El hidrólogo Pablo García Chevesich, del Programa Hidrológico Internacional de Unesco, destaca que una forma de evitar la desaparición de este santuario es declararlo humedal urbano, tal como lo solicitó la Municipalidad de Paine. Actualmente, el Ministerio del Medio Ambiente analiza la solicitud.
Una advertencia para actuar y evitar que la laguna de Aculeo, en la comuna de Paine, vuelva a secarse, realizó el científico Pablo García Chevesich.
“Si no se toman cartas en el asunto, la laguna definitivamente se va a secar”, alertó el académico de Colorado School of Mines y miembro del Programa Hidrológico Intergubernamental de Unesco.
El especialista señaló a El Mostrador que los estudios demuestran que la causa de la desaparición de la laguna –que no se había secado en 8 mil años– se debió a la acción humana, específicamente el desvío de afluentes, y apoyó la iniciativa de declararla humedal urbano, algo que actualmente es analizado por el Ministerio del Medio Ambiente.
La laguna de Aculeo se alimenta principalmente de aguas superficiales, es decir, de sus afluentes (mayormente los esteros Pintué y Las Cabras), explicó el especialista.
También hay un componente de recarga subterránea, pero los datos indican que la parte superficial es lo más relevante en su llenado, mientras que la subterránea es la que mantiene la laguna en su lugar.
García Chevesich agregó que se ha comprobado que la presencia de esta laguna genera un microclima que alberga importantes especies de flora y fauna. En particular, es considerado un refugio natural de un centenar de especies de aves.
Cuando se secó en 2018, diversos estudios determinaron que fue principalmente como consecuencia de un balance hídrico negativo provocado mayormente por el desvío de su afluente principal (estero Pintué), exceso de bombeo de aguas de la laguna y aguas subterráneas, y en una menor proporción por la escasez de lluvias, según el académico.
Asimismo, añadió que los datos indican que el cambio climático (o megasequía) casi no influyeron en la desaparición de la laguna, esto debido a que por miles de años este pequeño sistema hidrológico se recargaba muy fácilmente durante los inviernos a través de sus esteros (principalmente el Pintué), el cual siguió fluyendo (pero desviado) durante todo el período de sequía.
“De hecho, bastaba un par de tormentas para que la laguna se volviese a recargar cada invierno”, acotó.
Según los datos que citó García Chevesich, existía una estricta relación entre la precipitación anual y los niveles de la laguna hasta el 2010, el año en que se desvió el estero Pintué, se establecieron cultivos de alta demanda hídrica y comenzó el boom de parcelas de agrado.
“Luego de ese año dicha relación se perdió por completo, lo cual es evidencia indiscutible de que la causa de su desaparición fue antrópica y no climática. Si hubiese sido el clima, la linealidad de los datos hubiese perdurado después de 2010”, explicó el especialista.
El científico además destacó que, según los datos, la laguna no se ha secado en al menos 8 mil años, pese a todas las sequías que se han identificado en tal lapso.
El especialista además comentó que no ha sido la única laguna afectada de esta forma en Chile. García Chevesich afirmó que el caso más parecido es el lago Caburgua, “el cual disminuyó sus niveles drásticamente y se asumió que era debido a la escasez de lluvias, pero estudios posteriores comprobaron que se debió principalmente al desvío de uno de sus afluentes”.
“En otras palabras, la irresponsabilidad –en ambos lagos– fue otorgar derechos de aprovechamiento de aguas sin realizar un análisis que defina las consecuencias ambientales y sociales de hacerlo, es decir, sin conocimiento absoluto de hidrología o ingeniería en recursos hídricos, carrera que hasta hace dos años no existía en Chile (ahora se ofrece en la U. de Chile)”, alertó.
“Esto evidencia la urgente necesidad de tener hidrólogos en Chile, pues, de haber hidrólogos hace 20 años, no tendríamos ningún problema de agua”, aseguró.
Asimismo, afirmó que ahora la laguna de Aculeo se recuperó parcialmente debido a que fue un año extremadamente lluvioso (“un evento de El Niño inusualmente fuerte”). En otras palabras, este fue uno de esos años en donde antiguamente la laguna se rebalsaba, como se evidenció en eventos ocurridos en un par de ocasiones durante el siglo pasado.
“La lluvia en 2023 fue tan intensa que seguramente rompió los desvíos de los esteros Pintué y Las Cabras, y así el acuífero volvió a recargarse como antaño. ¿Fue normal esto? Considerando la magnitud de los eventos de lluvia de 2023, se esperaba mucho más agua a fines de año, pero lamentablemente los desvíos se establecieron nuevamente y la laguna dejó de recargarse”, lamentó.
El acuífero estaba tan vacío que se necesitarían dos años consecutivos como el 2023 (sin desvíos) para que la laguna recupere sus niveles históricos. La laguna se recuperó en alrededor de 50% y aún faltan unos cinco metros para que alcance su cota normal, dijo el especialista.
Frente a la consulta de si es posible que en el futuro vuelva a secarse, García Chevesich contestó que “si no se toman cartas en el asunto, la laguna definitivamente se va a secar”.
“Asumiendo que los desvíos de los afluentes, la gran agricultura, el riego de parcelas de agrado y la escasez de lluvias (cambio climático) continuarán, la laguna podría desaparecer nuevamente en un par de años, tal vez antes”, advirtió.
Además, dijo, está la opción de importar agua para efectuar recarga artificial del acuífero durante los inviernos, pero eso debe evaluarse para no generar daños dentro y fuera del sistema hidrológico.
“Como sea, se debe disminuir el consumo y desactivar los desvíos, como era antes de 2010, y así debería mantenerse el cuerpo de agua. Si el cambio climático lo amerita, está la opción de importar agua en forma sustentable. En otras palabras, la laguna podría salvarse si se hacen las cosas ahora, en unos años ya no tendremos laguna”, precisó.
Finalmente, el científico destacó que una forma de evitar la desaparición de este santuario es declararlo humedal protegido por el Estado.
Actualmente, Greenpeace está llevando a cabo una campaña de firmas en ese sentido, para lograr que la laguna sea declarada humedal urbano por parte del Ministerio del Medio Ambiente, tal como solicitó la Municipalidad de Paine.
Dicha alcaldía solicitó, mediante la Ordenanza N° 308 del 27 de abril de 2023, la declaración del humedal urbano “Estero Pintué, Estero Santa Marta, Laguna Aculeo”, con una superficie de 1.080,93 hectáreas.
La Ley 21.202 reconoce como humedales urbanos aquellos ecosistemas que se encuentran total o parcialmente dentro del límite urbano. Desde el ámbito de la planificación territorial, la solicitud de reconocimiento como humedal urbano de este ecosistema está contenida, en parte, dentro del límite urbano correspondiente a la localidad de Pintué, tramo que continúa desde el estero hacia la laguna de Aculeo. En este contexto, el estero Pintué es el principal afluente de la laguna de Aculeo, según señalaron desde el ministerio.
Agregaron que este humedal es muy importante para la comunidad local por los servicios ecosistémicos que ofrece, como: suministro de agua dulce para consumo humano; regulación hídrica y depuración del agua; y servicios culturales que permiten la apreciación de especies y paisaje, actividades recreativas y turismo, además de proveer identidad cultural y sentido de pertenencia.
Asimismo, precisaron que “actualmente dicha secretaría de Estado está analizando los antecedentes presentados por la Municipalidad para proteger este ecosistema, dentro del proceso de declaración, en el marco del cumplimiento de la Ley 21.202 y su reglamento”.
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