Creada por tres artistas en noviembre de 1973, como respuesta al golpe de Estado, fue un ícono de la resistencia cultural y pasaron por ella destacados intérpretes. Además dio origen a la escuela homónima, cuna de numerosas actrices y actores de cine y televisión. Este miércoles la compañía estrena en el Teatro UC “Testimonio sobre las muertes de Sabina”, de Juan Radrigán, el primero de varios montajes que exhibirá a lo largo del año. Protagonizada por Elsa Poblete y Gonzalo Robles, cuenta la historia de una pareja que tiene un puesto de frutas bajo la constante amenaza de un parte.
Habían pasado dos meses del golpe de Estado de 1973 liderado por el general Augusto Pinochet. El ambiente del teatro estaba duramente golpeado, como todo el mundo de la cultura, por la violencia del terrorismo de Estado desatado tras el derrocamiento del gobierno constitucional del presidente Salvador Allende.
La Escuela de Teatro de la Universidad de Chile fue clausurada por los militares, y sus estudiantes quedaron a la deriva. Muchos artistas se habían quedado sin trabajo, estaban detenidos, o se fueron al exilio, como el dramaturgo Alejandro Sieveking y la actriz Bélgica Castro. Otros habían sido asesinados, como el trovador y director de teatro Víctor Jara.
En esa atmósfera, en noviembre de ese año, como una especie de respuesta a lo que estaba pasando, tres artistas decidieron fundar una nueva compañía, llamada Teatro Imagen (TIM). Eran Gustavo Meza, Tennyson Ferrada y Jael Unger.
Recogían la herencia del Teatro de la Universidad de Chile (ITUCH) y el Teatro de la Universidad de Concepción (TUC), ambos cerrados por las nuevas autoridades. En medio de una férrea censura tras la clausura de todo medio opositor, el objetivo no sólo fue crear un espacio de creación, sino también romper el silencio.
“Lo hicimos en la creencia de que en ese momento, lo más importante para la cultura del país, era mantener viva la importancia que tenía para el ser humano el entender qué pretendían los que cometieron esas barbaridades, no sólo para la cultura, sino para el hombre en general”, cuenta Meza a El Mostrador.
Además recuerda que, en los campos de concentración creados por la Junta Militar, “lo primero que reunió a la gente con alguna esperanza fue el teatro”, como lo atestigua el caso del director Óscar “Cuervo” Castro, del Teatro Aleph, que pasó por Villa Grimaldi, Tres Álamos, Puchuncaví y por el campo de concentración de Ritoque, y que creó rutinas de teatros en los lugares donde estuvo detenido.
Ese tipo de ejemplos de resistencia le impidió a Meza exiliarse, a pesar de ofertas que recibió del extranjero.
Te podría interesar:
En sus comienzos, la compañía funcionó al alero de la embajada de Francia, específicamente en la Sala Molière el Instituto Chileno-Francés, y partió con textos de autores galos, pero pronto “se propusieron encontrar nuevos autores”, cuenta la actriz Elsa Poblete, esposa de Meza e integrante del teatro hace más de treinta años. En mayo de 1974 fue su primer estreno.
Uno de esos autores fue Juan Radrigán, autor de la obra que se estrena este miércoles en el Teatro UC, “Testimonio sobre las muertes de Sabina”, interpretado por la propia Poblete junto a Gonzalo Robles, también miembro del teatro en sus inicios junto a la actriz Coca Guazzini.
El montaje cuenta la historia de un grupo de adultos que atiende un puesto de fruta bajo la constante amenaza de un parte que nunca llega. Originalmente los intérpretes fueron Ana González y Arnaldo Berríos, en una obra que se montó en el Teatro del Ángel en 1979.
“Como otras obras de Juan, esta se transformó en un emblema, en un ícono, porque su contenido mantiene vigencia”, comenta Poblete. Ella caracteriza la obra de Radrigán como social y política, “pero muy humana, y en esta ocasión Gustavo realza la humanidad de estos personajes, la posibilidad del amor para enfrentar la adversidad, el dejar en claro que es bueno entre las personas escucharnos, tratar de entendernos, dialogar”.
