La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) se instaló en la ciudad de Manaos por 3 días para continuar un ciclo de consultas sobre la responsabilidad de los Estados frente a la crisis climática. “Este año es crucial para los litigios climáticos”, dice la directora de Campañas de Avaaz.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) se instaló ayer lunes en la ciudad de Manaos, en plena Amazonía brasileña, para continuar un ciclo de consultas sobre la responsabilidad de los Estados frente a la crisis climática.
“Es primera vez que se va a emitir una opinión de estas características. Si bien hay pronunciamientos de la Corte en algunas sentencias con enfoque climático, hasta la fecha no ha habido una solicitud de esta envergadura”, señala a El Mostrador Alejandra Donoso, directora de la ONG Defensoría Ambiental.
La sequía prolongada por más de una década en Chile y las inundaciones que han ocurrido este año en Brasil, Perú, Bolivia, Uruguay, Argentina, entre otros, son un claro ejemplo de que el cambio climático está ocurriendo ahora y el tribunal debe resolver este caso. Además, América Latina sigue siendo la zona más peligrosa para los defensores del clima, incluidos los pueblos originarios, que en muchos casos son las voces de la lucha contra la emergencia climática y una gran víctima de sus consecuencias.
Durante las tres sesiones realizadas en Manaos, la Corte IDH escuchó a organizaciones sociales, representantes de pueblos originarios y académicos para elaborar una opinión consultiva sobre la obligación de los Estados frente a la crisis climática. Alejandra Donoso expuso ante la Corte sobre el reconocimiento del agua como bien común y eje fundamental de las obligaciones internacionales de derechos humanos.
“Estamos frente a la emergencia climática y es súper importante que los Estados tengan algunas directrices sobre qué es lo que se tiene que hacer y de qué manera. Sucede mucho que, más allá de los negacionismos –eso es como el extremo de lo que no hay que hacer–, existen propuestas de soluciones, pero que sin el enfoque de derechos humanos terminan siendo peor”, afirma la directora de la Defensoría Ambiental.
“Cuando el extractivismo se extiende a los combustibles de transición, como el litio o el hidrógeno verde, cuya extracción requiere mucha agua, entramos al campo de las falsas soluciones, pues son combustibles muy sedientos en su producción, obviamente mucho más de forma masiva, y al no considerar los derechos humanos, y en particular el derecho humano al agua, podría eso ser un factor que incluso profundice la crisis. Entonces, de ahí la importancia de la opinión consultiva que emita la Corte Interamericana, que tuvo amplia participación mediante informes de la sociedad civil, de la academia y también de algunos Estados”, agrega Donoso.
El objetivo de estas audiencias es atender a una solicitud de Chile y Colombia en relación con la respuesta que los Estados deben dar a la emergencia climática en el marco de los derechos humanos.
Desde Cancillería, en Chile, explicaron que “la solicitud de opinión consultiva ante la Corte IDH se presentó en un contexto de alta actividad de tribunales internacionales frente a la crisis climática”.
Hubo un primer proceso ante el Tribunal Internacional del Derecho del Mar, el cual emitió su opinión consultiva el pasado 21 de mayo, desarrollando las obligaciones de los Estados de proteger los océanos frente a la contaminación y hay también un proceso en curso ante la Corte Internacional de Justicia, que fue solicitada mediante una resolución adoptada por consenso ante la Asamblea General de la ONU.
“En ese contexto, y considerando el alto interés y relevancia de esta materia, Chile y Colombia quisieron hacer una solicitud complementaria ante la Corte IDH, considerando que este tribunal podría complementar los esfuerzos de los otros dos, al abordar específicamente la dimensión de derechos humanos de la emergencia climática”, afirmaron desde el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Muchas de las organizaciones sociales y de pueblos originarios de distintos países llegaron hasta Brasil para presentar sus testimonios ante la Corte, donde explicaron cómo el cambio climático está impactando casi todos los aspectos de sus vidas.
