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Arquitecta chilena es finalista de Premios Verdes con proyecto de construcciones regenerativas CULTURA

Arquitecta chilena es finalista de Premios Verdes con proyecto de construcciones regenerativas

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Con más de 20 años de experiencia, impulsa y prioriza el uso de materiales aislantes de origen natural y que al mismo tiempo ahorren energía. “Nuestro sueño es escalar esto, hacer viviendas sociales, realizar alianzas y acuerdos colaborativos con municipios, escuelas y distintas fundaciones. Queremos replicar los condominios en otros estratos sociales y en diferentes ámbitos, ya que el buen vivir es un derecho de todos y todas”, comenta Nicole Spencer.


Con un enfoque ecológico y renovable, la arquitecta Nicole Spencer ha trabajado en múltiples proyectos regenerativos. Ahora representará a Chile en los Premios Verdes, uno de los encuentros más importantes sobre sustentabilidad de Iberoamérica.

Se trata de una especie de “Premios Oscar” en esta materia, que se realizarán del 19 al 23 de abril en las islas Galápagos de Ecuador. Allí se reconocerán 33 proyectos finalistas de 12 países. Son otorgados por una entidad liderada por la ecuatoriana Bianca Dager, líder en la conservación y el cambio climático y CO-CEO de Premios Verdes.

Spencer llegará al encuentro, durante la Semana de la Sustentabilidad, con su proyecto AYMA Condominios Regenerativos, una iniciativa que trabaja durante años en Peñalolén. La idea nació con el objetivo de volver a las raíces de la construcción, valorar la importancia del Buen Vivir, del uso de la vegetación en las edificaciones de la ciudad y de integrar las viviendas con el entorno natural.

Para ello, el estudio comenzó a trabajar en base a un paradigma histórico, contrario a los principios del mercado inmobiliario actual: las viviendas de AYMA tienen como elemento básico la tierra y la vegetación. Replicando técnicas arquitectónicas de culturas ancestrales, las casas tienen bases sólidas y estructuras de metal y madera, lo que garantiza un estándar antisísmico de primer nivel. Pero, al mismo tiempo, cada espacio en el alma de la estructura es aislado con una mezcla de agua, tierra y paja, técnica conocida como “quincha”.

“Usamos la quincha porque creemos que la tierra y la paja son los mejores aislantes, y al mismo tiempo, no tienen emisión de huella de carbono y se pueden encontrar en el mismo lugar en que se va a construir. Además, es un material que respira y que no daña las manos de las personas que la manipulan”, explica Spencer respecto a esta técnica dejada de lado.

Precordillera

El sector alto de Santiago se volvió el lugar ideal para materializar el concepto de tener una vivienda que conversara con el entorno, que mitigue al máximo el impacto de una construcción en una zona cada vez más poblada.

En ese sentido, Nicole Spencer detalla que “es un error que podamos construir en la precordillera, pero si ya se está haciendo, creemos que podemos aportar en devolverle al cerro lo que le quitamos al momento de levantar una construcción y preguntarnos cómo mejoramos la biodiversidad que había antes de nuestra intervención. No basta con ser sostenibles, tenemos que lograr regenerar el cerro”.

Actualmente, la zona ya cuenta con varios Condominios Regenerativos, conjuntos habitacionales que no solo se caracterizan por sus casas de tierra, sino que también por sus diseños trabajados bajo una lógica de eficiencia energética minimizando el uso de climatización, reciclando las aguas negras y grises y recuperando el suelo con superficies permeables, además del uso de flora nativa y otros elementos que los hacen amigables con el medioambiente.

El equipo de Spencer.

Por ejemplo, las casas utilizan la técnica de techos verdes, los que en vez de contar con las clásicas planchas de zinc, tienen una cubierta vegetal.

“Los techos verdes atraen a los polinizadores, ya que estos insectos prefieren alimentarse en un nivel más alto que el ser humano y los vuelve una mejor opción que hasta el mismo jardín”, señala Nicole Spencer.

El uso de techos verdes y paisajismo regenerativo permite reducir de forma considerable la huella de carbono que deja cada vivienda, con 26 toneladas de CO2 absorbidas anualmente en cada uno de estos condominios. Por otro lado, al estar compuestos de vegetación y tierra, los techos emiten menos brillo, lo que beneficia el tránsito de las aves de la zona, además de retener el agua, entre muchos otros beneficios.

A medida que han ido creciendo, los Condominios Regenerativos de Peñalolén se han convertido en pequeños corredores ecológicos, espacios donde la flora y fauna del sector alto de Santiago puede convivir de mejor manera con el ser humano.

La idea de integrar construcciones al paisaje en el que se encuentran enclavadas resulta una importante alternativa para paliar la crisis climática por la que atraviesa el planeta. Sobre todo el impacto en la zona central de Chile.

Premios Verdes

La nominación del proyecto a los Premios Verdes puede significar el impulso para mostrar los beneficios de este tipo de trabajos inmobiliarios, los que Spencer espera ampliar en Chile.

“Nuestro sueño es escalar esto, hacer viviendas sociales, realizar alianzas y acuerdos colaborativos con municipios, escuelas y distintas fundaciones. Queremos replicar los condominios en otros estratos sociales y en diferentes ámbitos, ya que el buen vivir es un derecho de todos y todas”, agrega.

Su llamado es conocer este renovado enfoque para la arquitectura y construcción.

“Trabajando de forma segura, disminuyendo los gases de efecto invernadero, podemos volver a integrar a la naturaleza como parte fundamental del ser humano, reforestando, repoblando, reutilizando y regenerando. Al planeta le debemos esto”, cerró.


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