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Por primera vez chileno recibe Premio Latinoamericano de Musicología Samuel Claro Valdés CULTURA

Por primera vez chileno recibe Premio Latinoamericano de Musicología Samuel Claro Valdés

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Se trata de Leonardo Díaz Collao, quien lo obtiene en forma compartida con el ecuatoriano de origen venezolano Jesús Estévez Monagas. Sus investigaciones se centran en aclarar los más comunes equívocos respecto de la música mapuche y en dar a conocer la verdadera vida musical colonial de la Catedral de Quito. Ambas serán publicadas en la Revista Resonancias durante el año 2023. El galardón es entregado por el Instituto de Música UC.


En su décimo tercera edición, el Premio Latinoamericano de Musicología Samuel Claro Valdés del Instituto de Música UC será por primera vez recibido por un chileno. Se trata del etnomusicólogo Leonardo Díaz Collao, quien lo obtiene ex aequo con el investigador ecuatoriano de origen venezolano Jesús Estévez Monagas. Ambos musicólogos tienen menos de 40 años de edad, informó la UC.

El jurado lo integraron Enrique Cámara de Landa, académico de la Universidad de Valladolid; María Gembero Ustárroz, científica de la Institución Milá y Fontanals de Investigación en Humanidades de Barcelona, y Daniel Party Tolchinsky, profesor del Instituto de Música UC. Así, estuvieron representados, como es tradición, los campos de la etnomusicología, la musicología histórica y los estudios de música popular.

La decisión fue unánime. En el acta, el jurado establece que “Más allá de la música mapuche: equívoco, definiciones y resistencias”, el artículo premiado de Leonardo Díaz Collao, “renueva e impulsa el debate sobre la tensión entre lo que se entiende por música en la producción etnomusicológica y en las comunidades mapuche”. Asimismo, destaca que amplía este tema al incorporar el habla y el paisaje sonoro.

El artículo “La vida musical en la Catedral de Quito (1545-1836): nuevas perspectivas y documentos”, de Jesús Estévez Monagas, fue distinguido por el jurado como “un trabajo riguroso y muy bien documentado, basado en fuentes inéditas y en la revisión crítica de bibliografía previa”. Se destaca, además, que “abre nuevas perspectivas para situar la actividad musical en el territorio de lo que hoy es Ecuador dentro del panorama de la historia colonial hispanoamericana, en cuyas narrativas generales tenía poca presencia hasta el momento”.

También hubo una mención honrosa, para el artículo “Ugulendu: tambores, sonajas, cantos y sonofanías de la espiritualidad garífuna guatemalteca”, de Augusto Pérez Guarnieri.

El Premio Samuel Claro Valdés es otorgado por el Instituto de Música UC y consiste en un monto en dinero -de US$ 2.000- y también en la publicación en la Revisa Resonancias. Esto último implica una amplia circulación internacional, dado que la revista está indexada en Web of Science: Arts & Humanities Citation Index (AHCI) y en Scopus.

Los dos artículos ganadores ex aequo del primer premio y también la mención honrosa serán publicados por la Revista Resonancias del Instituto de Música UC durante el año 2023.

El Premio Samuel Claro Valdés 2022 recibió 16 propuestas de investigadores residentes en Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Estados Unidos, México, Perú y Venezuela. El jurado destacó el “alto nivel predominante” de los estudios.

Música mapuche

Leonardo Díaz Collao (1986) es doctor en Musicología por las universidades de Valladolid y Complutense de Madrid e investigador posdoctoral en el Instituto de Música de la Universidad Alberto Hurtado, donde enseña. Asimismo, es secretario del comité chileno del Consejo Internacional para la Música Tradicional (ICTM).

El Premio Samuel Claro Valdés, indica, “significa para mí un reconocimiento y una oportunidad de visibilizar mi trabajo, pero también de visibilizar a los músicos y músicas mapuche con los que yo trabajo, entonces espero que este reconocimiento sea una ventana para posicionar con fuerza la idea de investigadoras, investigadores, músicas y músicos mapuche”.

Díaz Collao señala que “Más allá de la música mapuche: equívoco, definiciones y resistencias” nació de una etnografía que desarrolló “en Wallmapu con la machi Mercedes Antilef y el kimche Juan Ñanculef, además de otros peñi/lamgen que muy solidariamente me permitieron conocer parte del mundo mapuche”.

El investigador es enfático: “Somos muy ignorantes sobre el pueblo mapuche en general, y sobre sus distintas expresiones culturales. En este artículo yo problematizo la pertinencia del concepto de música para entender el universo sonoro mapuche”.

