Publicidad
Escritor Marcelo Simonetti: “Ha llegado el tiempo de poner la naturaleza al centro de nuestra vida” CULTURA

Escritor Marcelo Simonetti: “Ha llegado el tiempo de poner la naturaleza al centro de nuestra vida”

Publicidad
Mariana Hales Beseler
Por : Mariana Hales Beseler Periodista y Licenciada en Comunicación Social. Desde 2003 ha trabajado en distintas editoriales chilenas y extranjeras como encargada de comunicaciones.
Ver Más

Acaba de publicar su más reciente libro, “Dr. Chatwin & el chilibilus”, junto a Marcelo Escobar. “En el libro hay dos viajes: el viaje físico a los canales del extremo austral y el viaje interior que experimenta Chatwin. En ambos la presencia —o ausencia— del chilibilus es clave. En la presentación del libro, el documentalista René Araneda, dijo que todos buscábamos nuestro propio chilibilus. Y creo que tiene razón, porque a la postre el chilibilus es lo que nos mueve, es el resumen de nuestras pasiones, de nuestros sueños. No quiero hacer spoilers, pero Chatwin descubre algo importantísimo en el intento por ver al chilibilus”, comenta en esta entrevista.


Anton Chatwin es un ornitólogo obsesionado con una especie nunca antes vista: el chilibilus. Para encontrarlo recorrerá en canoa los canales patagónicos y se adentrará en los bosques del sur profundo, luchando contra el frío, la lluvia y la soledad.

Durante 82 días vivirá dependiendo del chilibilus, descubrirá sus huellas, escuchará su canto y algunas noches creerá que está a un paso de ese ansiado encuentro.

En esta odisea Marcelo Simonetti trabajó en conjunto con Marcelo Escobar, coautor ilustrador de esta joya publicada por la editorial Escrito con Tiza.

– ¿Qué te inspiró a escribir “Dr. Chatwin & el chilibilus”?

– Lo primero fue un homenaje a la infancia, a ese imaginario que se alimentó de los grandes exploradores, como Livingstone, Scott, Amundsen o Hillary, por nombrar algunos. Cuando era niño siempre soñé vivir una aventura como la que ellos vivieron. O bien, poder ver con mis propios ojos alguno de esos mitos que estaban tan vivos en los setenta: el Yeti, Pie Grande o el monstruo del lago Ness. Creo que «Dr. Chatwin & el chilibilus» bebe de ambas vertientes. Por otro lado, hay un libro de Chris Van Allsburg que lleva por nombre «Los misterios del Sr. Burdick». Es uno de mis libros favoritos. La estrategia narrativa que tiene ese libro mezcla ficción y realidad de una manera magistral. En alguna medida, el juego que plantea Van Allsburg, también fue decisivo para trabajar esta historia, en donde al margen de la bitácora de viaje de Chatwin hay un par de notas del editor que juegan un rol fundamental en la trama.

– La editorial lo presenta como un libro para lectores desde los 10 años en adelante, ¿es un libro para niños y niñas?

– Este libro, como la mayoría de los libros que escribo bajo el rótulo de literatura «infantil», en estricto rigor son libros destinados a un lector sin edad, o dicho de otra manera, son libros que escribo para los adultos pero que también pueden leer los niños y las niñas. Intento trabajar en capas de lectura, que haya una capa que le haga sentido a las infancias, pero que también existan dos o tres más que puedan hacerle sentido a los adultos.

– En su recorrido por la sur austral de Chile, el Dr. Chatwin va mimetizándose con el entorno, se va integrando y va sintiendo y viendo señales del chilibilus. A la vez que se va desprendiendo de sus herramientas de investigación como la cámara, la brújula. ¿Es esta una invitación a conectarnos con la naturaleza? ¿A soltar el teléfono y las redes sociales?

– Puede ser visto de esa manera. A contramano de los tiempos actuales, tan citadinos, tan tecnológicos, Chatwin se interna en los canales patagónicos a la manera de los yámanas o de los kawésqar. De hecho, ambos pueblos son mencionados en el libro, en un guiño a otras formas de vida prácticamente extintas. En esta lógica, podríamos entender que Chatwin más que ir en busca del chilibilus lo que hace es huir de la sociedad, abandonar su mundo, para darle un giro a su existencia. El chilibulis podría ser concebido como un ejemplo a seguir, como un modelo, en su particular relación con la naturaleza. Chatwin aspiraría a ser como él, su destino sería el fusionarse con la naturaleza, convertirse en ella. Personalmente, siento que en los últimos años le hemos dado la espalda a la naturaleza. El Antropoceno nos está llevando a la autodestrucción; ha llegado el tiempo de poner a la naturaleza al centro de nuestras vidas, de otro modo estamos cerca de apagar la luz y bajar la cortina.

– El objetivo inicial del viaje del Dr. Chatwin es la búsqueda del chilibilus, ¿es una especie de metáfora de la búsqueda del sentido de la vida que tanto anhelamos?

– Absolutamente. En el libro hay dos viajes: el viaje físico a los canales del extremo austral y el viaje interior que experimenta Chatwin. En ambos la presencia —o ausencia— del chilibilus es clave. En la presentación del libro, el documentalista René Araneda, dijo que todos buscábamos nuestro propio chilibilus. Y creo que tiene razón, porque a la postre el chilibilus es lo que nos mueve, es el resumen de nuestras pasiones, de nuestros sueños. No quiero hacer spoilers, pero Chatwin descubre algo importantísimo en el intento por ver al chilibilus. Casi al final de la aventura hay una revelación, una epifanía, que justifica todo el viaje. Nosotros, al igual que él, avanzamos a los tumbos, sin tener demasiada claridad de lo que venimos a hacer en la vida, hasta que de pronto algo ocurre y todo nos cuadra; vivimos para encontrar esa epifanía, para hallar al chilibilus.

– El Dr. Chatwin nos recuerda a los antiguos exploradores, es esta una invitación a observar la naturaleza, sus tiempos, los seres que lo habitan, su ecosistema. ¿Crees que nos hace falta explorar y observar? Pienso sobre todo en los niños que han crecido en ciudades con mucha conexión a internet y poca conexión interior. ¿Cuál es la invitación del Dr. Chatwin?

– Es todo lo que dices, pero también es una invitación a no abandonar nuestros sueños, a perseguirlos a cualquier costo, a luchar por alcanzarlos. No importa si al final lo conseguimos o no, lo importante, lo que le da sentido a nuestro paso por este mundo, es la decisión de ir tras ellos.

Inscríbete en el Newsletter Cultívate de El Mostrador, súmate a nuestra comunidad para contarte lo más interesante del mundo de la cultura, ciencia y tecnología.

Publicidad

Tendencias