Chile es uno de los dos Estados solicitantes, conjuntamente con Colombia. Primero formuló las preguntas a ser presentadas a la Corte, hizo una intervención escrita y luego participó en el inicio y cierre de las audiencias orales que se realizaron, primero en Barbados y luego en Manaos. Si bien la solicitud inicial fue conjunta, las intervenciones posteriores fueron realizadas separadamente por Chile y Colombia, considerando las prioridades y énfasis de cada país.
“Todavía falta un mayor desarrollo y claridad sobre el alcance de las obligaciones de los Estados en esta materia, que van desde cómo y cuánto reducir sus emisiones y así mitigar la crisis, como también qué medidas tomar para adaptarse a los nuevos eventos climáticos (que van desde sequías, inundaciones, aumento del nivel del mar, aumento de fenómenos climáticos extremos, entre otros)”, expresaron desde Cancillería.
Otra de las organizaciones que estuvo presente en las discusiones es Avaaz, que en octubre de 2023 presentó una opinión escrita ante la Corte IDH para resaltar los efectos desproporcionados que la crisis climática está teniendo en algunos de los miembros más vulnerables de la sociedad, vale decir, niños, niñas y adolescentes y los pueblos indígenas.
La directora de Campañas de Avaaz, Laura Rico, afirma que la instancia fue un espacio de colaboración y de encuentro importante para jóvenes, investigadores y comunidades originarias de distintos países.
“Ahora la Corte tiene que ir a sentarse a escribir las peticiones de Chile y Colombia, son cerca de 20 preguntas y no creo que lo entreguen este año”, señala a El Mostrador.
Durante audiencias realizadas en Barbados y Manaos, la Corte IDH recibió más de 150 intervenciones orales.
“No está claro el timeline, pero lo que viene que es que salga la opinión consultiva y con esa opinión, por lo menos, toda la gente que participó y que está interesada la va a utilizar como un instrumento para reformular y generar nuevas reformas, leyes, políticas públicas, mecanismos y litigios”, explica Laura Rico.
En esa misma línea, recalca que la información que emita la Corte Interamericana de Derechos Humanos será “la primera opinión y recomendación que sale bajo la perspectiva del mundo de hoy, de este mundo de fenómenos climáticos extremos. También se habló de que esto se vuelve un instrumento para otras Cortes nacionales o regionales, donde pueden tomar elementos de este texto para inspirarse, desarrollar y para sumar a su propio trabajo jurisprudencial. Esta resolución la van a citar durante los próximos 20 años y globalmente también va a ser muy relevante y va a ser algo que continuamente la gente va a usar, porque va a ofrecer las directrices del derecho internacional en este tema”.
Esta iniciativa se suma a otras demandas de distintas partes del mundo que exigen responsabilidad de los Estados frente a la crisis climática. Un ejemplo de esto es el fallo que emitió en abril el Tribunal de Estrasburgo (Tribunal Europeo de Derechos Humanos), a favor de una de las tres demandas planteadas por la acción insuficiente de los Estados para limitar el cambio climático.
La resolución le dio la razón a un grupo de mujeres de avanzada edad que demandaron al Estado por violación de sus derechos. En concreto, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenó a Suiza por violar el artículo 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, relativo al “derecho al respeto a la vida privada y familiar”, en la primera condena a un Estado por su falta de iniciativas para combatir el calentamiento global.
La asociación suiza Grève du Clima (Huelga por el Clima), conformada por 2.500 mujeres de 73 años promedio, denunciaban que las “deficiencias” de las autoridades helvéticas en materia de protección del clima “perjudican gravemente su estado de salud”.
“Este año es crucial para los litigios climáticos”, enfatiza Laura Rico.
“Ya salió el fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, estaríamos esperando la opinión de la Corte Interamericana y también está pendiente el fallo del Tribunal Internacional de Derecho del Mar y de la Corte Internacional de Justicia. En todos estos tribunales, este año hay algún tipo de acción climática sucediendo y lo que eso está demostrando es una intención muy grande por parte de los Estados de tomarse en serio el cumplimiento de acuerdos tan vitales como el Acuerdo de París y, también, demuestra que comunidades vulnerables –como son los jóvenes, como son los ancianos, como son los pueblos indígenas– están recurriendo a otras estrategias para pedir soluciones”, concluye la directora de Campañas de Avaaz.
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