Tras un largo proceso participativo, donde las comunidades de Atacama y Coquimbo jugaron un rol fundamental, la instancia interministerial decidió ampliar el polígono aprobado en 2021 e incluir la Región de Atacama. De esta manera se está protegiendo una de las zonas más ricas en biodiversidad de nuestro país. “Con esta medida avanzamos en la conservación de la biodiversidad marino costera, generando oportunidades de desarrollo sostenible para las comunidades locales, promoviendo beneficios económicos relacionados con el turismo, la recreación y la pesca”, aseguró la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas. “Este es uno de los logros ambientales más importantes del último tiempo en Chile, no solo por la protección de este hotspot de biodiversidad, sino que también por el resguardo de actividades económicas como la pesca artesanal y el turismo, primordiales en ambas regiones”, señaló Liesbeth van der Meer, directora ejecutiva de Oceana. Tras la decisión, la minera Andes Iron valoró la “importante moderación” de la nueva propuesta del Gobierno.
El Consejo de Ministros para la Sustentabilidad y el Cambio Climático aprobó este viernes por unanimidad la ampliación del Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos Archipiélago de Humboldt, la primera de carácter birregional del país, pues se extenderá por las costas sur de Atacama y norte de Coquimbo.
El AMCP-MU propuesta se ubicará en una de las zonas más ricas en biodiversidad del centro-norte de Chile. Abarca desde Punta Pájaros, en la comuna de Freirina (región de Atacama) hasta Punta Poroto, comuna de La Serena (región de Coquimbo), por el sur.
En sus más de 574 mil hectáreas, alberga una enorme cantidad de especies marinas, incluyendo macroalgas, invertebrados, peces, avifauna y mamíferos marinos. De hecho, es en este lugar donde delfines, ballenas y lobos marinos se alimentan y descansan. Su valor es tan importante que la reconocida fundación Mission Blue lo ha declarado como un “hope spot” (sitio de esperanza) en 2018, en reconocimiento a su importancia biológica.
La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, valoró la creación del área marina protegida.
“Con esta medida avanzamos en la conservación de la biodiversidad marino costera generando oportunidades de desarrollo sostenible para las comunidades locales, promoviendo beneficios económicos relacionados con el turismo, la recreación y la pesca. Además, al ser birregional, planteará un importante desafío de colaboración en términos de administración y gobernanza”.
Tras la decisión, Andes Iron valoró la importante moderación de la nueva propuesta del Gobierno., “cuyo decreto de promulgación analizaremos una vez que se emita”.
“A diferencia de lo ocurrido en la sesión del pasado 7 de julio, en la cual Ministros de Estado hablaron explícitamente de prohibiciones a actividades industriales como puertos, plantas desaladoras, entre otras, esta vez se planteó que el AMCP-MU era una sólo una extensión del área aprobada en 2021, que ‘no se incluyen prohibiciones a priori’ y que ‘no se afecta la libre navegación y fondeo’, criterios que son consistentes con lo planteado por la Ministra del Medio Ambiente esta semana ante la Comisión de Medio Ambiente del Senado”, señaló la minera en un comunicado.
“Lamentablemente, en la exposición no quedó claro si la concesión marítima con la que cuenta Dominga quedó o no excluida de la AMCP-MU. En la sesión del pasado 7 de julio el MMA informó a los miembros de que el proyecto Dominga no tenía concesión marítima, siendo que el Decreto N°405/2012 del Ministerio de Defensa entrega a Andes Iron concesión un terminal de embarque y una planta desaladora”, añadió.
“Cabe señalar que Andes Iron no se opone a la creación de un AMCP-MU, por el contrario, cree que esta sería un aporte a la zona que se intenta proteger, ya que la compatibilización del desarrollo y medio ambiente es perfectamente posible, tal como se demuestra en zonas como la Bahía de San Francisco”, concluyó la declaración.
Anteriormente, la minera presentó un recurso de reclamación al Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta para solicitar que la resolución emitida el pasado 30 de junio por el Consejo de Ministros (CM) respecto del proyecto Dominga, así como el acuerdo que la fundó, sean declaradas ilegales.
