El Museo Británico limitó los comentarios por demandas de chilenos sobre devolución del moai que se encuentra en su colección de Rapa Nui. El hecho volvió a abrir el debate sobre patrimonio y descolonización en museos globales. ¿Qué están haciendo los museos en Chile?
El Museo Británico de Londres se vio obligado a limitar los comentarios en sus redes sociales de Instagram y TikTok, luego de verse inundado de comentarios de chilenos exigiendo que el moai que tiene en exhibición, llamado Hoa Hakananai’a, sea devuelto a Rapa Nui. La polémica abrió nuevamente el debate en torno a los bienes patrimoniales y a la descolonización de los museos en todo el mundo.
El moai, junto con otro llamado Hava, está en posesión inglesa desde 1868, cuando el comodoro Richard Powell llegó a la isla y robó las piezas, las cuales transportó hasta Inglaterra y regaló a la reina Victoria, quien las entregó al Museo Británico. No es un fenómeno que ocurra solo con piezas en Chile, sino que es un debate más amplio que se da a nivel global. Los museos europeos tienen grandes colecciones con piezas únicas que son producto de los procesos de colonización de distintos continentes.
La demanda por la devolución del moai mediante comentarios en redes sociales tomó relevancia luego de que el influencer Mike Milfort hiciera un llamado en sus videos humorísticos a que la institución inglesa devolviera la pieza. A la solicitud se sumó el Presidente Gabriel Boric, quien durante una visita a la Isla de Chiloé, dijo: “Cuando mostremos a Chile en el mundo, van a aparecer las Torres del Paine, van a aparecer los moai —que nos devuelvan el moai los ingleses—, van a aparecer también el desierto de Atacama y el puente Chacao”.
La solicitud hecha a través de redes sociales no es la primera. En julio de 2018 se presentó una solicitud por escrito al Museo Británico por parte de la comunidad Rapa Nui, la cual fue apoyada por el entonces ministro de Bienes Nacionales, Felipe Ward. Por un lado, una delegación de la institución inglesa visitó la isla, y por otro miembros de la comunidad Rapa Nui viajaron a Londres para ver a los moai.
El gestor cultural miembro de la comunidad Rapa Nui, coordinador del programa de repatriación Rapa Nui y asesor Internacional en Cultura y patrimonio Rapa Nui, Mario Amahiro Tuki, tiene relación directa con el Museo Británico hace tres años.
“Al ser un museo de carácter internacional y bien grande el patrimonio Rapa Nui que esta custodiado allá está en muy buenas condiciones. Yo trabajo directamente con eso, participo, colaboro con ellos y existen algunos canales de que la comunidad participe de esos encuentros con su patrimonio”, expresa Mario Amahiro Tuki.
En ese sentido, asegura que “el gran problema de este mundo poscolonial es que las personas de las culturas originarias de donde se llevaron cosas hacia los museos grandes del mundo perdieron la relación con ese patrimonio y eso es parte de la gran deuda histórica, no poder relacionarte con ese patrimonio y el legado de tus antepasados”, opina.
Además, agrega que es importante reconocer que el debate va más allá de la demanda de repatriación de las piezas.
“La noticia reflota desde las redes sociales pero en un espacio en que las personas reaccionan y etiquetan con el slogan de ‘devuelvan el moai’ no veo que haya una discusión más de fondo. Me falta que haya antecedentes concretos, no solo de la parte de cómo se ha dado y dónde está ahora, siento que la discusión se está basando generalmente en dos puntos extremos: ‘el moai fue robado’ y ‘queremos el moai de vuelta'”, sostiene.
“Hay comunidad rapa nui, los descendientes y los herederos de ese patrimonio, que seguimos trabajando para allá y eso nos abre puertas a poder relacionarnos con un montón de otro patrimonio que ni siquiera hay en la isla. En el mismo espacio hemos podido constatar la calidad de cómo se maneja ese patrimonio y desde ahí opinar si traer algo o no o qué es lo que se puede hacer”, añade.
A partir de la solicitud realizada en 2018 se generó un memorándum. Sin embargo, hasta el momento no se han generado otras gestiones, además de la comunicación y visitas entre la comunidad Rapa Nui y el Museo Británico.
Por su parte, la institución inglesa transparenta en su sitio web que “el Museo está desarrollando una relación a largo plazo con la comunidad de Rapa Nui, para dedicar tiempo del personal y recursos a la investigación colaborativa y reinterpretación de las colecciones rapanui en beneficio de la comunidad y del mundo en general. A través del Memorando de Entendimiento, planeamos desarrollar proyectos mutuamente beneficiosos con artistas, académicos y otros miembros de la comunidad en Rapa Nui.[…] La fortaleza de la colección del Museo Británico radica en su amplitud y profundidad, lo que permite a millones de visitantes comprender las culturas del mundo y cómo se interconectan, ya sea a través del comercio, la migración, la conquista, el intercambio pacífico u otras interacciones, tanto en el pasado como en la actualidad”.
El moai que se encuentra en Londres abrió nuevamente el debate en torno a los bienes patrimoniales y a la descolonización de los museos en todo el mundo.
La profesora asociada del departamento de Sociología de la Universidad de Chile y directora de Lab Museos, Marisol Facuse, señala que “el museo es una institución concebida e implementada en los procesos colonizadores europeos. Desde entonces se propuso colectar y exhibir los tesoros y piezas del mundo entero, en especial de los países que fueron objeto de estos procesos colonizadores”.
Sin embargo, recalca que en las últimas décadas los museos han participado activamente de un debate sobre la necesidad de una decolonización de las instituciones museales.
