El próximo 6 de enero presentará su cuarto álbum, “Futuro Primitivo”, en Sala Master. Este cuarto disco cierra un proceso creativo y vital, que se ha construido a partir de los valores de la tierra (“Puñado de tierra”, 2011), el aire (“Corra la voz”, 2013) y el agua (“Diluvio”, 2017).
El lanzamiento del próximo e inédito disco de la destacada cantautora chilena de folclor y fusión de música popular Natalia Contesse, será el 6 de enero a las 19:30 en Sala Master, ubicada en Miguel Claro 509.
Su cuarto álbum, “Futuro Primitivo” culminará un importante ciclo que la artista ha explorado por años, cerrando con este álbum una tetralogía sobre los cuatro elementos. Esta vez es el fuego el que da vida a las canciones.
“Me tomo de la serpiente, que me sube hasta la estrella, a derretir sus fusiles en la lava”, canta la artista. La continuidad del agua, la semilla, los bosques y lo humano son claves en una búsqueda permanente que la ha llevado a diversas localidades de Chile y el extranjero, siempre en búsqueda de ricas composiciones.
Como previa al evento, el viernes 1 de diciembre fue el lanzamiento del videoclip de “Lo que la mano da”, una de las canciones del nuevo disco, y que toma inspiración en el libro homónimo de la esteta Marcela Rivera sobre el asombro ante lo más próximo y extremo de nuestro cuerpo; la mano como un objeto de filosofía.
“La simpleza de la imagen se contrapone con la complejidad de la letra de esta canción, que es muy poética; es muy profunda. Pensamos en distintas formas de entender la mano: La mano como silueta, evocadora, como sombra, la mano en los muros de las cavernas. Luego su palma, su lectura, su relación con el fuego, las huellas digitales…”, cuenta la artista chilena Eva Busch Verni, co-creadora del video.
Para adentrarnos más en aquel mundo, conversamos con Natalia Contesse sobre su nuevo disco.
– ¿Por qué “Futuro primitivo”?
– Este disco va en busca de historias y experiencias del pasado, del origen, para traerlas a este presente, y proponerlas como lugares de modernidad que puedan ayudarnos a imaginar y crear futuros en donde logremos revertir algo de las múltiples crisis de este tiempo.
Futuro Primitivo propone volver a vincularnos con otros seres que no son sólo los humanos, invita a dialogar con otras especies. La potencia de las manos, la ritualidad en su condición descolonizadora, el amor que permanece en distintas formas de fuego, pintar, danzar y cantar en la cueva, y erradicar las armas de la tierra, van construyendo los imaginarios poéticos de las canciones.
– ¿Qué significa el fuego en el disco?
– El fuego está en el centro; nos vuelve a reunir. Es la primera ofrenda para que las y los humanos nos reunamos a la luz y el calor de un centro común. Es la raíz de la ritualidad. Los cerros, ríos y bosques de nuestras ciudades sufren hoy una crisis de nuestra imaginación y de nuestra espiritualidad. Futuro Primitivo nos invita a reencontrarnos con un tiempo y espacio posible y real, que nos vincula con otros sujetos y sujetas. Las canciones interpelan y establecen diálogos con el Cerro Renca, el Río Mapocho, el cóndor, el puma, los Chemamüll (gente de madera), y otras vidas.
– ¿Cómo las canciones representan aquello?
– A partir del disco “Diluvio” (2017) se consolidó en mí la idea de que las canciones además de ser obras musicales, son lugares de encuentro para la conversación. Me ha gustado siempre investigar antes de componer, y esto generó a su vez, que las canciones contengan el contenido de dichas investigaciones, emociones y sentires. Por ejemplo, en Diluvio, realizamos dos conversatorios en la Sala América de la Biblioteca Nacional, de las canciones “Breve Invocación a los poetas” y “Pájaro Malverde”.
Conversamos con el poeta Rafael Rubio, Jorge Rosemary y el esteta Gastón Soublette. También para la canción “Cueca Afro”, realizamos un conversatorio sobre la presencia invisibilizada Africana en Chile, con Hiranio Chávez, y llegó también Marta Salgado. Justo dos años después, el 2019, pude cantar esta Cueca Afro en el Congreso Nacional para celebrar el reconocimiento de los pueblos afrodescendientes como pueblo tribal de Chile.
– Canciones como espacios de conversación… ¿Podrías contarnos más sobre eso?
