Fundación, a pesar de que llevamos muchos años resguardando los documentos, no habíamos tenido los recursos financieros, ni el apoyo conceptual para ir armando una colección de manera digital. Con las colegas de Arde, nos lanzamos a la tarea de rebuscar entre nuestras cajas archivadas en el marco de un vínculo muy concreto entre artistas exiliadas y exiliados de Chile, y Costa Rica como la tierra donde continuaron su carrera profesional. Creemos que este proyecto es un primer esfuerzo por colocar fuera de nuestro edificio patrimonial, parte de los afiches y programas de mano, con un tinte vital para la construcción de la línea historiográfica, política y cultural que aporta información a nuestro panorama escénico latinoamericano”, declaran las integrantes de LaMAE.
El proyecto también busca conocer los documentos de creación de artistas chilenos que fueron significativos para el desarrollo de las artes escénicas de ambos países y que han fallecido en las últimas décadas: Bélgica Castro y Alejandro Sieveking con Teatro del Ángel, Sara Astica, Carmen Bunster y Marcelo Gaete con compañías como Teatro Carpa y Arlequín.
“Creemos que es una forma de homenajearlos y de preservar sus saberes, oficios, memorias y sus búsquedas artísticas como políticas. Es interesante ver cómo aportaron a la escena costarricense, trabajando con el Teatro Nacional y los teatros universitarios de ese país. Los creadores chilenos no se quedaron en silencio durante sus exilios, sino que desarrollaron trayectorias significativas que son importantes de registrar, narrar y compartir”, comentan las integrantes de Arde.
La colección está compuesta principalmente de afiches y programas de mano, es decir, el material gráfico que acompaña a las obras de teatro.
Sobre este punto, las investigadoras de LaMAE comentan que “el material gráfico que se genera de una puesta en escena es una especie de semilla que acumula la información más importante de un espectáculo, por tanto, su conservación es una pieza fundamental para iniciar la reconstrucción de una memoria. Como diseñadoras gráficas y escenográficas, tener acceso a estos materiales, es una posibilidad de observar a través de una mirilla las paletas de color, las formas estilizadas, tipográfias y por supuesto las fotografías y textos como los diferentes puntos de vista de una época, marcada por desplazamientos, por fundación de movimientos, escuelas de teatro, espacios para la puesta en escena y redes de trabajo que son de vital importancia hoy en día en nuestro quehacer en las tablas y en las investigaciones académicas”.
Otra relevancia del proyecto es que genera una alianza de trabajo entre dos archivos latinoamericanos.
“Es relevante buscar una mirada continental que deje de pensar solo la actividad o influencia de las teatralidades en un límite nacional, sino que piense flujo y filiaciones culturales”, dicen las investigadoras de Arde.