“Lo que se ha traducido en caso como este en la restitución de objetos y de cuerpos a los países y territorios de origen. Estos procesos de también han implicado una reflexión en relación a los guiones museales, es decir a las formas en que se cuenta la historia, en que se aborda la relación con los pueblos originarios, el género, los grupos sociales minorizados y de manera general los conflictos y los antagonismos de distinto orden”, explica.
Respecto al moai que se encuentra en la institución británica, la directora de Lab Museos indica que “en cuando a quien pertenece la pieza restituida, sin duda que al regresar al grupo social que conoce su historia y su sentido, se realiza un acto de justicia muy necesario que se relaciona con estos procesos de decolonizacion de los museos”.
“Sin embargo pienso que es necesario destacar que aún hay muchos museos que se resisten a estos procesos de restitución a través de distintos argumentos que terminan reforzando la primacía de los países del norte en el ámbito cultural y patrimonial. Es aún un debate abierto en que los museos y los países sostienen posiciones distintas a partir de ideas distintas sobre qué es y qué debiera ser un museo en el presente. Es un campo abierto y polémico de mucho interés y dinamismo”.
En ese sentido, Mario Amahiro Tuki señala que actualmente en Rapa Nui no hay un consenso respecto a la repatriación de la pieza que se encuentra en exhibición en el Museo Británico y que el debate reabre ciertas preguntas. ¿Dónde se quedaría en la isla? ¿Es seguro tener todo el patrimonio Rapa Nui en un territorio? Entre otras.
“Este debate del moai va más allá de las redes sociales, por lo cual reaviva otras luchas locales. La administración del museo local, que no está en manos de Rapa Nui, además reaviva el tema de la construcción de un nuevo museo. Un problema que hay que es dónde ponerlo, en qué terreno y reabre la discusión sobre si es seguro tener todo el patrimonio Rapa Nui en territorio Rapa Nui o si es un riesgo”, indica.
Por otro lado, el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos (MMDH) comenzó a trabajar en un programa trasnacional llamado Contested Desire: Constructive Dialogues, una iniciativa que busca fomentar el diálogo, el intercambio y la reflexión sobre el pasado colonial europeo y sus implicancias en la identidad cultural actual, especialmente ligado a las colecciones de museos y sitios patrimoniales.
El espacio cultural fue invitado como el único museo de memoria y como el único participante de América para formar parte de este proyecto que tendrá una duración de tres años (2024-2026). El proyecto reúne universidades, museos y productoras de arte, la mayor parte europeas, con el objetivo de promover la investigación y el intercambio metodológico, la creación de capacidades, además de contar con un programa artístico de residencias. Como parte del proyecto, el Museo de la Memoria albergará residencias de artistas de Chipre y Reino Unido, y apoyará la selección de artistas chilenos que viajarán a trabajar en instituciones culturales de Portugal e Italia.
La jefa de Museografía MMDH, Paula Solimano, indica que “como portadores de historia e identidad, los museos tienen el mandato de cuestionar las narrativas históricas y culturales dominantes que transmiten”.
“Movimientos sociales y políticos -tanto internos como fuera de museos- están presionando a instituciones a hacer lecturas críticas sobre el pasado y revisar las estructuras de poder en la que están insertas. Para eso, desde una posición de humildad, pienso que sirve mucho apoyarse en otras instituciones -de otras regiones y con otros problemas-, de modo de compartir metodologías y encontrar soluciones conjuntas. Personalmente también creo que es importante que, mediante el programa de CDCD, museos del norte global tengan la oportunidad de consultar a, y aprender de, la experiencia y perspectiva de instituciones en el sur global”.
Al respecto, menciona que parte de la decolonialidad es “mostrar narrativas y realidades diferentes, visiones de comunidades indígenas, mujeres, personas no binarias. Se trata de mostrar el mundo desde diferentes perspectivas, sin denominar qué es lo correcto”.
En ese sentido, menciona que en Chile hay algunos museos como Museo de la Solidaridad Salvador Allende o el Nacional de Bellas Artes han desarrollado programas de inclusión de los territorios.
Una opinión similar comparte Facuse.
“Existen diversos ejemplos de exposiciones y debates en los museos de Chile en que se han abordado estas temáticas generando discusiones y nuevas maneras de pensar cuestiones como las identidades. La cultura o la idea de nación en América latina ha jugado un rol muy importante en este debate, implementando modelos de museos comunitarios o diversas formas de vincular museos y territorios”, señala.
“Hay instituciones como el Museo de la Solidaridad Salvador Allende que están llevando a cabo programas de vinculación con el territorio, buscando generar lazos permanentes entre la institución y quienes viven, estudian y/o trabajan en el barrio República, lo que involucra a quienes se encuentran físicamente próximas a la voz del museo. Otros museos como el Nacional de Bellas Artes están repensando la presentación de colecciones para incluir contextos históricos y culturales diversos. Su exposición Luchas por el arte. Mapa de relaciones y disputas por la hegemonía del arte, por ejemplo, es un ejercicio curatorial que pone en diálogo más de cien obras de su colección para repensar el guion permanente”, dice Solimano.
El proyecto Contested Desire: Constructive Dialogues trabajará con veintidós artistas de once países. A través de una convocatoria pública, el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos seleccionará a dos artistas basados en Chile para viajar a Portugal e Italia y realizar residencias artísticas trabajando con colecciones de museos. A la vez, el Museo de la Memoria recibirá a un artista de Chipre y otro de Reino Unido para trabajar con sus colecciones.
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