– En “Futuro Primitivo” las canciones van más allá de ser lugares de conversación; proponen experiencias y acciones en el mundo. En la canción “Cerro Renca”, por ejemplo, tomamos “renü”: piedras sagradas, y “co”: agua, para rememorar y traer de vuelta las ceremonias al agua que se hicieron hace siglos en el Cerro Renca. La canción es la invitación a volver a poblar ese espacio, a pasar una noche en sus cuevas, para que en ellas vuelva a brotar el agua, para que vuelva el cóndor y el puma. Acciones que pueden parecer arcaicas hoy son acciones modernas. Que vuelvan a regenerar la vida. Eso es un Futuro Primitivo.
– ¿Sientes que este nuevo disco es una consolidación de tu carrera?
– Sí, lo siento así. Este cuarto disco cierra un proceso creativo y vital, que se ha construido a partir de los valores de la Tierra (PUÑADO DE TIERRA 2011), el Aire (CORRA LA VOZ 2013), el Agua (DILUVIO 2017) y el Fuego (FUTURO PRIMITIVO 2023).
Puñado de Tierra fue el resultado de una investigación en torno a la cantora, a sus guitarras traspuestas, a sus lenguajes y narrativas métricas llenas de pasión y ternura, a una sujeta tierra amenazada por las forestales y ejércitos de pinos, a un suelo que da vida a los copihues y las cascadas. Fue sin saber en ese momento un reencuentro con mis antepasadas cantoras y meicas de Parral.
En Corra la Voz también fueron investigaciones en terreno: refranes de muchos rincones y pueblos, las historias de curadores y curadoras de semillas desde Chiu-Chiu a Chiloé, y las hectáreas de Monsanto.
Para componer Diluvio viajé a investigar en Arica, Quillota y San Fernando (Roma), la presencia africana tanto en nuestros mestizajes e historia, como también su presencia en la cueca. Al terminar Diluvio, después de años de conocer, investigar y trabajar en los territorios, decidí entrar a la universidad. Estudié licenciatura en Estética y una Maestría en Estética Americanas. En ambos casos ambas apoyada por la SCD.
En “Futuro Primitivo” las canciones son prácticas curatoriales, artísticas, sociales, espirituales, estéticas. Por ejemplo, la canción “Montaña de pueblos” habla de la experiencia ceremonial de un ritual llamado “Búsqueda de Visión”. Consiste en un ayuno de cuatro días y cuatro noches en la mitad de un bosque. Es un ritual para educar, sensibilizar y descolonizarnos. Es una experiencia estética para este Futuro Primitivo.
– ¿El día del lanzamiento habrá colaboraciones?
– Sí, habrá colaboraciones. Manuel García, Martin Benavides, Ángela Acuña, Camila Vaccaro, Patricio Rojas, Luis Barrueto, y la dirección escénica de Chistine Hucke. Al menos seremos ocho músicos en escena.
– ¿Por qué en Sala Master?
– Mi primer disco, “Puñado de tierra”, fue lanzado ahí. Una manera de redondear la tetralogía.
– Siempre se te vincula a Margot Loyola y Violeta Parra. ¿Qué otras influencias se hacen presentes en Futuro Primitivo?
– Sí, fui alumna de Margot Loyola. Éramos vecinas y fué una influencia para el alma. Conversábamos horas y horas. Ella era una mujer de muchos caminos, que me enseñó bastante sobre la tonada, la guitarra, la vida y la muerte. Violeta Parra me ha marcado en su trabajo pedagógico con la Carpa por ejemplo. Siento que Violeta tenía, además un fuerte sentido de pedagogía; quería entregar y educarnos con todos aquellos tesoros que guardaba.
Otra mujer maestra importante para mí es Carmen Vicente. Es artista y chamana, y a quien tuve la suerte de conocer a muy temprana edad. El día que la conocí (2001), en una ceremonia que duró toda una noche, le dije que quería aprender lo que ella hacía, desde entonces comencé a viajar con ella para aprender e instruirme en ese oficio del origen.
Gastón Soublette, Fidel Sepúlveda, y Elicura Chihuailaf han sido hombres cercanos y generosos que también han inspirado de muchas maneras mis creaciones musicales y poéticas. Siempre soy una aprendiz. Siento que si podemos aprender, podemos seguir.
– ¿Por qué “Futuro Primitivo” es importante en este presente humano que estamos viviendo?
– Yo creo que la crisis climática que estamos viviendo es importante pensarla y sentirla para dar respuesta en acciones y prácticas creativas, imaginativas, comunitarias. Necesitamos pensar en otros mundos posibles, que no terminen con el exterminio fatal ¿Qué historias vamos a contar/cantar para esto? El canto cumple un rol fundamental en esto. ¿Pueden acaso las canciones penetrar como tentáculos invisibles y sonoros, y colaborar sobre otras especies dentro del mundo natural y sus interconexiones? En un FUTURO PRIMITIVO las canciones tienen ese poder.
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