Este jueves al mediodía, el Consejo de Pueblos Atacameños se referirá a la Estrategia Nacional del Litio anunciada por el Gobierno el pasado 20 de abril. La industria de la minería del litio es un tema de preocupación para la organización, debido al impacto socioambiental que tiene la extracción de agua en los salares que están en las cercanías de las comunidades. La científica e investigadora de la Universidad de Antofagasta y especialista en bacterias y microbios presentes en salares, Cristina Dorador, señaló que “hay publicaciones que muestran con imágenes satelitales que en las últimas décadas el salar se está secando y también que ha disminuido la cubierta vegetacional”. Adicionalmente, la geóloga especializada en hidrogeología y vinculación de planes de gestión y desarrollo minero con comunidades y pueblos originarios, Mariana Cervetto, sostuvo que el Estado tiene que realizar un trabajo territorial junto a las comunidades involucradas en la explotación de litio.
El Consejo de Pueblos Atacameños realizará una declaración pública al mediodía de hoy para referirse a la Estrategia Nacional del Litio anunciada por el Gobierno el pasado 20 de abril.
Mientras las empresas se preparan para negociar el control estatal para explotar el litio presente en el salar de Atacama, las comunidades se manifiestan preocupadas fundamentalmente por el impacto ambiental que implica la extracción de agua.
La industria de la minería del litio es un tema de preocupación para la organización, debido al impacto socioambiental que tiene la actividad extractiva en los salares que están en las cercanías de las comunidades. Con anterioridad, el Consejo –que agrupa a 18 de las 24 comunidades atacameñas– ya había hecho un llamado a movilización debido al anuncio que realizó el Presidente Gabriel Boric.
La noche del jueves 20 de abril, a través de cadena nacional, el Mandatario expresó que “estos salares y lagunas no son solo litio, son personas, son comunidades, son el agua del desierto, son biotecnologías y otros minerales, son la casa de culturas milenarias y que son testigos del pasado que hoy preservaremos para un mejor futuro” y, luego, recalcó que “el primer hito de este proceso comenzará con una conversación directa entre el Consejo de Pueblos Atacameños y mi persona. Nuestra propia historia nos ha enseñado que no hay desarrollo posible sin la comunidad”.
Sin embargo, el presidente del Consejo de Pueblos Atacameños, Vladimir Reyes, reconoció a El Mercurio el 24 de abril no haber sido considerados en las discusiones iniciales respecto a la Estrategia Nacional del Litio.
“Nosotros prácticamente nos enteramos a través de la televisión y el diario. Y, claro, esperábamos que el Gobierno antes de hacer el anuncio debiera haberse acercado”, sostuvo Reyes.
La preocupación por el impacto socioambiental de la minería tiene que ver con la extracción de agua. La científica e investigadora de la Universidad de Antofagasta y especialista en bacterias y microbios presentes en salares, Cristina Dorador, expresó que los salares son ecosistemas extremadamente frágiles, de modo que cualquier extracción de agua significa un desequilibrio.
“Estos ecosistemas son vestigios de antiguos lagos que poblaron toda esta zona, por lo tanto, son muy frágiles, ya que normalmente se evaporan, tienen un balance hídrico negativo, entonces cualquier extracción de agua o de salmuera produce efectos ambientales. Hay casos de al menos dos salares que se les ha explotado continuamente por dos décadas con extracción de agua para la minería del cobre y esos ya tienen daños irreparables, irreversibles, no solamente reportados a nivel ambiental, sino que además con juicios entremedio del Consejo de Defensa del Estado”, explicó la bióloga.
En el caso particular del litio, Dorador señaló que la explotación del salar de Atacama está reforzando lo que muestran las publicaciones científicas.
“Hay publicaciones que muestran con imágenes satelitales que en las últimas décadas el salar se está secando y también que ha disminuido la cubierta vegetacional. Nosotros el año pasado realizamos un trabajo donde analizamos la población de flamencos que existen históricamente en la zona y se muestra que hay un descenso de la población de flamencos endémicos en el salar de Atacama. Particularmente ha disminuido 11% en la última década. También se reporta que la superficie de los salares ha disminuido en los últimos 20 años más o menos 30%”, mencionó.
En ese sentido, la científica enfatizó que “se nos vino de un sopetón la falta de conocimiento territorial y conocimiento científico que no se ha desarrollado en las últimas décadas en Chile en general y, sobre todo, en las regiones”.
“Lo cual hace que no sepamos lo que pueda pasar, entonces todo eso se cruza en este escenario tan delicado. Con lo que lo yo creo que hay que tener mucho cuidado, es que en ningún caso se debería negar que la extracción de litio produce algún efecto ambiental. A esta altura eso está bien consensuado”, agregó.
Una opinión similar tiene respecto a la información disponible la geóloga especializada en hidrogeología y vinculación de planes de gestión y desarrollo minero con comunidades y pueblos originarios, Mariana Cervetto.
“No hay información suficiente como para uno poder hacer un diagnóstico, o sea, la única información que existe la generan las propias mineras. Entonces, el Estado en el fondo no ha sido capaz de invertir en generar información de base. Por ejemplo, la Estrategia (Nacional del Litio) que presentó el Gobierno habla que va a haber una Red de Monitoreo de los Salares y de generar información, pero eso toma tiempo. Creo que esa es la gran desventaja de la comunidad, la sociedad civil no tiene la información suficiente como para poder hacerle el contrapeso a la información que generan las mineras”, sostuvo.
En tal sentido, evaluó que esa es una de las razones por la cual el Consejo de Pueblos Atacameños podría pronunciarse en contra de la Estrategia Nacional del Litio.
“Lo que presentó el Presidente hace una semana justamente tiene que ver con que están llegando tarde, diseñaron la Estrategia Nacional y lo hicieron –entre comillas– a puertas cerradas de las comunidades. Yo estoy segura que en el Gobierno ya están percibiendo que llegaron tarde, entonces yo creo que el Estado está repitiendo el mismo patrón que las mineras. En el fondo es como disputar y después acercarse. Sin embargo, creo que, para que las cosas resulten y pueda haber una buena conversación, es clave la transparencia y hacer participar a la comunidad”, recalcó Cervetto.
Finalmente, agregó que “hay que entender que tampoco uno puede hablar como de pueblos originarios o comunidades, porque al final eso es un título, las comunidades están compuestas de personas y pueden tener una personalidad diferente, una opinión diferente. Yo trabajaba con varias comunidades y se organizan de forma diferente, apoyan a sus dirigentes de forma diferente, entonces es un trabajo muy fino en donde tú tienes que estar muy involucrado con el territorio, la persona del territorio que esté involucrada en este tipo de decisiones”.
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