El montaje y el 50 aniversario de la compañía son destacados por Gabriela Aguilera, directora artística de Teatro UC, donde “Testimonio sobre las muertes de Sabina” se podrá ver desde este miércoles y por ocho funciones.
“Hay que ser muy aguerrido y determinado para haber iniciado un proyecto teatral en 1973. Eso delata la fuerza creativa y humana de un grupo de personas, lideradas por Gustavo Meza, que siguió construyendo un imaginario creativo en condiciones tremendamente hostiles y que más aún, se ha mantenido insistiendo incansablemente durante cinco décadas. Eso es merecedor de todas las celebraciones posibles, los aplausos y agradecimiento desde el medio teatral”, comenta Aguilera.
“Como Teatro UC nos sentimos parte de esa celebración, primero porque también estamos cumpliendo una cantidad de años importantes, pero sobre todo, porque somos parte de un ecosistema endogámico, en el que nos hemos cruzado, topado y nutrido mutuamente en muchísimas oportunidades”, remata.
En “Testimonio sobre las muertes de Sabina”, en sus palabras, el espectador se encuentra “con un Juan Radrigán esencial, estableciendo brutalmente, ese mundo que seguiría desarrollando a través de su contundente voz. Al verla en retrospectiva, la obra es en sí misma, una puerta al trabajo posterior del autor y desgarradoramente, al presente de nuestro país”.
“La conformación de un equipo artístico de esta solvencia y oficio, que hoy lleva a escena esta obra/puerta es un regalo para los amantes del teatro. Se mezclan la experiencia teatral con la historia reciente de las artes escénicas y sobre todo, con la realidad de nuestra sociedad”.
“Testimonio sobre las muertes de Sabina” tuvo su estreno en 1979, pero no sería la última del TIM, que continuó en su “rescate de autores nacionales”. Antes ya habían elegido a Marco Antonio de la Parra, de quien montarían “Lo crudo, lo cocido y lo podrido”, que fue censurada, así como montajes de Luis “Paco” Rivano, Enrique Lihn e incluso del propio Meza.
En 1983 además sería creada la Escuela Teatro Imagen. Allí pasaron infinidad de actrices y actores que luego se destacarían en el mundo del cine y la televisión, como Álvaro Rudolphy, Amparo Noguera, Catalina Saavedra, Sigrid Alegría, Andrés Velasco, Alejandra Fosalba, Fernando Larraín, Fernando Godoy y Natalia Valdebenito.
Allí también estuvieron gestores culturales como Claudia de la Carrera y Alejandra Jiménez, directora ejecutiva del Circo del Mundo y actual Seremi de Cultura de la Región Metropolitana.
Poblete señala como sello de la escuela lo que llama un “intérprete todoterreno”, “que no sólo actúa en el escenario, sino sabe de todo el fenómeno teatral”, transformándose en dramaturgos, técnicos, profesores o gestores.
Jiménez ingresó a la Escuela en 1984 y egresó en 1987. Primero estuvo en calle Luis Thayer Ojeda, donde compartían con la Escuela Moderna de Música, luego en calle Miraflores, cerca del Parque Forestal, y dio su examen en calle Loreto 400, en el barrio Bellavista, donde se encuentra actualmente la escuela.
Ella señala sentirse “muy orgullosa de haber sido parte de ese proceso de formación académica y profesional”.
Además de Meza destaca a académicos como Patricio Bunster, Juan Cuevas y Malucha Pinto, “tremendamente talentosos, pero además con una impronta de humanidad que ponían a disposición de los procesos de aprendizaje”.
“Nos enseñaron desde el día uno que el arte no sólo era una opción estética, sino también política y ética. Eso me quedó grabado a fuego”, dice, atribuyendo a este sello que luego ella misma sería co-fundadora del Circo del Mundo, con una impronta de “arte y transformación social”.
“Soy una convencida que el arte transforma la vida de las personas y los territorios”, subraya.