El etnomusicólogo aclara que él no pertenece al pueblo mapuche.

“No creo que sea la labor de los etnomusicólogos no mapuche definir qué es la música mapuche. Pero sí podemos problematizar cuestiones que van más allá del concepto de música y que refieren a otros modos de entender el sonido y la escucha”, agrega. En su trabajo incorporó dos elementos que no suelen ser conceptualizados como música por los etnomusicólogos: el habla y el paisaje sonoro, lo que fue destacado por el jurado.

Figuras referentes

Jesús Estévez Monagas (1988) es doctorando en Musicología en la Universidad Complutense de Madrid y académico del College of Music de la Universidad San Francisco de Quito.

“Para mí es un orgullo representar a mis dos países”, señala el musicólogo. Nacido en Venezuela, reside en Ecuador hace 14 años y ya tiene esa nacionalidad.

“Estoy como un niño que no cree que tiene un juguete nuevo. Yo siempre hago lo posible por dar lo mejor de mí, y en la investigación histórica leo mucho las figuras referentes en América, como lo fue en su momento Samuel Claro Valdés”, agrega. Se refiere a tres investigadores: Javier Marín López, Alejandro Vera y David Andrés Fernández. Este último, indica, “fue mi director de tesis y quien me ha enseñado a ser riguroso, que es algo que destacó el jurado”.

Su artículo, “La vida musical en la Catedral de Quito (1545-1836): nuevas perspectivas y documentos”, responde a un vacío que identificó. “El trabajo musicológico que se ha hecho durante gran parte del siglo XX en Ecuador es muy empírico. A pesar de que tiene mucho valor, a mi parecer esta labor tiene que academizarse”, señala Jesús Estévez Monagas. No basta con el trabajo de campo, dice, sino que el tratamiento de las fuentes históricas debe hacerse con ética, citándolas.

“Desde el trabajo que publica en 1962 Robert Stevenson sobre Quito no había habido en 60 años un estudio que actualizara esos aportes. En ese ‘problema’ que yo encontré, entraron mis ganas de intervenir y aportar para situar a la ciudad de Quito y su catedral dentro de las catedrales más estudiadas”, explica.

Alto nivel

La alta participación y el alto estándar de las propuestas recibidas en el Premio Samuel Claro Valdés 2022 contrastan con la edición anterior del premio, hace dos años, cuando fue declarado desierto.

“Da la impresión de que en 2020 la pandemia afectó la cantidad de postulantes y el nivel. El hecho de que ahora haya habido 16 postulaciones, de varios países, y de buen nivel en general, habla de que el premio es atractivo y que es importante mantenerlo”, comenta Alejandro Vera, profesor del Instituto de Música UC y coordinador del premio.

En Sudamérica, el Samuel Claro Valdés es el único premio que tiene continuidad en el tiempo. Y es uno de los cuatro reconocimientos en lengua hispana para la musicología que se entregan en forma regular, junto al Casa de las Américas, el Otto Mayer-Serra y el de la Sociedad Española de Musicología.

El profesor Alejandro Vera destaca que los dos artículos que comparten el Premio Samuel Claro Valdés 2022 “son muy distintos y valiosos desde un punto de vista diferente, diversidad que es muy importante en una musicología como la latinoamericana. El trabajo de Leonardo Díaz Collao reflexiona sobre música vinculada a la tradición oral, específicamente a los pueblos originarios, pero a la vez usa eso para reflexionar más ampliamente sobre los conceptos de música, entonces es un artículo bastante teórico. En cambio, el artículo de Jesús Estévez Monagas es mucho más empírico y aporta datos nuevos respecto de la vida musical de Ecuador en el pasado”.

Sin embargo, sólo tres de los 16 artículos presentados fueron escritos por mujeres. Respecto de la baja participación femenina, Alejandro Vera reconoce que “llama la atención, considerando la cantidad de mujeres que hay en la Sociedad Chilena de Musicología y la cantidad de mujeres que van a los congresos y publican trabajos relevantes en un porcentaje mayor que éste. Habrá que buscar las causas”.

El Premio Latinoamericano de Musicología Samuel Claro Valdés es uno de los reconocimientos más prestigiosos del mundo hispanoamericano para la disciplina. Nació en 1998, para rendir tributo al pionero en Chile de la disciplina, quien enseñó en el Instituto de Música UC desde 1982 hasta su muerte, en 1994. Se entrega en forma bienal y consiste en un monto en dinero -de US$ 2.000- y también en la publicación en la Revista Resonancias. Esto último implica una amplia circulación internacional, dado que la revista está indexada en Web of Science: Arts & Humanities Citation Index (AHCI) y en Scopus.

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