En su escrito, Andes Iron señala que el CM contradice e ignora abiertamente todos los razonamientos contenidos en la sentencia dictada el 16 de abril de 2021 por el propio Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta (1TA) respecto al proyecto Dominga. De esta forma, se indica en el recurso, dicho Comité demostró un actuar absolutamente refundacional, al pretender que las etapas técnicas y judiciales anteriores del proceso de evaluación ambiental de Dominga, que ya se extiende por 10 años, no le eran vinculantes y podía partir desde cero en el análisis del proyecto.
“En la práctica, el CM decidió despojar al TA de la facultad de pronunciarse sobre el contenido técnico-ambiental, convirtiéndolo en un mero anulador de resoluciones administrativas, arrogándose ilegalmente la prerrogativa de conocer y de resolver todas aquellas cuestiones que fueron conocidas y resueltas por el 1TA. El escrito agrega que el CM actuó vulnerando la fuerza obligatoria de una sentencia dictada por un Tribunal de la República, cuestión que socava las bases de la institucionalidad ambiental, desincentiva el desarrollo de proyectos y genera incertidumbre en las comunidades locales”, manifestó.
“La vulneración del Comité de Ministros a lo resuelto por el TA es tan insólita, se agrega en el recurso, que queda graficada en un tema que ha sido icónico en el caso del Proyecto: la línea de base de medio marino. Al respecto, el 1TA resolvió en 2021 de forma clara y contundente que la línea de base presentada es completa y suficiente para caracterizar el maritorio del área de influencia del Proyecto, abarcando variabilidad estacional e interanual, y descartó expresamente que solo estuviera conformada por una campaña de terreno de dos días. Sin embargo, lo resuelto por el Comité es llanamente lo opuesto: que la línea de base es insuficiente en intensidad y oportunidad y que tendría datos de terreno de una campaña de solo dos días”.
“Junto a lo anterior, Andes Iron hizo presente que el proyecto Dominga ha superado el test técnico y ambiental una y otra vez, siendo rechazado exclusivamente en instancias políticas y por razones ideológicas, por lo que la abierta desobediencia del CM al TA sólo se explicaría por el cumplimiento de una de las principales promesas de campaña de la actual Administración: No a Dominga”, expresó.
“En el recurso se recuerda que el proyecto Dominga ha sido uno de los que más instancias de revisión ha conocido en la historia de nuestra institucionalidad ambiental y que cada vez que la revisión ha estado a cargo de entes técnicos, objetivos e imparciales, se ha concluido que el Proyecto cumple con la normativa ambiental aplicable, que fue correctamente evaluado y que cuenta con las medidas adecuadas para hacerse cargo de sus impactos. Sin embargo, Dominga ha corrido muy diversa suerte cuando la revisión ha estado a cargo de entes políticos, los que han decidido en base a concepciones ideológicas”.
Finalmente, en el recurso también se reitera que Dominga es plenamente compatible con el ordenamiento territorial de la Región de Coquimbo y de la Comuna de La Higuera y con la protección del ecosistema donde se inserta, según ha demostrado la experiencia comparada, información que comprueba que la actividad portuaria y marítima es perfectamente compatible con el resguardo de zonas de protección de biodiversidad.
“Junto a los argumentos antes expuestos, Andes Iron hizo presente el abierto incumplimiento del CM del plazo fatal para resolver -tardando no 60 días sino alrededor de un año y medio en ser resueltos- y la transgresión de la propia naturaleza del SEIA, entre otras ilegalidades”.
La declaración del AMCP-MU ha sido resultado de un largo proceso que comenzó el año 2013, donde la comunidad jugó un rol fundamental, en el que pescadores artesanales y vecinos de las caletas, universidades y autoridades locales, organizaciones y comunidades locales, representantes indígenas la respaldaron fuertemente.
Además, su proceso de creación contó con la coordinación con distintos organismos competentes. En 2021, el Consejo de Ministros había aprobado un AMCP-MU acotada solo a la Región de Coquimbo.
“Para la Región de Atacama, esta nueva área marina viene a complementar las otras áreas de protección presentes en Archipiélago de Humboldt, dando una protección más amplia a esta zona reconocida mundialmente por su rica biodiversidad. Además, con estas casi 575 mil hectáreas protegidas ampliamos considerablemente el porcentaje territorio (y maritorio) protegido en ambas regiones, lo que contribuye a avanzar en el compromiso nacional de proteger el 30% al año 2030”, señaló la Seremi del Medio Ambiente de la región de Atacama, Natalia Penroz.
