CULTURA
Se trata de «Piedras blancas» (Editorial Forja), de María Isabel Mordojovich, que aborda los primeros años de la dictadura en Chile desde el punto de vista de los victimarios y de cómo tomaron ciertas decisiones ante la orden de participar en las violaciones a los derechos humanos, y se inspira específicamente en el regimiento de Tejas Verdes del Ejército de Chile, un centro de instrucción de la DINA. «Yo quería saber qué pasó en la mente de los jóvenes militares que llegaban a ese lugar, cómo lo vivieron. Eso es lo que yo quería escribir, entender. Antes de ser torturadores, ellos eran seres humanos normales. Traté de imaginarme yo en esa situación», dijo la autora durante la presentación de este martes.
Una novela sobre los militares que se convirtieron en torturadores tras el golpe de Estado de 1973 presentó este martes la escritora María Isabel Mordojovich.
Se trata de «Piedras blancas» (Editorial Forja), que aborda los primeros años de la dictadura en Chile desde el punto de vista de los victimarios y de cómo tomaron ciertas decisiones ante la orden de participar en las violaciones a los derechos humanos, y se inspira específicamente en el regimiento de Tejas Verdes del Ejército de Chile, un centro de instrucción de la DINA.
La autora señaló en el lanzamiento que llegó a la historia del lugar tras leer el libro «El despertar de los cuervos» (2013), del periodista Javier Rebolledo.
«Yo quería saber qué pasó en la mente de los jóvenes militares que llegaban a ese lugar, cómo lo vivieron. Eso es lo que yo quería escribir, entender. Antes de ser torturadores, ellos eran seres humanos normales. Traté de imaginarme yo en esa situación», dijo.
«Somos soldados, pero no todos están armados para esta guerra que se inició hace una semana. Algunos sí, ya que hemos seguido una formación especial. Les repito: todos los presentes han sido seleccionados por las capacidades que ya han demostrado, es decir coraje, disciplina, rapidez, inteligencia. Debemos reforzar cuanto antes nuestros equipos con fuerzas nuevas para generalizar el trabajo que algunos comenzamos el once», se lee en el libro.
«El desafío que tenemos es inmenso y lo que se espera de cada uno de ustedes es mucho más de lo que nunca han podido imaginar. Por eso, insisto: a los que no tengan una confianza absoluta en su institución y en su jerarquía, a los que duden de su capacidad para acatar sin falla las órdenes y guardar el silencio total, cueste lo que cueste, les aconsejo que lo hagan saber y que se retiren. No teman, si lo hacen hoy, no habrá ninguna sanción».
Mordojovich es oriunda de Punta Arenas. Ingeniero matemático de profesión, profesora e investigadora, reside en Francia desde 1976. Piedras Blancas de Editorial Forja es su segunda novela, después del “El libro de Carmen”, Forja 2008 (Le livre de Carmen, Indigo & Côté-Femmes, 2007) y del libro testimonial “Cuatro entraron al Paraíso”, también editada por Forja en 2011 (Le rêve et la chute. Récit d’une quête d’absolu, L’Harmattan, 2012).
“He tenido en mis manos numerosos textos que se refieren a esa época oscura y que narran prácticas que aún nos resultan inverosímiles. Sin embargo, esta obra se encuentra entre las más exactas, tanto por su sobriedad en temas tan escabrosos, como por la semblanza con la realidad que he podido apreciar en mis investigaciones judiciales», dijo en el primer lanzamiento del libro el exjuez Juan Guzmán Tapia, en palabras que hoy adquieren la forma de un prólogo.
«Nos encontramos en medio de un relato, o de varios, que se entremezclan para narrar el diario vivir de prisioneros políticos y la angustia y el espanto que experimentaron, minuto a minuto, en su dolorosa saga, periodo en el cual militares y ayudistas utilizaron las peores torturas y fueron desarrollando con creciente destreza su arte, amoldando paulatinamente su vida a nuevas rutinas de trabajo”, agregó el magistrado.
La escritora María Isabel Mordojovich.
En la presentación de la nueva edición de «Piedras Blancas», cuando se cumplirá medio siglo de los sucesos narrados en esta novela, el escritor Jorge Calvo destaca el lenguaje directo y coloquial que muestra descarnadamente escenas que sacuden nuestra conciencia.
“A menudo las personas al terminar de leer una novela, alzan la vista y preguntan: ¿Será verdad esto? ¿Habrá sucedido realmente? De pronto las circunstancias narradas adquieren tal grado de horror y violencia que resultan inverosímiles. El novelista norteamericano Truman Capote, en su novela A sangre fría, realizó el ejercicio de trasponer al mundo de la ficción una realidad tangible. Y, en esta novela que nos propone María Isabel Mordojovich, nos encontramos ante un fenómeno similar, estamos frente a hechos absurdamente feroces cuya existencia se ve avalada por las palabras del juez Guzmán quien investigó en profundidad eventos semejantes”.
