Un artículo publicado este lunes en la revista especializada Nature Climate Change admite que al tomar acción política, los científicos podrían ser criticados por abandonar su imparcialidad. Sin embargo, añadió que los lectores deben decidir por sí mismos si “las formas tradicionales de investigación y comunicación” de la ciencia están logrando una respuesta de las autoridades para enfrentar la magnitud de la crisis.
Los científicos debe cometer actos de desobediencia civil para mostrar a la opinión pública la gravedad de la amenaza del cambio climático, señala un grupo de investigadores, informó el diario The Guardian.
“La desobediencia civil de los científicos tiene el potencial de atravesar las innumerables complejidades y confusión en torno a la crisis climática”, escribieron los investigadores en un artículo publicado este lunes en la revista especializada Nature Climate Change.
“Si aquellos con expertise y conocimiento tienen voluntad de expresar sus preocupaciones de una forma más intransigente (…) se les exige una particular eficiencia como acto comunicativo. Esta es la percepción de Greta Thunberg cuando nos llama a ‘actuar como si ya estuviéramos en una crisis’”.
En los últimos meses, los científicos se han mostrado crecientemente dispuestos a tomar parte en acciones directas para atraer la atención sobre la crisis climática.
Una “rebelión de científicos” movilizó más de 1.000 científicos en 25 países en abril. En el Reino Unido, varios investigadores fueron detenidos por pegar un artículo científico -y sus manos- en la fachada del Departamento de Negocios, Energía y Estrategia Industrial.
El artículo fue escrito en conjunto por cinco científicos climáticos: Stuart Capstick, Aaron Thierry, Emily Cox, Steve Westlake y Julia K. Steinberger. Una sexta firma corresponde a Oscar Berglund, un cientista político de la Universidad de Bristol, que estudia desobediencia civil y movimientos sociales.
Una nota adjunta al artículo reveló que todos los autores “han participado y ofrecido apoyo a grupos que realizan desobediencia civil para presionar por acción climática”.
“Lo que decimos en el artículo es que involucrarse en este tipo de cosas puede sumar peso al mensaje de que esto es una crisis; que estas son personas decentes que saben más que cualquier otro sobre lo hundidos que estamos en la mierda, y que están realizando este tipo de acción, acción directa no violenta, desobediencia civil», dijo Berglund.
“Tenemos aquí lo que llamamos una autoridad epistémica: la gente escucha lo que estamos diciendo, como científicos, y se vuelve una manera de mostrar lo grave que es la situación, que nos vemos obligados a llegar a estos extremos”.
El artículo admite que al tomar acción política, los científicos podrían ser criticados por abandonar su imparcialidad. Sin embargo, añadió que los lectores deben decidir por sí mismos si “las formas tradicionales de investigación y comunicación” de la ciencia están logrando una respuestas de las autoridades para enfrentar la magnitud de la crisis.
“La extendida noción de que simple presentación de la evidencia por un ‘intermediario honesto’ a aquellos con poder cumplirá con los intereses de la población no es en sí misma una perspectiva neutral del mundo; en vez de ello es convenientemente inofensivo para el statu quo o con frecuencia más bien ingenuo», agregó.
“Además de documentar la crisis climática de manera aún más detallada, estamos obligados a considerar cómo podemos actuar de nuevas maneras para ayudar a lograr una transformación necesaria y urgente».
“Mientras tanto, desde hace mucho estamos en un punto en el cual se justifica la desobediencia civil de los científicos”, concluye.