El Seremi de Coquimbo, Leonardo Gros, dijo que “el Consejo de Ministros acogió la propuesta que surgió desde la propia ciudadanía para proteger y resguardar un hotspot sumamente importante para Chile y el planeta en materia de biodiversidad. Pero, además, esta decisión permitirá también que una actividad tan tradicional como la pesca artesanal se resguarde y se sigan desarrollando en el futuro, además de permitir la creación de nuevos empleos, a través del desarrollo de una industria del turismo sustentable, así como un mayor desarrollo de la investigación científica en el territorio”.
Las áreas marinas protegidas de múltiples usos buscan compatibilizar la conservación y protección del medioambiente con el desarrollo de actividades sustentables. Estas figuras son muy importantes para armonizar los múltiples e importantes usos que existen en el área pues permiten la continuidad de las actividades de pesca, turismo, la investigación y la educación, siempre en compatibilidad con los fines de protección del área.
Con la creación del área se busca generar líneas de trabajo hacia una mayor sustentabilidad ambiental, sin afectar el desarrollo local y las fuentes de trabajo que tienen su base en el manejo sustentable de recursos naturales.
Por otro lado, Chile busca avanzar en la creación de la Red Nacional de Áreas Marinas Protegidas como parte integral de la estrategia de adaptación al cambio climático, tal como lo señala el programa de Gobierno. En este contexto, el Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos birregional (AMCP-MU) Archipiélago Humboldt integra el portafolio de creación de áreas marinas protegidas que se pretenden declarar durante el período 2022- 2026, que constituirán el legado del presidente Gabriel Boric en materia de protección de la naturaleza y cumplimiento de los compromisos adquiridos por Chile, como el Acuerdo de París (NDC) y la Estrategia Climática de Largo Plazo, en el contexto de la meta 2030.
El Consejo de Ministros para la Sustentabilidad y el Cambio Climático aprobó, además, el procedimiento de Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) de los Planes Estratégicos de Energía en Regiones (PEER) que se desarrollarán a partir de 2023 y 2025 en las regiones de Magallanes y Antofagasta, respectivamente. El objetivo de estos instrumentos con enfoque territorial es asegurar que el diseño de proyectos de desarrollo industrial, como el hidrógeno verde, sean compatibles con los lineamientos económicos, sociales y ambientales del país.
La nueva área comprende más de 5,700 kilómetros cuadrados y se ubica entre las regiones de Atacama y Coquimbo. Con esta figura de protección, se permitirá resguardar uno de los ecosistemas más biodiversos del país y, a la vez, impulsar el desarrollo sustentable de las comunidades locales.
“Este es uno de los logros ambientales más importantes del último tiempo en Chile, no solo por la protección de este hotspot de biodiversidad, sino que también por el resguardo de actividades económicas como la pesca artesanal y el turismo, primordiales en ambas regiones”, señaló Liesbeth van der Meer, directora ejecutiva de Oceana.
“Hace más de una década, de la mano del mundo científico y de las comunidades locales, se presentó la primera propuesta de área marina protegida; con el tiempo, se sumaron organizaciones de la sociedad civil y distintas entidades para lograr su protección y hacer frente a los más de cinco megaproyectos que han tratado de instalarse en la zona; tuvieron que pasar cuatro gobiernos que evaluaron esta propuesta, y finalmente uno decide concretarla”, puntualizó van der Meer.
La zona que se protegerá es reconocida por la abundancia de recursos pesqueros, destacándose las áreas de manejo de recursos bentónicos, las más productivas del centro norte de Chile y que aportan el 80% del desembarque de locos y lapas de toda la región de Coquimbo. Además, existen otras actividades productivas como el turismo de avistamiento de fauna marina en uno de los pocos lugares del país donde pueden observarse ballenas y delfines muy cerca de la costa.