¿Cómo era estudiar en plena dictadura?
“Uno normalizaba muchas situaciones. Era duro, era rudo, nosotros además éramos estudiantes súper comprometidos. Muchas veces nuestros profesores estaban amenazados”, algo que sufrió ella misma junto a Gonzalo Meza al aparecer como los únicos estudiantes en una lista negra con otros actores y actrices.
“A medida que han ido pasando los años uno toma conciencia que fuimos valientes y ocupábamos un rol importante en un momento importante en que el arte convocaba, comunicaba, develaba y denunciaba”, dice.
“Nunca me voy a olvidar una vez que andaban persiguiendo a Patricio Bunster y él nos hacía la clase y miraba por la ventana a cada rato para ver si estaban los tiras afuera de la escuela, cosas que vivimos muchas veces y era casi parte de la cotidianidad. Nosotros lo normalizábamos, seguíamos haciendo lo que teníamos que hacer, igual que nuestros profesores. Fue duro, difícil, pero también bonito saber que hacíamos resistencia con lo que mejor sabíamos hacer”.
A 50 años de su creación, Meza, Premio Nacional de Artes de la Representación 2007, siente “un merecido orgullo de haber entregado una herramienta a un gran número de jóvenes que fueron y son instrumento de perfeccionamiento, de entrega y un auténtico interés en el desarrollo de su país”.
En ese marco es que con la presente obra no sólo quieren presentarse en Santiago, sino también ir a regiones, como el evento Temporales Teatrales de Puerto Montt.
No sólo eso: también quieren presentar en lo que resta de 2023 y 2024 los montajes “Las comadres”, una adaptación de “Las cuñadas” del canadiense Michel Tremblay, dirigida por Poblete, a estrenarse en agosto; “Lo crudo, lo cocido y lo podrido”, de Marco Antonio de la Parra, y “La Reina Isabel cantaba rancheras” de Hernán Rivera Letelier.
Como se ve, hay Teatro Imagen para rato.
Temporada de “Testimonio sobre las muertes de Sabina”
12 al 22 de abril, miércoles a sábado, a las 20 horas
Sala Eugenio Dittborn / 2do piso: NO cuenta con acceso para personas con movilidad reducida y silla de ruedas
Comprar entradas
Disponibles en Ticketplus y boletería del teatro
Valores
General: $12.000 en boletería y $12.500 online / Miércoles Popular: $6.000 en boletería y $6.500 online / Súper Jueves: $8.500 en boletería y $9.000 online / Club La Tercera: 50% descuento sobre la entrada general. Consultar otros descuentos y convenios aquí (válidos solo en compras presenciales). PREVENTA hasta el 9 de abril $8.000 en boletería y $8.500 online.
Edad recomendada
+ 14 años
Duración
65 minutos
Reseña
Sabina y su marido Rafael, pareja de adultos que sobreviven precariamente gracias la existencia de un puesto de frutas y solo dueños de la ilusión de una vida mejor, reciben la amenaza de un parte cuyo motivo no llegan a conocer, a pesar de que se desviven, en trámites para llegar a pagarlo. Su relación se torna difícil y víctima de los avatares inútiles impuestos por un mundo en el que no tienen cabida.
Ficha artística
Compañía Teatro Imagen | De Juan Radrigán | Dirección Gustavo Meza | Directora ayudante Francesca Tassara | Elenco Elsa Poblete Bustamante y Gonzalo Robles| Escenografía Guillermo Ganga | Diseño Vestuario Francisca Rosas |Iluminación Carlos Figueroa |Música Juan Cristóbal Meza | Asistente de dirección Francisca Reiss | Técnico sonido e iluminación Jair Angier | Utilería Mayor Jair Angier y Gabriela Carvajal |Realización escenografía José Cabello | Producción Elsa Poblete Bustamante
Para saber más de lo que está pasando en el mundo de la ciencia y la cultura, súmate a nuestra comunidad Cultívate, el Newsletter de El Mostrador sobre estos temas. Inscríbete gratis AQUÍ