Entre 2015 y 2023 se registraron al menos 95 casos de sobreproducción de salmones en nueve áreas protegidas, incluyendo parques nacionales y reservas marinas. Esta práctica ha generado preocupación por el impacto ambiental y la falta de control sobre la industria salmonera en estas zonas.
Según reveló CIPER , entre 2015 y 2023 se registraron al menos 95 casos de sobreproducción de salmones en nueve áreas protegidas, incluyendo parques nacionales y reservas marinas. Esta práctica ha generado preocupación por el impacto ambiental y la falta de control sobre la industria salmonera en estas zonas.
El trabajo periodístico realizado por investigadores de Fundación Terram identificó que nueve empresas salmoneras habrían incurrido en 95 casos de sobreproducción dentro de las Reservas Nacionales Las Guaitecas y Kawésqar, sin que ninguna de estas infracciones fuera sancionada por la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA).
“Una serie de infracciones de la industria salmonera a la normativa ambiental están prontas a prescribir este mes de mayo si la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) no formula los debidos cargos al respecto”, sostiene el reportaje.
Los autores explican que, según la Ley Orgánica de la SMA, las infracciones que cometen los titulares a sus permisos ambientales se pueden sancionar hasta tres años después de ocurridos los hechos. “Lo que nosotros descubrimos es que, de estos 95 casos, 79 ya habrían prescrito por haber transcurrido más de tres años desde ocurridos los hechos. Mientras que los 16 casos que aún no prescriben, comenzarían a hacerlo desde el mes de mayo de 2024”.
La investigación detalla cómo las empresas han superado los límites de producción autorizados, llegando a capturar hasta el doble de lo permitido en ciertos lugares.
“La sobreproducción de salmones ocurre cuando un centro de cultivo produce una cantidad de peces mayor al límite autorizado en su Resolución de Calificación Ambiental (RCA), y es uno de los principales incumplimientos ambientales cometidos por esta industria que en 2023 exportó más de un millón de toneladas por USD $6.448 millones, superada solo por la minería del cobre”, indica el reportaje.
A los 84 casos de sobreproducción de salmones en la Reserva Nacional Las Guaitecas que no han sido sancionados por la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), se suman otros once casos en la Reserva Nacional Kawésqar.
“53 centros de cultivo incurrieron en 84 casos de sobreproducción que hasta la publicación de esta investigación no han sido sancionados por la SMA”, detalla la investigación.
Esto ha sido posible, en parte, por las lagunas en la normativa y la falta de fiscalización. Además, se destaca que las autoridades han aplicado multas mínimas y no han ejercido medidas para detener esta actividad ilegal, lo que ha permitido que las empresas continúen operando sin mayores obstáculos.
Entre los infractores destaca la empresa Australis Mar con 23 casos de sobreproducción, ninguno de los cuales habría incluido en su autodenuncia realizada a la SMA en octubre de 2022, donde sí incluyó otros 49 casos por los que posteriormente dicho organismo dio inicio a procedimientos sancionatorios.
Consultadas las autoridades por estos antecedentes, desde el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) dicen haber denunciado a la SMA solo 13 de los 95 casos. Mientras que este último organismo, si bien asume haber recibido dichas denuncias, hasta hoy no han iniciado ningún procedimiento sancionatorio por estos casos.
Tras revisar los hallazgos de esta investigación, el diputado Félix González (FRVS), presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputadas y Diputados dijo que solicitará que se invite a la SMA y Sernapesca a una sesión especial de la comisión para que rindan cuenta de cómo fue posible que todos estos casos de sobreproducción pasaran desapercibidos y que hasta hoy no hayan sido sancionados.
La investigación -dividida en dos reportajes- también da cuenta de errores en la fiscalización de la SMA a las empresas, como por ejemplo con el centro Cholga de Multi X, donde para ver si el centro no superó la producción máxima autorizada, consideró 6.880 toneladas de límite productivo, y no las 3.440 toneladas autorizadas en su oportunidad, por lo cual no detectó sobreproducciones.
Esta situación plantea serias interrogantes sobre la transparencia y la integridad en la regulación de la industria salmonera en Chile, así como sobre el compromiso real del país con la protección de sus áreas naturales.
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