Son variados los estudios científicos realizados tanto nacionales como internacionales que demuestran que el sector costero de las comunas de La Higuera y Freirina es el de mayor valor y prioridad para la conservación de todo el centro norte de Chile. En esta zona se produce un fenómeno oceanográfico conocido como surgencia, de aguas profundas, frías y ricas en nutrientes, que fertilizan las aguas superficiales y permiten el florecimiento del fitoplancton, microorganismos que son el punto de partida de la trama trófica de los ecosistemas marinos presentes en el territorio nacional y en el mundo.
“La riqueza del Archipiélago Humboldt es excepcional, por ello nuestra organización ha trabajado en este lugar, llevando a cabo numerosas expediciones científicas y que se destaca por el desarrollo de una pesca artesanal sustentable y un turismo de naturaleza que ha crecido exponencialmente”, aseveró van der Meer. “La riqueza ecosistémica del Archipiélago Humboldt es incompatible con el desarrollo de megaproyectos, por eso desde la época de las termoeléctricas la comunidad local, la ciencia y nosotros como Oceana hemos solicitado la protección de este lugar, evitando que se transforme en una nueva zona de sacrificio”, añadió.
A diferencia de un parque marino, donde solo pueden realizarse labores de investigación y observación, en un AMCP-MU se permiten aquellas actividades de bajo impacto ambiental, tales como la pesca artesanal y el turismo.
Su objetivo es el desarrollo de la zona, pero sin dañar los ecosistemas, las especies y las actividades económicas sustentables que se buscan proteger. De esta forma, proyectos de alto impacto no podrían llevarse a cabo dentro de los límites del AMCP-MU, al ir en contra de la protección de los objetos de conservación.
“Con esta figura de protección se eleva el estándar de evaluación ambiental para los proyectos que quieran instalarse en el Archipiélago Humboldt, por lo que esperamos que la nueva área marina protegida sea un respiro para las comunidades costeras, quienes por años se han visto amenazadas por proyectos industriales de alto impacto y han luchado por la defensa de su territorio”, finalizó van der Meer.
Por su alto valor ecológico, el Archipiélago Humboldt es uno de los sitios más estudiados por la ciencia siendo los mismos científicos y científicas quienes han llamado a las distintas autoridades a proteger esta zona.
En junio de 2018, 200 científicos y científicas de las ciencias del mar hicieron llegar al entonces Presidente Sebastián Piñera una carta en donde decían no entender “cómo uno de los sitios más estudiados en Chile y mejor justificados para ser conservado aún no ha sido protegido”.
Meses antes, durante los últimos días del gobierno de la ex Presidenta Bachelet, otra carta enviada por profesionales de las ciencias del mar al Consejo de Ministros para la Sustentabilidad solicitaba la creación del área marina protegida para resguardar los ecosistemas que podrían verse afectados irremediablemente en el futuro “con actividades no sustentables, incompatibles con la protección de la biodiversidad única y la pesca sustentable”.
En octubre de 2021, cinco destacadas científicas hacían un llamado a proteger definitivamente el Archipiélago Humboldt, “un ecosistema de crucial importancia para el planeta”, aduciendo que no existen medidas de compensación ni de mitigación que permitan que este sistema ecológico productivo y único pueda convivir con proyectos de alto impacto.
En términos de biodiversidad, y considerando la información disponible en la primera propuesta oficial de AMCP-MU presentada a las autoridades, se encuentran por lo menos unas 352 hasta 560 especies marinas dentro del área establecida. Los grupos más diversos representan a 187 especies macrobentónicas (macroalgas e invertebrados), a 122 especies de aves, 21 especies de mamíferos marinos y 68 especies de peces. Muchas de éstas, y casi el 50 % de las especies de aves y de mamíferos marinos, se encuentran en un estado vulnerable y algunos incluso en peligro de extinción según el listado de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
En total, el área comprende ocho hábitats de importancia ecológica para la conservación. Sin embargo, se puede localizar la mayoría de los hábitats importantes dentro de tres sectores: en los alrededores de la isla Chañaral, alrededor de las islas Pájaros y entre estas islas y la costa que va de Caleta Totoralillo a Caleta Hornos, donde ocurren los eventos de surgencia y donde la micro-circulación dentro de la bahía grande de Coquimbo produce la retención de nutrientes en el plancton.
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